Capitulo 2: Revelaciones. (Actualizado)

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El tiempo paso, lo que empezó como minutos rapidamente se volvieron horas. No habia espacio, ni tiempo en este extraño sitio. Por mas que el tiempo avanzara, no habia cambios perceptibles, desde temperatura hasta iluminación, todo se mantenía en un inalterable estado, imperceptible para los sentidos.

Podría jurar que habría pasado más de uno o dos dias desde que estuve sentado sin hacer nada. Para mi sorpresa no sentía hambre, ni sed, ni sueño, solo una increíble impaciencia que me comía por dentro. Al cabo de unas horas, me puse de pie y comencé a tocar mis piernas, a pesar de que se suponía que había muerto no era un fantasma, podía sentirlas, afortunadamente no se encontraban entumecidas a pesar del largo tiempo sentado.

A simple vista no habian cambios aparentes en mi cuerpo. sin embargo, la fatiga, dolor e incomodidad, todos los males habian parado. Me sentía mejor que nunca.

La caminata y meditación continuo durante unas horas más con tal de entretener mi mente, este tipo de situación ya era común para mi. Durante los largos días en la cama del hospital creía que perdería mi cordura. Normalmente leería algo, pero no había libros en este lugar. Entonces, el caminar era lo único que podía hacer. Esto me llevo a un gran trance que evito que pudiera notar la presencia de alguien que me observaba, la figura se encontraba de pie mientras veia como caminaba en círculos alrededor de la silla.

-Veo que te aburres-. Fueron unas gentiles palabras dichas con una voz ruda, estas me hicieron estremecer y rápidamente gire rumbo a su dirección. -jejeje, no tienes que estar tan nervioso-.

Quede perplejo, frente a mi se encontraba un anciano, pero este no era algo que hubiera visto antes, algo alejado de un humano. Su rostro se encontraba repleto de arrugas, en su barbilla habia una larga barba puntiaguda que llegaba hasta la cintura. Su cuerpo era lo más llamativo, se encontraba completamente lleno de músculos, su piel era bastante oscura, sin embargo, podían verse las marcas de ejercicio y venas que recorrían su cuerpo. Su torso estaba desnudo pero, a partir de su cintura había una falda negra tan larga que llegaba hasta sus pies, a pesar de que claramente era una falda, debido a su aspecto, esto solo resaltaba su corpulento y masculino cuerpo.

Tatsui -Lo siento...-. Fue lo único que pude responder, al ser intimidado por el prominente anciano frente a mi, entonces, con un gesto de su mano, volví a tomar asiento.

-Lamento la demora, cuando fueron a buscarme me encontraba de visita en otro mundo, por lo que tomo tiempo hasta que me localizaron-.

Con su declaración, el sobresaliente anciano hizo aparecer una silla similar a la mia a pocos metros frente a mi, entonces, acomodando su larga falda se sentó y me miro fijamente. Había pasado casi dos minuto de un incomodo silencio hasta que finalmente hablo, con una expresion seria y pensante.

-Freya me ha contado todo lo sucedid, seguramente tendrás muchas preguntas, por lo que comenzaré con mi explicación y si tienes alguna pregunta entonces no dudes en preguntar-. Dicho esto se mantuvo en silencio, me observo nuevamente y luego de unos segundos asintió con la cabeza y prosiguió. -Este lugar no tiene nombre, pero en el residimos seres creadores, aun que Freya nos presento como dioses realmente no lo somos, seria más correcto decir que somos dioses de dioses. Nuestro deber radica en la investigación, creación y gestión de los diferentes mundos y universos, no solemos interferir con ellos, pues son sus respectivos dioses creados por nosotros los que interactúan con el entorno-.

Al escuchar sus palabras mis ojos se abrieron como platos, la persona frente a mi y aquellas bellas mujeres que había visto previamente, tenían un origen más imponente de lo que imaginaba. Aunque escuchar que estas personas eran creadores de dioses y universos no me tomo mucho tiempo en asimilarlo. Gran parte de mi vida la pase en el hospital, una de mis mayores aficiones era la lectura, mayormente novelas y mitología. Cuando ingrese al hospital solo era un niño, mís padres dieron lo mejor para asegurarse de que tuviera la mejor atención y educación que pudiera conseguir. Dejando de lado los exámenes rutinarios y las jornadas de estudio, estos relatos de fantasía y drama lograban alegrar mi vida, por lo que no tomo mucho tiempo antes de que asintiera a la persona frente a mi, en señal de comprensión.

Encargado de otro mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora