☆Capitulo 30☆

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—Se que hace tiempo que no pedía que me busques. —Me acomodé en el asiento con nerviosismo—. Pero necesitaba hablar de algo muy importante contigo papá.

Mi padre estacionó el auto a un lado de la calle, habíamos andado lo suficiente para estar lejos del instituto, soltó el volante y se giró hacia mi.

—Soy todo oídos.

—Es un poco complicado hablar de esto ¿sabes? —Hice una pausa para poder encontrar las palabras correctas, nunca había tenido problemas de hablar de lo que sea con mi padre, teníamos mucha confianza y nunca me sentí incomodo a su lado, hasta cuando confesé que tenía otros gustos en cuanto al amor el me entendió y no pareció molestarle en absoluto—. Es sobre Taehyung...

—Te gusta ¿no? sabes que no necesitas mi aprobación para una relación con el, si eres feliz tu madre y yo lo seremos también.

No era eso lo que quería hablar con el pero me hizo sentir más cómodo y más tranquilo para sacar el tema que me importaba ahora. Sonreí por unos segundos pero el pensar de nuevo en Hoseok hacía que se borrara todo rastro de felicidad en mi.

—No es eso papá. —Empecé a jugar con mis dedos—. Tenemos un problema.

—Es sobre sus golpes ¿verdad? —Levante la vista de inmediato, era obvio que lo había visto, no había forma de que Tae pudiera ocultar algunas cicatrices y moretones, además de que su forma de caminar, de reaccionar y lo que veíamos en su mirada era suficiente para entender que algo no estaba bien—. ¿Ha estado metido en algunos problemas?

—No es lo que piensas, el no se peleo con nadie, fue Hoseok...

—¿Ese era el chico que te molestaba en la primaria? —Frunció el seño—. No entiendo que es lo que tiene que ver con Tae.

—Eran compañeros papá, terminaron juntos y el así como me molestaba a mi, lo hizo con Tae, solo que con el cruzó la línea —miré la ventana, tenía ganas de estar en casa de una vez y quedarme a su lado, que el no tenga miedo, por eso debía acabar este tema de una vez.

—Hubo violencia en esa relación, lo amenazó cada vez que quiso alejarse y ahora yo lo saqué a la fuerza de ahí ¿crees que hay alguna forma de que podamos denunciar esto antes de que pase algo más?

Mi padre se apoyó en el volante, de repente encendió el auto y comenzó a manejar nuevamente.

—Tengo una idea, déjamelo a mi hijo. —suspiré aliviado, yo se que podía confiar en mi padre para esto—. Ahora te llevaré a casa y luego volveré al trabajo. 

—Gracias papá.

—Hijo no tienes porque, yo siempre estaré ahí para ayudarte.

En el resto del camino hablamos del instituto, de mi futuro y todas esas cosas que le preocupan a los padres, me sentía contenido y feliz de poder tener unos padres que a pesar de no ser el hijo perfecto que tal vez ellos esperaban, igual me aceptaban y me amaban de esa forma.

Me hubiera gustado que Tae tuviera una familia así...

Al llegar me despedí de mi padre, ya que tenía que volver al trabajo, el se fue cuando ya había cruzado la reja de nuestro jardín.

Saqué la llave de casa y mientras la introducía en la cerradura escuché risas dentro, mi madre y Tae hablaban alegremente y eso me hacía sentir muy feliz, entré y cerré la puerta detrás, busqué el origen de la charla y los pude ver en la cocina, ambos parecían estar cocinando.

—¿Usted recuerda el día en que fuimos de vacaciones a la Isla de Jeju y nos perdimos en el hotel? —Bien, recuerdo desbloqueado por mi parte, gracias Kim Taehyung—. Kookie pensaba que el monstruo más famoso de la isla lo perseguía. 

Tanto mi mamá como Tae estaban a las carcajadas, yo me apoyé en la pared para seguir observándolos, no se daban cuenta porque estaban de espaldas. 

Dejé caer mi mochila con fuerza al suelo y ambos se sobresaltaron, giraron y me vieron, estaba intentando parecer enojado pero al final comencé a reírme también y ellos me siguieron.

—Ay hijo no sabíamos que estabas ahí.

—No importa mamá, no me molesta, de hecho era algo que no recordaba.

Intercambie una mirada con Tae y sonreí, el me devolvió la sonrisa y la felicidad que sentía en ese momento era tan grande que sentía que pronto empezaría a volar, suspiré, aún sin apartar mis ojos de los suyos.

—Estamos haciendo tu comida favorita Kookie. —Mi mamá me guiñó un ojo, vi como levantaba y estiraba una masa.

Pizza de mamá.

Levanté la mochila y seguí hasta mi cuarto, me cambié de ropa para estar más comodo y me senté un segundo en mi cama, recordando la situación que vivimos Tae y yo en ese colchón.

Nuestro primer beso.

Dormir juntos ya era algo que conocíamos, de pequeños nos quedábamos dormidos juntos.

Antes era Tae quien me abrazaba y me protegía de los monstruos que yo pensaba que me acechaban desde el armario, ahora todo había cambiado, esta vez el se había acurrucado en mi pecho, bajo mis brazos, buscando asilo, una calidez que tal vez no encontraba desde hacía quien sabe cuanto tiempo.

—¿Kookie?

Giré mi vista hacia la puerta, mamá me observaba con el teléfono de casa en la mano.

—Es papá, quiere hablar contigo. —Me levanté de un brinco y corrí hacia mi madre, ella me entregó el teléfono y lo acerqué a mi oreja.

—Hola papá. —Del otro lado escuchaba voces a lo lejos, ruidos de sillas y algunas carcajadas.

—Jungkook, estaba por empezar a leer un poco sobre el procedimiento a seguir en cuanto a un caso como el de Taehyung —suspiró —, pero encontré algo más que nos puede ayudar.

—¿Qué es papá? —Me senté en la cama.

—¿Recuerdas el intento de homicidio que tuviste?

Arrugue la frente, confundido.

—¿Si? —dije, sin entender la relación a la que quería llegar—. ¿No entiendo papá qué tiene que ver esto con Taehyung?

—Más de lo que te imaginas, pero no puedo hablarlo por teléfono, cuando terminen de almorzar me gustaría que se lleguen por aquí.

—Esta bien.

—Dile a tu madre que te acerque, no quiero que anden solos por la calle. —dijo en un tono preocupado. —Mandale un beso a tu madre, nos vemos hijo.

Y cortó

No entendía nada.

Mi madre seguía apoyada en el marco de la puerta, mirándome. Detrás Tae, ambos estaban hasta más confundidos que yo.

—¿Qué dijo tu padre? —Tae sacó el tema, se había acercado para apoyar su mano en mi espalda, ya que yo no me movía ni hacía alguna mueca, en mi mente trataba de unir ambas historias sin éxito.

—Chicos voy a ver las pizzas, después me explicas lo que esta pasando hijo. —Mi mamá nos dejó solos.

—Mi papá dijo que mi asalto tiene algo que ver con Tae.

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«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»Where stories live. Discover now