23. La despedida.

1.6K 137 84
                                    

Capítulo 23.

Narra Pavon.

Podés comer más despacio? -doy un bocado-
Ésta pizza está riquísima! -termina la quinta porción-
Menos mal encargué dos -llevo una servilleta a mi boca-
Mi piace molto la pizza! -dice levantando una mano-
El qué? -frunzo el ceño-
Che tu sei l'amore della mia vita -esconde sus manos bajo la mesa mirándome feliz-
Anda a cagar... No entiendo un carajo -sirvo gaseosa para mi-
En serio no entendes nada? De nada? -sonríe-
Dijiste algo sobre helado? O el postre... Algo así?

Se mata de risa.

Voglio fare sesso con te. -dice mirándome-

Niego y sigo comiendo.

Te? Un café si queres te preparo -digo sarcásticamente- No es gracioso, y pronuncias para la mierda -me rio-
Que sabes vos si no entendés lo que digo? -me saca el vaso-

Hijo de puta servite si querés tomar, no me saques el mío. No se para qué traje dos copas.

Voglio sposarti... -acerca su mano-
Esposarme? Vos estás re loco, esas cosas raras no me van... -me levanto de la mesa-

Él se ríe golpeando la mesa y yo lo ignoro. Busco mi celular y sonrío a la pantalla.

Qué? -me consulta-
A ver hablá! Le pregunto a éste aparato así me traduce -me acerco emocionado-
Aparato? Sos mi abuela de 90 años... Y no, ya terminó el juego -aleja su silla de la mesa-

Lo miro con enojo y dejo el teléfono a un costado.

Por cierto, helado es gelato... Hasta mi primo de 4 años sabe eso -me tira una servilleta-
A todos tus parientes vas a nombrar? Andá, italiano trucho... Aguante Argentina -sacudo mi remera que tenia algunas migas- Qué onda? Que hacemos? -consulto-
Para qué me preguntás si sabes la respuesta? -levanto una ceja-
No no sé, por algo pregunto. -digo ignorando su cara-

Se forma un silencio cómplice hasta que hablo.

Ponerla? -sonrío-

Empieza a reírse de manera demasiado exagerada para mi gusto. Lo tomo como una burla, y claramente lo es.

Qué? -digo serio-
Que me conocés mucho... Igual no, por ser hoy no quiero ponerla...
Mirá vos -digo sorprendido-
Todavía -completa la frase-
Hagamos un jueguito... -expresa emocionado acercándose a la mesa-
Con qué me vas a salir ahora. -digo desganado-
Una pregunta y una pregunta, quiero conocerte más -esboza-

Me río ante la situación pero accedo. Nos preguntamos cosas personales pero nada interesante, hasta que se mete en un terreno... hostil.

Cuanto fué lo maximo que te duro una novia? -me pregunta desafiante-
Novia? -él asiente- Naa, meses... No soy de las relaciones -me rasco la cabeza-
Nervioso? -me pregunta-
Para nada. -digo firme-
Bueno yo duré... -lo interrumpo-
Yo no te pregunté nada. -me apuro a decir- Mi pregunta es otra... Te acordás el día que nos conocimos? -digo algo nervioso-

Él asiente y comienza a relatar.

Narra Paulo.

Me acuerdo bien cómo fue. En el momento no le di importancia, pero hoy viéndolo de lejos me provoca sensaciones distintas. Teníamos los partidos amistosos contra Rusia y Nigeria. Y todo el mundo hablaba del chico nuevo que era sensación, y me sentía un poco alborotado por todo el revuelo. Acomodaba mis cosas antes de entrenar, y lo veo acercarse.

Hola -me pasa la mano- Cómo va?

Devuelvo el saludo. Los demás muchachos lo reciben con alta ansiedad. No le doy mucha importancia. Soy de esa clase de personas que prefiere la monotonía. Todos sabemos que el centro de atención acá es Messi, y hay una larga cola de jugadores de renombre que vienen detrás. Sonará soberbio, pero estoy entre esos que siguen detrás de él. Quizás por eso empecé con el pie izquierdo en la Selección: me cuesta no ser el centro de atención. Al menos no por mucho tiempo. Siento que tengo mérito para estar donde estoy, y quiero reconocimiento. Y ahora llega éste? Con todas las miradas en él? Quien se cree? Bueno, no voy a prejuzgar. Lo mejor va a ser dar todo de mi y no darle mucha crédito a lo que pasa.
Trotando, veo al nuevo medio alejado. Sé que se llama Cristian pero le dicen Kichan, así que así le voy a decir. También sé que viene de Boca y es cordobés. Esa es toda la información que tengo. Pasa a un costado mío y se tropieza. Largo una carcajada y lo paso, pero al ver que no se levanta vuelvo y me acerco.

