«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»

☆Capitulo 27☆

—La última vez que me quedé aquí creo que no dormimos nada—. la mirada de Tae estaba clavada en el techo de la habitación, ambos trataban de dormir ya que a la mañana siguiente Jungkook tenía que ir a clase, pero la nostalgia se sentía a flor de piel. 

—Tu quisiste ver esa película de terror, Tae—. con el ceño fruncido, Kookie se asentó sobre sus codos mirando a Tae que se encontraba sobre  un colchón en el piso. 

—El cementerio de los animales no da tanto miedo Kookie—. Tae rodó los ojos mientras trataba de esconder una risa— además, los efectos especiales de la época eran horribles—.

—Si pero creo que me traumé para siempre con ese niño y el camión—. se volvió a recostar, esta vez de lado, aún posando su mirada sobre su amigo. —¿Puedo preguntarte algo?—.

Tae dudó, pero asintió con la cabeza esperando que no sea sobre su pasado, sobre ese que estaba a la vuelta de la esquina, el que le atormentaba cada día y noche. 

—Ese día en el hospital, me habías dicho que Hoseok no había sido el único en hacerte esto, ¿Con eso te referías a lo que pasó con tu papá verdad? ¿Quieres contarme?—. 

En ese momento Tae sintió como esas heridas en su espalda ardían, como si traspasaran su ropa y se sintieran recién formadas, el calor se expandía hacia adelante y a los costados, cerró los ojos por un segundo tratando de concentrarse en el ahora, le intentó ganar a esos recuerdos que dolían más que esas heridas. 

—Claro, si tu quieres—. 

Si quería, claro que quería, le contaría todo lo que el le preguntara, pero por alguna razón las palabras se había quedado atrapadas en su garganta y aunque el no quisiera un temblor molesto apareció en sus manos. 

Jungkook se sentó en su cama, sus pies rozaron el colchón donde se encontraba Tae, con un impulso se puso de pie y luego se arrodilló frente a el. Con mucha delicadeza cubrió sus manos entre las de el y las entrelazo tratando de transmitirle seguridad. Tae sintió aquello, necesitaba sentirse tranquilo para soltar todo ese mundo que habitaba en su mente, el peso de no haberle contado a nadie, de cargarlo con el desde hace tanto tiempo, estaba lleno de dudas y a pesar de que sabía que Jungkook no lo juzgaría, no podía evitar pensar en una situación alternativa donde se quedaría solo otra vez. ¿Jungkook sería capaz de abandonarlo? 

—Si, fue mi papá— a Jungkook se le pusieron los pelos de punta, empezaron a aparecer recuerdos y momentos vividos al lado de sus padres, algunas cosas tenían sentido, como miradas extrañas y los mismos comportamientos que tenía con Hoseok, mirarlo con miedo, preocuparse excesivamente cuando algo salía mal y tenía que avisarle a su padre, todo daba vueltas, pero lo que si no podía entender como es que ellos pudieran ser como Hoseok o aún peor.

—¿Cómo pudo hacer algo así?— fue lo único que pudo expulsar, la mirada de Tae se veía vacía, se sentía mal por hacerlo recordar algo que le doliera tanto— Tae enserio no es necesario que me cuentes si no quieres...—

—No, yo quiero que tu sepas todo de mi, se que puedo confiar en ti, solo que esto es muy difícil para mi...— Tae sostuvo con fuerza las manos de Jungkook, cosa que hizo que se le erizara aún más la piel, le encantaba sentir la suavidad y la delicadeza de su roce, por un momento pasaron muchas cosas por su mente, las ganas de sentir aún más esa piel. — Voy a mostrarte algo—

Sus manos se alejaron y se posaron sobre los extremos de su camisa, Jungkook seguía atento cada movimiento, sin entender mucho sobre lo que hacía.

—El sentirme atraído por otros chicos lo volvía loco— Jungkook asintió, Tae puso la camisa a un lado, era muy difícil ver su torso lleno de cicatrices de todas formas y tamaños, la tristeza invadió su cuerpo así como su odio hacia las personas que se atrevieron a dañar a su amigo— Un día pensé que podía hablar de eso con mi papá, ¿fue muy tonto de mi parte no crees? se lo comenté, pero el reacciono mal y desde entonces empezó a golpearme, no se detuvo hasta que dejé de vivir con ellos—

Taehyung se giró, cerró los ojos y dejó que Kookie mirará su espalda, donde yacían las más dolorosas cicatrices. 

—El pensó que con golpearme yo me iba a "curar" y que dejaría de amar al chico que me gustaba—

De repente sintió una calidez en su espalda, las manos de Jungkook recorrían con delicadeza cada rincón, por un momento sintió algo húmedo, sus labios, con firmeza pero con mucha suavidad se posaban en cada cicatriz. En un momento todo su cuerpo se pego a el, cruzó sus manos en la cintura y depositó su cabeza en su hombro, abrazándolo.

—Tae...— Su voz estaba quebrada, las lagrimas caían en su hombro y eso hizo que Tae también empezara a llorar— Enserio quiero protegerte, yo voy a cuidarte, voy a estar para ti cada momento  porque yo te amo—

Silencio.

Jungkook no podía creer que aquello se le había escapado. El miedo se apoderó de cada centímetro de su cuerpo, además de la vergüenza, todo había sido tan natural, el abrazo, sus sentimientos, todo brotaba sin que el realmente estuviera preparado para decirlo y ahora para asimilarlo.

Tae se dio vuelta, las lagrimas habían cesado pero en su mirada podía apreciarse un pequeño brillo.

—Yo también te amo— dijo con firmeza, ninguno de los dos se había dado cuenta de que estaban tan cerca el uno del otro, que las respiraciones se mezclaban y que poco iba a durar aquellos diminutos centímetros.

Jungkook poso sus manos sobre sus mejillas, un poco tembloroso se acercó y dejó que sus labios se unieran, era la primera vez que besaba a alguien, algo en su pecho se encendió, su corazón galopeaba como loco y en ese momento solo pensó en que ese había sido el mejor momento de su vida, todo su amor acumulado por tanto tiempo estaba siendo demostrado y mejor aún, correspondido. Tae se había acercado más y ambos cuerpos no podían estar más cerca, sus brazos se entrelazaron en su cuello y ambos se dejaron caer sobre ese colchón.

El beso duró unos segundos más y al separarse no hubo más palabras, solo miradas y sonrisas que decían todo, ambos se abrazaron y buscaron la forma de estar cómodos en ese pequeño espacio, pero la sensación de estar tan pegados y sentir la piel del otro era algo que les trasmitía paz. 

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¡Hola! 

No se si alguien aún lee esto, pero perdón por la tardanza, tengo muchas ganas de continuar, espero poder seguir. 

Tengo poco tiempo pero aún así voy a intentar con todas mis fuerzas dedicarle un poco a esto también.

Gracias por leer <3