Capítulo 6: Peleas, drama y un poco de té.

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-Joven Styles, disculpe el retraso… - saludó mi madre, olvidado momentáneamente la situación desagradable que acabábamos de vivir - ¿Ya le ofrecieron algo de té?

-Sí, de hecho allí viene la segunda ronda – indicó mi padre señalando a la chica de servicio.

-Esplendido, Brigett, deja que mi niña de oro atienda como se debe al joven Styles – ordenó mi madre, y contra mi voluntad tuve que hacerlo.

-¿Estás bien? – me preguntó Harry cuando le entregué su taza – Pareces algo nerviosa.

-Mi hija se encuentra en perfecto estado – respondió mi madre – ¿O no, princesa?

-En realidad me siento un poco mareada, creo que voy a salir a tomar un poco de aire… - respondí con intención de salir.

-Permíteme acompañarte al jardín, no vayas a sentirte peor o desmayarte – se ofreció Harry.

-No, estoy bien… No es nada – negué.

-¿Por qué no? – preguntó mi madre – El joven Styles es un caballero, y si él se ofrece, lo correcto es que se lo permitas, ¿Dónde están tus modales, princesa?…. Acompañala, Harry, por favor.

-Está bien… - cedí y juntos salimos al jardín.

Apreté mis brazos contra mi cuerpo, como intentando abrazarme a mí misma, como intentando consolarme, guíe a Harry hasta la banca que se encontraba debajo de un gran roble y ambos nos sentamos en la sombra. Reprimí lo mejor que pude los gemidos y suspiros que salían descontroladamente de mi garganta, traté de hacerlos pasar como unas náuseas por el mareo y que no se notara que era por el dolor que sentía en el fondo de mi garganta.

-¿Ya te sientes mejor? – me preguntó después de un rato de silencio.

-Sí, gracias – dije fríamente, esquivando su mirada.

-¿Qué te pasa? Te noto incomoda conmigo, ¿Acaso no te caigo bien? – preguntó y la verdad es que parecía angustiado por mi respuesta.

-Ya te dije que me gusta estar sola – respondí tajantemente, casi como un reproche. Pero me corregí al instante, Harry no tenía la culpa de nada – Ay… no… perdóname, no quiero ser grosera contigo… Pero lo mejor será que entres a la casa con los demás, yo enseguida los alcanzo.

-De acuerdo… Como gustes – accedió y regresó a la casa, dándome una mirada de compasión antes de abandonarme.

Y en cuanto me quedé sola, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, ¿Cómo había pasado todo eso? Hacía solo 24 horas todo era felicidad en la burbuja que mantenía con Luke, pero esa burbuja nos había explotado a ambos en la cara.

Sin darme cuenta que él seguía allí, Luke apareció pronto frente a mí.

-Luke, ¿Qué haces aquí? Alguien pude verte – le dije cuando me decidí a abrazarlo.

-No podía irme, nena, te juro que no podía irme, necesitaba asegurarme que estuvieras bien – me dijo.

-Ay Luke, todo se salió de control… - le explicaba.

-Te lo dije, Valery,  te lo dije… Lo mejor será que nos vayamos, vámonos ya mismo, no necesitamos nada, sólo nos necesitamos a nosotros.

-¿Por qué quieres irte? ¿A que le temes? ¿Por qué eres tan cobarde? – recriminaba.

-¿Cobarde?

-¡Sí! ¡Lo eres! No tienes el valor para hablar con mi padre y decirle sobre lo nuestro – dije.

-¿Sabes qué? Si me crees un cobarde, yo creo que lo mejor es cortarlo por lo sano… - me dijo.

-No Luke, no me refiero a eso… Vamos a hablarlo… - le pedí.

-Mira, yo te amo, como un loco, pero no puedo si tú no estás de mi lado – dijo y sin que yo pudiera detenerlo, me dejo llorando en el jardín.

