96. Tiempo de pactos.

717 66 77
                                    

Capítulo 96.

Narra Paulo.

Si, estoy yendo a desayunar ahora -dije dando pasos cortos-

Caminé casi apoyándome contra la pared. La verdad que los ecos en mi interior me estaban matando.

Ya casi es mediodía, te parece desayunar? -rió-
Kichan no entiendo -dije entrando al ascensor- Vos también estabas re tomado anoche, no tenés resaca? Yo apenas puedo hablar, me duele todo -me quejé apoyándome contra el vidrio-

El ruido de las puertas cerrándose se sentían como un taladro en mi cabeza.

Yo soy de los que no tienen resaca, por suerte -respondió- Che... Estás seguro que el dolor de cuerpo es por el alcohol? No te habrás mandando alguna eh -dijo burlándose-

Tragué saliva nervioso y no supe qué responder. Que yo recuerde no me la mandé. Aunque a ésta altura en quien menos confío es en mí mismo. Llegué a la planta baja y seguimos hablando.

No hay nadie acá, un silencio. Gracias al cielo -dije sentándome a la mesa-
Yo también estoy solo acá. Mañana viajo a Córdoba capital, y ando sin documento porque así pega más pega más -cantó-

Empecé a reírme.

Mezclaste todo, seguís borracho -reí- Cantás... Hermoso -dije mintiendo- Pero no lo hagas más, me matás -pedí-
Que malo que sos, cuando vengas te voy a cantar fuerte para compensar -se quejó-
Dale, trato hecho -empecé a alimentarme-
Che, estuve pensando -susurró-

Consulté con un leve gemido qué era lo que pensó.

Y si cortamos contacto? Veinticuatro horas... Así nos extrañamos un poco más -exclamó-
Eh? Por qué? -pregunté confuso-
Y digo... Nos vamos a ver, y me gusta extrañarte, pero lo que más me gusta es el reencuentro -susurró-
Tenés cada arranque Kichancito -dije por lo bajo- Y me encanta -completé-
Y vos a mi me encantás -expresó- Cuando terminemos de hablar nos bloqueamos y mañana nos desbloqueamos juntos, cuando estemos en el departamento de Juanma. Ah, y a Maxi y a Nico también los voy a bloquear porque si no me tiento y pregunto por vos -empezó a reírse-
Que drástico Kichancito! Todavía no vuelve tu amigo? Le usurpamos el lugar -reí-
Todavía no vuelve, y cuánto le agradezco -largó una leve carcajada-
Creeme que yo le agradezco más -sonreí de lado-

Seguimos hablando unos minutos más y me pasó la dirección exacta. Faltaba tan poco para al fin volver a vernos. Cuando corté la llamada, ví venir a Taglia con algo en las manos.

Buenas buenas -saludó sentándose a mi lado-
Y esa alegria? Bajá la voz por favor -pedí-
No puedo estar feliz ahora? -preguntó sentándose-
Muy sobreactuado, vos no sos así... Qué pasa? -pregunté frunciendo el ceño-
Dejá de delirar perro -sonrió y me sacó un par de cereales-

Me quedé viéndolo con mi mejor cara de pesimismo. Él suspiró y conectó sus ojos con los míos.

Maxi, está bajón porque termina todo ésto y le quiero levantar el ánimo, por eso estoy así... Alegre. No se levantó de la cama en toda la mañana -bufó-
Y no se da cuenta que actuás para el orto? -pregunté-

Se quedó viéndome con una sonrisa siniestra en el rostro. Sabía que se venía algo, o una trompada o algo similar. En vez de eso, acercó sus manos y aplaudió cerca mío. Me quejé y me tapé los oídos, sufriendo.

Perdón, perdón... No te vuelvo a cuestionar -dije cerrando los ojos con fuerza-
Si que te pegó el alcohol eh -se burló-
Algunos nos quedamos a disfrutar con nuestros amigos sabés, no nos cortamos solos -protesté-
Vos porque estás celoso, además -la risa no lo dejó seguir hablando- Tan amigos no son si casi lo cagas a palos a paredón -siguió riéndose-
A quién? -pregunté confundido-
A Paredes... No te acordás? -consultó con seriedad-
N-No... Contame! -pedí-

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora