☆Capitulo 25☆

36 2 1
                                    

Taehyung llevaba colgando de su hombro un gran bolso de viaje color gris, este parecía estar casi a punto de explotar por la cantidad de cosas que llevaba dentro, Tae había guardado todo lo que veía, hasta cosas que yo creía innecesarias, como su pequeña colección de cartas pokemon o sus ya gastadas pantuflas de conejo.

-Tengo miedo Jungkook, ¿y si vuelve justo cuando estemos saliendo?- la voz de Taehyung me había producido alguna sensación extraña en mi cuerpo, al margen de que sonaba preocupado, el tono de su voz era tan contradictoria a lo que uno espera al ver su rostro de niño, me daba escalofríos y una sensación en el centro de mi pecho.

-Tae...- su mirada inquieta terminó por preocuparme, estábamos escapando de un monstruo después de todo, era entendible el miedo que me mostraba.

-Yo no puedo hacer esto Jungkook, no soy valiente- una corriente me tomó por sorpresa, el viento había entrado por el ventanal, recorrió cada rincón y movió el cabello de Taehyung dejándome ver una cicatriz en el comienzo de su cuero cabelludo. Un mal presentimiento se asomaba de a poco en mi interior y no soporté más aquella situación.

Sin pensarlo un poco más, tomé su mano con algo de brusquedad, cosa que no pareció agradarle, claramente, moví mi cabeza tratando de disculparme, el pareció entender, pues me siguió fuera del departamento mediante grandes pasos, como si aquel tacto le hubiera dado el valor suficiente para confirmar su huida y escapar.

Escapar conmigo.

Las escaleras me parecieron una eternidad y el miedo a lo desconocido, el temor por lo que llegara a pasar una vez fuera de aquel lugar ya formaba parte de mi cuerpo, no lograba sincronizar mis pensamientos con mi entorno, estuve a punto de saltearme escalones como unas cuatro veces.

La luz del Sol atravesaba los ventanales del edificio, chocando con las nubes en los intentos de llegar a cada rincón, Taehyung seguía mi andar, sin protestar ni preguntar por donde había que ir, de seguro conocía cada lugar de la ciudad, nuestras aventuras no deben de haber sido olvidadas tan fácilmente.

Cada persona que fijaba su vista en nosotros nos generaba pánico, no pude aguantar más aquella situación y me acerqué a los confines de la vereda, haciendo seña a un taxi, por suerte uno nos vio y se aparcó a nuestro lado, abrí la puerta del asiento de atrás y nos subimos con Tae, llegando a estar aliviados a medida que el auto avanzaba.

No me había percatado de que no había soltado mi mano en ningún momento, a veces sentía la fuerza que el generaba, y que la teníamos entrelazadas, aquella unión me hizo sentir más fuerte, capaz de protegerlo de lo que sea.

Taehyung al darse cuenta apartó su mano inmediatamente, aquello me generó una puntada en algún lugar recóndito de mi ser, no me resigne, me pegué a su cuerpo y atraje su rostro hasta estar a pocos centímetros del mio, noté el miedo en el, pensé que diablos estaba pasando por su mente en ese momento.

¿A caso creía que le haría daño? ¿Yo?

Si me sentía mal de solo pensar en aquellos momentos donde podría haber matado una hormiga sin querer.

Con mi otra mano logré llegar a su cabello, con total delicadeza me deslice por aquella melena suave, tratando de transmitir todo mi amor a través de ese diminuto tacto, quería que sintiera que yo lo quería, que conmigo no había que temer.

Que yo no era como Hoseok.

Yo solo pensaba en las mil formas que tenía de amarlo.

Inmediatamente sentí como sus cuerpo dejaba de estar tan tenso, su mandíbula se relajó y pude apreciar como sus ojos empezaban a bañarse en lagrimas, no pude con eso, me derrumbe al igual que el, apoyando mi frente con la suya, dándole a entender que lo comprendía, que todo estaba bien.

El taxi terminó su recorrido, con prisa pagué el viaje, Taehyung no dejaba de mirar hacia lo que había sido su hogar por un largo tiempo. Nos bajamos del auto y caminamos hacia mi casa, saqué las llaves, podía apreciar sus nervios, aún tenía aquella forma de demostrarlo, asentaba su mano en su cadera y no paraba de golpetear con los dedos, sonreí, eran cosas que no podía olvidar. Abrí la puerta, todo estaba oscuro, el silencio reinaba en cada rincón lejos de nosotros, mis padres en ese horario trabajaban, por lo tanto tendríamos un rato a solas, trataría de aprovecharlo al máximo, ya que cuando mis padres llegaran, estaba seguro que interrogarían a Taehyung.

Caminamos hacia mi habitación, la nostalgia me atrapo, casi pude viajar hacia atrás, en el tiempo, recordando cada momento que pasé junto a el.

Las corridas, los juegos de mesa, mi infancia había transcurrido junto a el, cada momento, todo era felicidad y en su rostro veía toda la tranquilidad del mundo.

Pero ahora todo se había derrumbado, sus ojos no tenían aquel brillo del que tanto había hablado con Jimin, ese que me transmitía todo un mar de recuerdos. Los rastos de moretones se hacían visibles por cada recoveco de su ropa, cuando sus mangas se levantaban, cuando caminaba y su pantalón se estiraba, todo era claro, tobillos hinchados, algunos de ellos se ocultaban bajo una capa amarilla, despidiéndose mostrándose al mundo por última vez, sus manos, rasguños asomándose, cicatrices en cada uno de sus dedos.

Ver su estado me dolía, me hacía sentir miserable, hubiera dado la vida si podría haber hecho algo algún tiempo atrás, para evitar esas marcas que de seguro le recordaran durante el resto de su vida a esos momentos tan duros, aunque dudo que pueda alguna vez olvidar por completo, una pizca de el siempre estará ahí.

Taehyung se sentó en mi cama, observando mi habitación con continúo detenimiento, sus ojos paseaban por las paredes, por esas fotos donde se encontraba nuestro grupo de amigos en aquellos años tan repletos de alegría y puras sonrisas.

-Eras tan pequeño.

Su mirada se juntó con la mía por escasos segundos, pude observar un leve rastro de nerviosismo en ella antes de que decidiera alejarla.

-Y tampoco pensaba que fueras a crecer tanto- dejamos en el aire un par de risas, la verdad que Taehyung era de mi misma estatura.

Aquello era lo más hermoso que podía apreciar, su felicidad, esperaba poder cuidarlo y protegerlo, como si el fuera el más chico y no yo.

🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Holaaa xD espero que alguien lea mi historia aún jajajaja.

Básicamente me ausente todo el año porque estoy estudiando como nunca, voy a terminar la secundaria y comienza una etapa nueva, elegí estudiar Medicina, por lo que está muy pesado tener el colegio y las clases para el ingreso todo junto, así que mi tiempo de libertad es nulo, encontré este recoveco y lo aproveché para escribir al menos este capitulo, pienso volver pronto, gracias por leer <3
Y disculpen la espera 🙏😭💕









«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»Where stories live. Discover now