☆Capitulo 16☆

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Habían pasado dos días desde que Kookie se encontraba en el hospital, sus padres habían confiado en Jimin y Yoongi para cuidar de su pequeño por esa noche, los dos se encontraban sentados frente al chico que no hacía más que dormir y roncar, ya le habían tomado una foto al ver la cara extraña que tenía mientras dormía.

El chico no más de una vez dijo el nombre de aquel hombre que lo volvía loco entre dormido, estaba soñando con el y no parecía una pesadilla, todo lo contrario, se le podía ver sonreír de vez en cuando. 

Jimin tenía la mirada perdida y aunque Yoongi no era muy bueno en eso de ser social y hacer preguntas sobre los estados de animo de la gente, la curiosidad le rasguñaba desde el interior, pasaron unos minutos en silencio y cuando se decidió por hacer la gran y complicada pregunta Jimin se le adelantó.

—Daría lo que fuera para que Jungkook olvidara a ese maldito— En ese momento, para sorpresa de Yoongi, Jimin había empezado a llorar—No sabes todos los días y noches que el ha llorado por su culpa—

Yoongi no sabía que hacer en ese momento, su mundo se derrumbaba delante de el y lo único que hacía era mirar como las lagrimas se disparaban por sus mejillas, el dolor al verlo llorar era muy grande, en tan poco tiempo el había logrado meterse en su corazón y por eso odiaba verlo de esa forma.

—Oye...Jimin, por favor no llores...— Ignorando por completo sus suplicas aquel llanto se intensifico asustando un poco a Yoongi y dejándolo con los nervios de punta, las manos les temblaban y solo algo pasaba por su mente, era arriesgado, hasta podría salir lastimado de eso, pero como dicen, era mejor arriesgarse y no quedarse con las ganas.

Y Yoongi moría de ganas por besarle. Sus labios eran un mundo desconocido en el cual quería meterse, pero vaya que difícil era aquello.

Lo malo es que cuando por fin había reunido todas las fuerzas para tomar su rostro y darle un beso, Jungkook despertó llamando la atención de Jimin.

—¿Jimin?— Un pequeño alivio surgió en su interior, tal vez aquello era un aviso y debía esperar un poco más antes de dar su primer beso, sus mejillas se tornaron rosadas por un momento, le daba mucha vergüenza tener dieciocho años y no haber dado aquel primer paso teniendo a todo el mundo pensando que el había hecho eso y mucho más, pero la verdad era que en su vida tuvo que hacer muchas otras cosas que le alejaron de todo el mundo del amor, cosas como esas estaban en un plano lejano, el no era nada más y nada menos que un adolescente guiado por el camino equivocado y todo culpa de su hermano.

—Estoy bien Jungkook...— Poso la vista en la de Jimin, que trataba con todas sus fuerzas de alejar su mal estar— ¿Tu como te sientes?—

Una mueca se asentó en el rostro de Jungkook, se movió levemente, posiblemente tratando de no ser brusco y evitar más problemas.

—¿Mis padres?— 

—Nosotros te cuidaremos hoy, ellos deben descansar un poco— Jimin miró a Yoongi quien debía estar sumido en sus más profundos pensamientos.

—Pueden irse, no me pasará nada— Jimin negó rotundamente, en ese momento no le molestaba estar allí, estaría a su lado quiera o no.

—No Jungkook, tus padres confiaron en nosotros, ademas, me sentiría muy mal dejándote aquí— Kookie hizo una mueca, no era de su agrado tener compañía, pero no podían hacer más, les habían prometido a sus padres que estarían con el.

Jungkook asintió no muy convencido.

—¿Estabas soñando con alguien?— A Yoongi le sorprendió toda esa confianza que le tuvo al preguntarle algo tan personal como lo es un sueño y más si el mismo es con una persona especial, si al le preguntaran eso moriría de vergüenza.

«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt