☆Capitulo 19☆

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No había pasado mucho tiempo desde que Jimin se apareció en mi departamento, aún me encontraba en el sofá mirando hacia un punto fijo, pensando en todo lo que él había dicho, abracé mis piernas apegandolas a mi pecho fuertemente, no quería defender a Hobi, pero si algo salía mal el se las agarraría conmigo y a pesar de no vivir con mis padres, aún seguía siendo el chico cobarde que le tiene miedo a los golpes y lo que menos quería era eso, más golpes.

Aún tenía los recuerdos de las palabras que mi padre decía cada vez que me golpeaba, las sentía tatuadas en mi mente, como si llegaran a estar permanentemente en ese lugar.

"No te deben gustar los chicos"

Papá había hecho cosas que hicieron que dejara de pensar en el como un superhéroe, que dejara de pensar en el como...

Como mi padre.

El ya no era mi padre, nunca lo fue.

Me puse de pie y me acerque al porta retratos en la mesa del televisor, me vi un año atrás, cuando la relación con Hoseok se basaba en unos cuantos golpes que no pasaban de pequeños moretones y por supuesto, cero costillas rotas, tampoco patadas, solo llegaba a sentir su puño en distintas partes de mi cuerpo, pero eran leves, podía soportarlos y hasta sentía que me los merecía. 

Hoseok me abrazaba por la cintura y me besaba en la mejilla, mi sonrisa en ese momento ya era distinta, no mostraba mis dientes, era una simple curva sin sentimiento.

Jimin me había avisado que Jungkook había tenido un accidente, me dijo también que le haría muy feliz verme y que si podría ir sería genial, sabía el hospital en el que se encontraba pero había un pequeño problema.

Y eso tenía que ver con Hoseok, con toda la gente que me vería salir. Y el otro problema era mi rostro, mi cuello y todo mi cuerpo en general, mis piernas a cada paso que daba flaqueaban y un infierno de dolor se venía sobre mi.

Pero quería verlo.

[...]

El doctor se encontraba revisando mi herida, había cambiado la venda por segunda vez en el día y por lo que vi todo estaba bien, estaba curándose sin problemas, no se había vuelto a abrir y tampoco hubo infecciones ni esas cosas que según el, pasaban seguido en este tipo de herida.

—Estoy seguro que mañana podrás volver a casa, si no hay ningún inconveniente, estarás listo para caminar en dos días— Acomodó mis sabanas ocultando mis piernas— Pero ahora debes descansar—

Mis padres estaban a un lado mirando atentamente lo que hacía el doctor, me dedicaron una sonrisa y lo siguieron cuando el se fue de la habitación.

Jimin y Yoongi no habían vuelto a visitarme desde del día de ayer, mi estadía allí se había vuelto el doble de aburrida de lo que ya era, tampoco había vuelto a buscar algo interesante en la televisión. 

Me moví despacio, mirando hacia la puerta esperando que alguien se dignara a hacerme compañía. 

Pero nada.

Mis padres aparecieron nuevamente, mi madre tomaba sus cosas y supe que me dejarían solo allí, otra vez.

—Kookie, debemos irnos, mañana a primera hora estaremos aquí, Jimin dijo que puede quedarse junto a ti esta noche— Asentí, trataba de ocultar mi enojo porque sabía que ellos estaban ocupados en sus trabajos y yo no quería molestarlos, sabía que lo hacían por mi.

—Buenas noches cariño— Los dos se acercaron a mi, dándome cada uno un beso en mi mejilla, mi padre me dio unas palmadas en mi pierna derecha y acto seguido me quede solo otra vez.

Ya me estaba acostumbrando.

Lo malo era que no tenía absolutamente nada de sueño, navegue un poco por mis redes sociales, quise buscar a Taehyung en Instagram pero me resulto más difícil de lo esperado, estaba seguro que no tenía esa red social o su usuario era alguna combinación de números o cosas así.

Así que busque a Hoseok, con el no fue tan difícil, inmediatamente lo reconocí en su foto de perfil, tenía más de cinco mil seguidores y en su perfil había veinte fotos y solo había una donde estaba con Taehyung, el lo abrazaba desde atrás, pero Tae se veía triste. Y ahora yo sabía el motivo de su tristeza.

Dejé el teléfono en la mesa de luz que estaba a mi lado, parecía que el cielo se había cubierto de nubes impidiendo que la luz de la luna se filtrara del todo por la ventana, la única luz entraba por debajo de la puerta, me gustaba la oscuridad, cerré los ojos y traté de dormir, no se cuanto pasó hasta que me quedé dormido, pero fueron unos cuantos minutos hasta que me desperté de golpe viendo como alguien entraba en la habitación.

Supuse que era un enfermero o el mismo doctor que se pasaba por aquí para ver si todo andaba bien.

Pero no, lo vi cerrar la puerta tras de si y su mano se acerco al interruptor de la luz.

En ese momento mi corazón empezó a palpitar con fuerza, me senté en la cama sin dejar de mirarlo más que sorprendido por su inesperada visita, estaba sorprendido por su estado.

Se movió nervioso en su lugar, sus piernas parecían estar al borde de colapsar y mi sangre en ese momento en el que miraba sus golpes palpitaba bajo mis venas, quería levantarme y buscarlo, donde quiera que este y golpearlo, pero sabía que el que terminaría mal sería yo y ya estaba demasiado mal para seguir sumando golpes a mi cuerpo.

—Hola...— Su voz sonó distante, ni siquiera tenía esa sonrisa con la que me recibió el día que volví a verlo, la que tenía en este momento era apenas una mueca— Jimin me dijo donde estabas—  

Le devolví la sonrisa, hice una seña para que se acercara a mi y pareció dudar al principio pero luego empezó a acercarse hasta llegar a mi lado, me miraba apenado y yo no quería que se sintiera así.

—Te ves peor que yo—Por fin tuve el honor de escuchar su risa otra vez, quise tomar su mano, pero en el momento en el que toque sus dedos el la aparto rapidamente.

Como si tuviera miedo de que fuera a hacerle daño.

El mundo se cayó a mi pies cuando las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

—Jungkook yo... yo te defraude, te hice una promesa y no la cumplí— Nunca había visto a Taehyung llorar como lo hacía en ese momento, el llanto se intensificaba con cada palabra que salía de su boca, sus manos temblaban y pareciera que en cualquier momento dejaría de respirar— Intenté mandarte todas las cartas que escribí, lo juro, nunca tuve el valor de hacerlo—

En ese momento me importaba tan poco lo que había pasado, el que no me haya contactado, Dios, no me importaba en lo absoluto.

—Taehyung— Esta vez pude tocarlo sin problemas, sostuve sus dos manos acariciando sus nudillos, estaba tan afectado por todo eso.— Mírame—

Sus ojos se encontraron con los míos, por un momento me perdí un poco en ellos, las lagrimas habían dejado de salir dándome paso a encontrarme con toda una mirada inundada en tristeza.

—No llores Tae, mírate como estas, ¿crees que me importa tan solo un poco el que no me hayas podido contactar? Lo único que quiero ahora es que estés bien, y no lo estas ni un poco, eso es lo que me tiene mal, no puedo verte así— 

—Pero no puedo hacer nada...— Me dolió tanto escuchar su voz así, tan quebrantada— No sabes cuantas veces intente salir de todo esto Jungkook...ya...—

Suspiró, esta vez no me miraba y me sostenía de las manos fuertemente.

—Ya dejé de intentar...—

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«¿De que sirve matemáticas en el amor? // Vkook»Where stories live. Discover now