Estás bien? -paso la mano-
Si, si estoy bien -se levanta rápido-

Sigue trotando y me deja pagando. Lo noté nervioso, pero bueno. Miro a los costados y quedé solo y lejos del grupo. Retomo el trote.

-.

Cambiándome los botines, lo veo llegar. Miro de reojo como guarda sus cosas.

Ya sé que estás pensando... Éste pelotudo se cae en su primer entrenamiento. -ríe- Son los nervios. -dice rápido-

En mi cabeza solo puedo pensar una cosa: por qué se contesta sólo a lo que él mismo dice? Que intenso debe ser este pibe, mamita.

Yo no pensé nada, amigo -digo levantándome-

Pareciera ignorar lo que le dije y sigue hablando.

Siento mucha presión, rodeado de estrellas... Messi, el Kun, Pipita... Vos -dice atándose los cordones-
Yo? -digo apurado casi sin pensar-
Y si -se levanta quedando frente a mi- Tan joven y estrella de la Juve, sos un groso... Si te miro mucho que no te extrañe, quiero aprender de los expertos -me da una palmada en el hombro y se va-

Tardo en reaccionar y doy un silbido. Él se da vuelta.

Vamos a ser grandes amigos vos y yo -levanto el pulgar-

Él hace lo mismo y desaparece. Me quedo mirando la puerta pensando en lo que dijo. Cuando vuelvo a la realidad me doy cuenta que estuve sonriendo como boludo. Qué fue eso? No sé, pero este chico me cae excelentemente bien.

Me acuerdo de mi caída, soy un bobo -se tapa la cara avergonzado-
Vivías acelerado, te acordas cuando Lio te hablaba? -río-
Me acuerdo cómo me transpiraban las manos -dice mirándoselas-
Y cuando yo te hablaba? -sonrío-
Cuando vos me hablabas hacia que no escuchaba porque seguro estabas diciendo alguna huevada... -se burla-

Los dos nos quedamos mirando la mesa sonriendo como boludos.

Yo lo único que sé es que desde que te vi hubo algo... No sé si amor, curiosidad o lo que sea, pero te vi y acá pasó algo -digo llevándome una mano al pecho-

Él sonríe bajando la mirada.

Vos no podes estar sin hacerme poner triste verdad? Pasame tu mano -extiende la suya-

Se la paso y miro curioso la situación.

Bueno novio -reímos ante eso- Yo también te vi y te admiré desde el primer día -acaricia mi mano- Esa admiración hoy es otra cosa... Vos no sabes cómo peleé para que no me pasen cosas con vos, y acá estamos... Gracias por quererme -dice sonrojándose-
Ti amo -digo sonriendo- Mirá, hasta en italiano te lo digo!
Eso si lo entendí -dice sonrojándose- Esperá! -agarra su celular ansioso-

Lo miro sin entender mucho que hace, pero espero tranquilo.

Grazie per avermi amato, Paulo Dybala -dice intentando contener la risa- Avermi se dice? O avermí con acento en la i? -cambia la cara- No debe ser buena la traducción de Google.

Me levanto y lo estiro del brazo. Lo beso casi agonizando.

Grazie per esserti presentato nella mia vita, Kichan Pavon-
De todo eso solo entendí gracias y mi nombre -ríe- Pero tu carita linda me dice que es algo bueno -vuelve a besarme-

Vamos de la mesa a la cama y nos metemos bajo las sábanas. Le ruego que me abrace y nos quedamos así, el uno pegado al otro. Ni siquiera hay ganas de tener relaciones sexuales, en este preciso momento la cama está desbordada de algo mucho más que solo sexo. Hay amor.
Se hacen las 5 de la mañana, nos quedamos dormidos. A las 7 sale mi vuelo, él se va más tarde. No quiero despertarlo, duerme tan plácidamente. A pesar de no querer, me levanto de la cama, me visto y estoy a punto de salir. Desde la puerta lo miro, me acerco y le doy un último beso. Hago mi mejor esfuerzo para no dejar rastro de mis lágrimas en su cara. Salgo de ahí, no sin antes susurrar un "te amo Kichanchito" por lo bajo. El camino a mi habitación se hace tan eterno como doloroso.

Continuará. (Últimos dos capítulos)

ESCUCHEN ESA CANCIÓN DE FONDO SI PUEDEN. Es la canción que inspiró esta novela, y bueno eso. Gracias por tanto, perdón por tan poco. Adiós.

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora