NUMB ° DRACO MALFOY (ESPAÑOL)

xxxix. bienvenida de vuelta

«BIENVENIDA DE VUELTA»

UN AÑO DESPUÉS

—Mientras el juego se acerca al final, vemos a Anastasia Rosier del Equipo Nacional Americano acercándose increíblemente hacia el poste de gol, pero ¡oh! ¡La Cazadora del otro equipo le ha robado exitosamente la Quaffle! ¡Pero, por las barbas de Merlín! ¡Anastasia Rosier ha hecho un movimiento increíble para conseguir la Quaffle y, sí! ¡Diez puntos para el Equipo Nacional Americano!

Anastasia sonrió alegremente mientras alzaba los brazos en victoria, la multitud rugiendo con ella. Se dio la vuelta y vio nuevamente la Quaffle en el lado irlandés del campo, ella sonrió y voló rápidamente hacia ellos para quitársela. Estaba cerca, demasiado cerca, cuando la multitud rugió con emoción y los fuegos artificiales explotaban en el cielo.

—¡Ariel Singleton tiene la Snitch dorada! ¡Repito! ¡Ariel Singleton tiene la Snitch dorada! —Gritó el comentarista por el micrófono—. ¡Y el Equipo Nacional Americano ha ganado la Copa Mundial de Quidditch!

Anastasia aplaudió fuertemente mientras celebraba con sus compañeros de equipo la gran victoria. No podía creerlo, su más grande sueño se había vuelto realidad frente a sus ojos, pero no tenía a nadie con quien compartirlo. Sin padres, amigos ni Draco. Solo sus compañeros de equipo.

Una parte de ella quería desesperadamente regresar a Inglaterra y recuperar el tiempo que perdieron por su ausencia, pero también significaba encontrarse con Draco, y no estaba segura de estar lista para eso. Les sonrió a las cámaras mientras periodistas deportivos comenzaron a hacerle un millón de preguntas sobre el partido, pero su mente estaba en otra parte.

Ignorando los molestosos flashes de las cámaras, hizo su camino hacia los vestidores y se quitó su uniforme lentamente. Suspiró profundamente mientras vio la foto colgando al fondo de su casillero, y sintió un nudo en su garganta mientras lo admiraba. Era la foto que Remus le había dado en la plataforma, era una foto de ellos tres, como una familia feliz. Anastasia estaba admirando el vientre abultado de Tonks, mientras Remus lo acariciaba con amor.

La chica exhaló profundamente mientras reposaba su frente en la puerta del casillero, y presionó la foto más fuertemente contra su pecho. Sabía que era hora de volver, Teddy la necesitaba.

—Voy a volver. Por Teddy —susurró para sí misma.

...

Volver a Inglaterra era algo que Anastasia nunca pensó después de formar una vida en América, una buena vida libre de magos tenebrosos. Había pasado un año y se preguntaba cuánto habían cambiado todos, si George pudo avanzar de la muerte de su gemelo, si Ginny y Harry pudieron reavivar su romance así como Ron y Hermione. Tenía demasiadas preguntas, y solo tenía que tocar dos veces para saber las respuestas.

Siendo sinceros, ella no sabía lo que estaba esperando cuando tocó la puerta de la Madriguera. Exhaló profundamente y bajó la mirada a sus viejos sneakers que obtuvo meses atrás en una tienda muggle con sus amigos nacidos de muggles, o como se llaman en América "no-mágicos".

—¡Abre la puerta, querido! —Oyó a la señora Weasley desde adentro y los nervios empezaron a aflorar. Tiró de la manga de su suéter y presionó sus labios juntos mientras veía la puerta abrirse.

—¿Annie? —Oyó la voz de George tartamudear y forzándola a alzar la mirada con una sonrisa—. ¡Jodido infierno! ¡Has vuelto! ¡Mamá, Annie volvió! —El pelirrojo exclamó felizmente mientras abrazaba a la chica con fuerza y la hacía girar en su sitio. Anastasia rio fuertemente—. ¡Realmente estás aquí!