En contra de lo que me gritaba mi corazón me quedé sentada bajo el árbol en lugar de correr tras él, pero la verdad es que no podía irme, mis padres estaban en la casa, mi madre sabía que yo estaba con él, no les sería ningún problema el volver a encontrarme. Quizá la cobarde era yo.

Cuando estuve más tranquila y me cercioré que el color de mi nariz y de mis ojos regreso a la normalidad, decidí entrar a la casa, todos se levantaron cuando entre al salón, preocupados por mi malestar anterior, todos excepto mi madre, quien me observaba con cautela, buscando cualquier señal de duda en mi voz cuando les explicaba que me había quedado sentada porque no quería que Harry me viera si tenía la necesidad de vomitar, lo cual no sucedió y las náuseas y el mareo habían ya desaparecido.

-Bueno, ahora que sé que te sientes mejor, puedo irme tranquilo – dijo Harry.

-Por favor, no te preocupes por mí – pedí.

-Es muy amable de su parte, joven Styles – agregó mi madre – Y su compañía esta tarde ha sido toda una delicia… Una pena que no hayas podido convivir más con mi princesa.

-Será en otra ocasión, Serena – agregó mi padre – Nos encantaría un día contar con su asistencia a la hora de la cena.

-Será todo un honor para mí – le dijo Harry.

-¿Qué te parece mañana? – preguntó mi madre.

-Sí, me encantaría – respondió el chico - ¿No te molesta verme tan seguido, verdad? – me preguntó a mí cuando yo no dije nada.

-Siempre es un placer verte – mentí a medias, la verdad es que no tenía nada en contra de él, lo que me fastidiaba eran las dobles intenciones que le veía a mi madre.

-Tenemos una cita entonces – confirmó mi madre y acompañó al chico hasta la puerta para despedirlo.

Aproveché el momento de distracción y le dije a mi padre que tenía que salir a un pequeño compromiso, él me dijo que también tenía cosas que terminar y ambos nos despedimos rápidamente, corrí a mi habitación y cogí el portafolio que se encontraba debajo de mi cama y arranqué el auto tan rápido que mi madre no fue capaz de detenerme.

Llegué donde sabía que podría encontrarlo, llegué rogando internamente que él estuviera ahí. Y sí, parecía que tuviéramos la misma sensación de culpabilidad, pues él ya me estaba esperando sin que hubiéramos agendado la cita.

Caminé lentamente hasta donde se encontraba sentado, pensando si debía disculparme o si debía ser toda una drama Queen con respecto a esto, finalmente decidí sentarme a su lado sin decir nada.

-Pensé que no vendrías – dijo Luke finalmente – No merecía que vinieras…

-¿Debería tomar eso como una disculpa? – pregunté.

-Lo siento, nena – se disculpó – Debí haber enfrentado a tus padres hace mucho tiempo… Lo siento, nena…

-No eres un cobarde – respondí – Estás aquí, lejos de casa, de tu familia, tratando de cumplir tu sueño… Eres la persona más valiente que conozco.

-Te amo – concluyó, tomándome de la mano dulcemente.

-Te amo, cariño, y confío en ti totalmente… - respondí – Te amo, cariño, y quiero estar contigo toda la vida… Y confío en ti… Y si tú crees que lo mejor es irnos ahora, y enfrentar a mis padres cuando no puedan separarnos, yo estoy de acuerdo contigo…

-¿Quieres escaparte? – me preguntó, bastante entusiasmado con la idea.

-Quiero escaparme contigo… - corregí – Y por eso, quiero entregarte esto – dije cuando le entregué el maletín que tenía el dinero de mi fideicomiso – Confío en ti, y quiero que guardes esto por mí. Yo no puedo guardarlo en mi casa, alguien podría encontrarlo.

-Amor, te dije que yo me encargaría de esto…

-Lo sé, pero no creo que tengamos tanto tiempo… - respondí y sin agregar nada más Luke aceptó el dinero. 

Bodas de OdioWhere stories live. Discover now