Capítulo 11: ¿Se conocen?

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-Hola, mi niña - me saludó Bridgett cuando entró a mi habitación, llevaba de nuevo una charola de comida en sus manos, ya había amanecido - ¿Todavía no te levantas? - Preguntó cuándo me vio recostada en la cama, pero yo no tuve fuerzas para responderle - Mi niña, debes levantarte y lavar esa preciosa carita que tienes...

Tenía la misma ropa de la noche anterior, eso junto con mi cabello desaliñado, mi maquillaje corrido y los ojos hinchados por haber llorado tanto... Dudaba mucho que debajo de todo eso aún existiera esa "preciosa carita" de la que mi nana estaba hablando.

-Debes levantarte - me repitió.

-Me duele... - susurré.

-Lo sé - me aseguró - Sé que te duele, pero no ganarás nada encerrándote aquí... Eres una Van Der Woodsen... Tú lugar es afuera, siendo lo que siempre has sido, fabulosa.

-Él me ama - logré decir.

-Mi niña... No pienses más en ese muchacho... - me dijo, sentandosé a mi lado, tratando de peinar mis cabellos - Si te amara, estaría aquí, ¿No crees? ¿A dónde fuiste anoche? ¿Fuiste a verlo? - me preguntó y lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza - ¿Y qué pasó? ¿Discutieron?

-Él no estaba allí - logré decir - Se fue... No sé a dónde, no sé por qué... Él se fue, y ni siquiera me dijo nada...

-Mi niña... Ese muchacho no te quiere, debes olvidarlo, debes dejarlo ir - me aconsejo - No quiero sonar como tu madre... Pero eres demasiado especial como para estar sufriendo por un muchacho como él.

Me senté en la cama y le permití que me diera un fuerte abrazo lleno de amor y comprensión, tenía el corazón roto, pero me dolía todo el cuerpo...

-Debes ir de compras - sugirió - Y debes prepararte para esta noche...

-¿Esta noche? - hablé por fin - ¿Qué hay esta noche?

-Tu madre no te dijo nada, ¿verdad? - preguntó y negué con la cabeza - Hay una fiesta esta noche... Y no creo que tengas la opción de faltar.

-¿Por qué es mi madre así? - le pregunté - ¿Por qué no puede entender que me duele todo?

Bridgett se sentó al pie de mi cama, y mientras me insistía para que me comiera lo que me había llevado, tuvimos una larga conversación sobre mi madre, sobre Luke, y por alguna razón, Harry Styles apareció también en nuestra charla. Amaba a mi nana y ella me amaba a mí, y como he dicho antes, ella tiene permitido tocar cualquier tema conmigo, por lo que no fue raro que yo me quejara sobre las ideas de mi madre. ¿Ofrecerme a Harry? Era inaceptable para mí, pero Bridgett creía que él era un buen muchacho, y que sus intenciones no eran las de comprarme ni nada por el estilo, según ella, él solo había aparecido en el momento equivocado en mi vida, "Él ni siquiera me cae bien" le dije, pero ella insistió en que no podía decir eso pues no lo había tratado lo suficiente como para poder crearme una opinión real, también me dijo que no podía despreciarlo de esa manera, sobre todo porque la vida daba muchas vueltas.

Muy a pesar de mis negativas me convenció de salir de la cama e ir a comprar un vestido para la fiesta de esa noche. "Terapia de compras" Eso fue lo que me repitió una y otra vez hasta que salí de la casa, aparentemente había aprendido eso de mí. El dolor aún estaba demasiado fresco en mi pecho, por lo que no quise ir demasiado lejos, ni buscar uno de esos despampanantes vestidos que tanto me gustaban, así que simplemente me dirigí a algunas tiendas populares y rodeadas de gente, cualquier distracción era buena para mí.

Mientras caminaba con unas bolsas ya en mis manos, sorpresivamente, y como una cachetada de parte del destino vi como la chica del día anterior, aquella chica de cabello negro que se había presentado en mi casa estaba saliendo de una tienda de la calle de enfrente. Miles de pensamientos aparecieron en mi mente, era mi momento para enfrentarla y hacer que me dijera toda la verdad, pero mientras mi cerebro buscaba la manera correcta de obtener lo que quería, otra "coincidencia" cruzaba la calle. Harry Styles. Quien saludó cordialmente a la morena para luego mantener una conversación de algunos minutos con ella, finalmente ambos se despidieron y tomaron caminos diferentes. Todo pasó tan rápido y tan sorpresivamente que no tuve oportunidad de abordar a ninguno de los dos. ¿Por qué se conocían? ¿No había dicho ella que venía de Suiza? ¿Qué relación tenían ellos dos? Caminé en la misma dirección que la chica, pero nunca pude alcanzarla. Necesitaba respuestas, y las necesitaba pronto.

Bodas de OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora