☆Capitulo 7☆

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Su voz grave e hipnótica hizo eco en mis interiores, logró incrustarse en lo más profundo de mi cuerpo como una daga.

—¿Kookie?— La saliva no dejaba de transitar por mi garganta, tenía una mezcla de emociones convertidas en un rollo de sensaciones sin sentido, no sabía como reaccionar, enojarme, llorar, hasta podría hacer todo a la vez, si salía de mi estado de shock, claro, por que si seguía sentado y con esa mirada intranquila, no creo que pueda.

Pero entre todas esas emociones de odio y dolor, más el estado de shock en el que me había quedado quien sabe cuanto tiempo, había nacido una pequeña pizca de felicidad, Taehyung me había llamado con aquel apodo que el había creado.

No me había olvidado.

—Tae, iré con unos amigos— Hoseok pasó su mano por la mejilla de Taehyung y girando su cabeza hacia mi, me dedicó una sonrisa de lado.

Algo en mi corazón empezaba a quebrarse y una sensación rara se disperso entre mi sangre, había algo extraño entre las miradas que los dos intercambiaban y empezaba a entender que era.

—Claro, ten cuidado Hobi— Hoseok volvió a mirarme por ultima vez antes de cerrar la puerta y dejarnos en completo silencio a Taehyung y a mi.—Jungkook... no pensé que serías tu mi alumno—

Empecé a jugar con mis dedos, distrayéndome un poco de esos ojos que no se apartaban de mi, aunque aquello solo duró unos minutos antes de volver a observar el miedo que descubrí en ellos.

¿Porqué?

—Yo pensaba que te habías olvidado de mi, de nuestra amistad— Taehyung había dejado su saco azul marino en el perchero que estaba a un lado de la puerta, en esos momentos yo no dejaba de admirar sus movimientos, ni siquiera cuando su pecho se contraía para respirar, cuando escuchó mis palabras se había quedado sin moverse, hasta que giró y nuestros ojos se encontraron otra vez.

—No digas eso Kookie, hicimos una promesa ¿Verdad? Nunca me olvidé de ti—Me encogí de hombros, cierta parte de mi le creía y la otra estaba en duda, tal vez solo se acordaba ese apodo, solo eso.

—¿Porqué no te contactaste conmigo?— Aquel ambiente que había nacido entre los dos era bastante pesado, un cosquilleo me recorría el cuerpo en todos los sentidos y empezaba a detestarlo, esperaba una respuesta cómo nunca antes en mi vida y si no la tenía en cualquier momento estaba seguro que explotaría—Hay tantos medios de comunicación...—Dije en un momento de desesperación, Taehyung suspiró, aún sin quitarme los ojos de encima, ante una descuidada mía me alejó de la silla tras tironear de mis manos y antes de perder el equilibrio me acogió en su pecho, enredándome entre sus brazos donde descubrí un aroma diferente y único entre todos los que alguna vez se asomaron a mi nariz. No pude reaccionar en el momento, pero con los dedos de mis manos temblando, logré corresponder el acogedor abrazo que me brindaba, sintiendo los fuertes músculos de su espalda, tensándose ante mi tacto. Como no iba a abrazar al chico que alborotaba todo en mi vida, mis días, mis horas de sueño y eso mientras no sabía como exactamente era tras pasar los años, ¿Qué clase de amor es ese? Es extraño, pero no puedo deshacerme de ese sentimientos, si no pude en años, no creo poder en días y menos ahora, cuándo por fin lo tengo a milímetros, tal vez a nada de distancia de mi.

—Lo siento tanto Kookie— Su cabeza estaba en el hueco de mi clavícula, sentía su respiración llegar hasta mi cuello y a medida que pasaban los segundos empezaba a sentir un temblor en su cuerpo.

Era la primera vez que Taehyung lloraba en frente de mi y sin poder resistirme terminé acompañado sus lagrimas, el dolor que parecía destilar en aquellos sonidos que se incrustaban en mis oídos y me golpeaban en el alma, era doloroso.

 —Yo... yo quise volver, quise buscarte— Su voz salía entrecortada, su llanto se había mezclado con un hipo inesperado y ante eso no pude evitar reír como sus palabras se partían a la mitad.

—Tranquilo Tae, ahora estas aquí...luego me cuentas—Obviamente me moría de ganas de saber cual era la razón del porque no comunicarse ni nada conmigo, pero lo veía tan dolido, hasta parecía estar peor que yo, ademas, tenía que enseñarme, al final pensaba en invitarlo a un café, a estar un día entero si quería, y si no, lo obligaría, no me quedaría de brazos cruzados y sin respuestas.

—Kookie...— Sus manos se posaron en mis hombros y con un poco de fuerza me alejó de su cuerpo, pasó los dedos por su ojos, alejando las lagrimas que no dejaban de caer. —Así que...¿Matemáticas eh?— 

—Si...Matemáticas—

☆·.·'¯'·.·☆☆·.·'¯'·.·☆☆·.·'¯'·.·☆

—¡Jimin!— La voz chillona de Jungkook estuvo a punto de dejar a su amigo sin sistema auditivo, llevándose a cambio el odio del mayor entre su mirada que parecía disparar puñales.—Lo siento— Dijo Jungkook escondiendo sus ojos de los de Jimin, sabía que cuando su amigo se enojaba era mejor volar o en su caso, ignorar sus miradas asesinas.

—Yoongi se giro cuando me gritaste, no me hagas quedar mal, o peor, que piensen que tu eres mi novio— Jungkook se giró y se retorció en su lugar al chocar con la insistente mirada de Suga, daba escalofríos.

—¿No es hermoso?— Jimin no dejaba de mirar al azabache, si, adiós cabello blanco, aunque no le quedaba mal el color negro, para nada mal.

—Si, como digas, ahora escúchame, no sabes lo que me pasó— Jimin, dejando salir su lado de vecina chismosa dejó de mirar al capitán y se centró en su casi-hermano.

—¿Te diste cuenta que eres un vampiro que brilla bajo la luz del Sol?—

—No— Dijo Jungkook entrecerrando los ojos.

—¿Un hombre lobo?—

—No...—

—¿Te picó una araña radioactiva y ahora eres el nuevo hombre araña?—

—¡Qué no Jimin! ¿Qué mierdas dices?—

—¡Anda! suéltalo, estoy ansioso—

—Me encontré con Taehyung— Jimin pareció no caer en la Tierra al principio, ya que se rió nervioso.

—¿Te conviertes en un gigante verde capaz de levantar piedras de miles de toneladas?—

—Es— Jimin tomó aire. —Mi— Ahora dio un paso hacia atrás tembloroso. —Profesor de matemáticas— Jungkook soltó todo a la velocidad de la luz, dejando a Jimin asustado, como si la muerte se hubiera parado delante de el.

—No jodas—

—No jodo—

—¡Por el poder del prisma lunar!— Jungkook se llevó una mano a la cabeza, Jimin era fan de Sailor Moon y cada vez que no le creía a una de sus historias, comenzaba con sus frases. Todos en el pasillo los miraban como si fueran animales salvajes dentro de una jaula, haciendo cosas raras y dignas de fotos.

—¡Te lo digo enserio!— El rostro de su amigo se transformó.

—Cuenta, desde el principio y sin olvidarte de nada—

—Está a punto de casarse—

Jimin extendió sus ojos, sin poder creerse lo que su amigo acababa de decir.

—Con Hoseok—

—¿Qué?—

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«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»Where stories live. Discover now