63. Felices? Los cuatro.

954 69 76
                                    

Capítulo 63.

Narra Pavon.

Hoy es uno de esos días en los que todo parece conspirar para que sea un día malo. Ojo, soy muy positivo, pero un día de lluvia y tener que ir a entrenar no me la hacen muy fácil que digamos. Lo único que me tranquiliza es que mañana voy a mi casa a ver a mi familia. Después de cumplir mi rutina, vuelvo a mi departamento todo mojado. No dormí siesta, son las siete de la tarde y no para de llover. Pensé en llamarlo a Paulo, pero no doy más del sueño. Hablando de eso, mi celular suena.

Buenas -digo terminando de bostezar-
Hola Kichancito! Que hacías? -sonríe al otro lado-
Nada, recién vuelvo a mi departamento... Y vos? -contesto sentándome en la cama-
Yo por bajar a desayunar, estoy haciendo tiempo porque recién entró a bañarse Lea. Hoy jugamos -dice-
Llegó el día! Estás focus? -me río-
Eh? -dice con sorpresa-
Si estás con pilas digo -largo una risa-
Pero por supuesto señor, siempre -susurra- Aunque éstas pilas están demasiado cargadas... Cuando me ayudas a descargar? -cambia de tonalidad-

Relamo mis labios después de escuchar esas palabras. No sé qué me pasa últimamente, pero empiezo a entender cada vez más a Paulo. A entender su lado sexual me refiero. La abstinencia me pega también. El sexo nunca fué una prioridad en mi vida, claramente forma una parte importante pero no es determinante, pero últimamente si lo está siendo. Me despierto en el medio de la madrugada con el amigo parado, sueño cosas... Extrañas. Eso me trae un recuerdo de dos noches atrás a la cabeza, justo antes de jugar con Paulo por videollamada.

Flashback del sueño.

Estamos en una especie de jacuzzi. Bah, estoy solo en realidad. De repente se abre la puerta y Paulo ingresa con una toalla rodeando su cintura.

A ver haceme lugar -dice sentándose a mi lado- Te dije que había que averiguar uno más grande -se acomoda la toalla-
Por qué? Si entramos bien los dos -respondo-

Gira su cabeza para mirarme frunciendo el ceño. No comprendo su expresión hasta que veo que Nico entra en paños menores y se sienta frente a nosotros.

Qué onda los chicos? -dice sonriendo- Maxi ya viene eh, está guardando nuestras cosas -se pone de pie nuevamente-

Me sonrojo automáticamente al ver que se saca la toalla y queda completamente desnudo frente a los dos.

Qué hace, Paulo? -digo escondiendo mi cara en el cuello de mi novio-
Ey, no tengas vergüenza che -dice poniendo una mano sobre mi rostro y moviéndome para obligarme a mirar-
Qué pasa Kichan? No es la primera vez que me ves así -sonríe cruzando las piernas-
Es verdad -dice Paulo poniéndose de pie-

Queda desnudo también y empiezo a respirar con intranquilidad. Con calentura, mejor dicho.

Chicos yo... -me detengo-

Me freno al ver entrar a Maxi para luego ubicarse al lado de Nico, desnudo también, de lo más deshinibido.

Y bueno? La música? Paulo vos dijiste que ibas a poner algo acorde -se queja el recién llegado-
Ya va! Ya va -camina-

Estoy con la mirada fija en el piso y de repente empieza a sonar Maluma. Muevo la cabeza para ver qué pasa y Paulo se acerca a nuestros dos amigos, para sentarse en el medio. Rodea a Maxi con un brazo.

Qué estás haciendo? -pregunto asustado- Nico te va a castrar -sonrío nervioso-
Para nada -sonríe mirándolo-

Y lo besa con cierta delicadeza. Me sorprendo ante ésto y ante la sonrisa de Maxi que parece disfrutar también.

Pero... -digo boquiabierto-

Paulo gira su cabeza y besa a Maxi ahora. Empiezo a tragar saliva con dificultad y me levanto. Camino hasta la puerta y está cerrada con llave. Me giro y los tengo a los tres frente a mi, de pie.

Abran -digo nervioso-
No amor, disfrutá -susurra Paulo en mi cuello-

Cierro los ojos suavemente y siento su lengua recorrer la zona. Inmediatamente después, siento la respiración de alguien más en mi nuca. Muevo la cabeza un poco para ver quién es y mi cuerpo comienza a reaccionar.

La vamos a pasar bien, amigo -dice Nico acariciandome la espalda, chocando su cuerpo contra el mío-
Pero -digo con dificultad-
Hacele caso a tu capitán -dice Maxi a un costado, besando mi hombro derecho-

Éste último me toma por sorpresa al empezar a rozar mi miembro con la punta de sus dedos, mientras Taglia juega con mi parte trasera y Paulo me besa desaforadamente. Inmóvil, no me quedan más opciones que dejarme llevar. El cuerpo caliente de Nico me empuja cada vez más hasta llegar a un lugar donde podemos sentarnos, y me apoyan ahí.

Paulo... -digo sobre sus labios-
Sh, vos no lo sabes callar -dice Maxi-

Y me besa también. Frunzo el ceño con pesadez y Nico empuja mi cabeza para forzarme más. No puedo más de la excitación que tengo. Abro los ojos en pleno proceso y Nico y Paulo también se besan. Por alguna extraña razón no siento celos. Después de unos minutos así, nos separamos y Nico me levanta, sacándome el asiento.

Ahora van a hacer exactamente lo que nosotros hacemos -sonríe abriéndose de piernas-

Observo con cierto entusiasmo y Maxi se sienta sobre su regazo mirando hacia la pared, lentamente. Paulo me abraza por detrás y empiezo a sentirlo dentro mío. Empieza con las embestidas y no puedo mantenerme fijo, me acerco cada vez más a nuestros compañeros. Con los ojos cerrados, choco contra la espalda de Maxi. Un brazo de Nico nos rodea a Paulo y a mi y nos atrae más hacia él. Mis gemidos son callados con un beso suyo, mientras Paulo me despeina y aumenta la potencia. Mi cuerpo cede ante tanta presión y empiezo a tener debilidad en las piernas, entonces todos se detienen. Trago saliva exhausto y veo a Maxi parado a un costado mío.

Te toca -dice Taglia señalándose a sí mismo-

Me sorprendo ante ésto y rápidamente giro para mirar a Paulo.

Dale Kichancito, te va a encantar... Lo hace re bien -sonríe-
Y vos venís conmigo -dice Maxi agarrando a Paulo de un brazo-

Nico me toma de la cintura y me acerca a él.

Vamos a divertirnos un poco vos y yo... -sonríe-

Y la canción termina. Y me despierto.

Yo te esperaré, nos sentaremos juntos frente al mar... -canta Paulo-
Eh? Qué? Perdón! Me colgué -me muevo-
No pasa nada... Me gusta escucharte respirar -se ríe-
Perdón, de verdad. Estaba en otra -digo nervioso-
Tranqui peque, te dejo porque ya sale Lea... Hablamos más tarde si? -dice poniéndose de pie-
Si! Si... Vos llamame después del partido dale? Éxitos bebote, meté goles eh -me río-
Me imagino que es tu colita linda y meto unos 12 -se ríe-
Andá a cagar -niego riéndome también y corto-

Suspiro con el teléfono en la mano y algo me llama la atención. Me tapo el pantalón con una almohada para evitar ver mi erección y me tumbo en la cama pensando en que va a ser una larga tarde-noche.

Continuará. (Últimos capítulos)

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora