Hopeless - NHC

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Bufé.

—Cambiemos de tema —pidió repentinamente.

—Creí que nunca lo pedirías.

Y es ahí cuando tener un mal sentido del humor a veces resuelve las cosas. Reece rió y levantó el cachorro de sus manos y lo colocó en frente de su rostro.

—¿Tiene nombre?

—Aún no, no le puse uno.

—¿Por qué?

—No quiero encariñarme —confesé—. Se que cuando consiga un hogar y se vaya no voy a querer soltarlo.

-Pero y durante todo el tiempo que lo tengas cómo le dirás: ¿Perro?

—Mmm —golpetee mi índice contra mi mejilla—. Tienes razón. ¿Se te ocurre algún nombre?

—¿Qué dices de Gruñidos?

—Demasiado tonto.

¿—Y Felíz?

—Parece el nombre que Devon le podría.

—Entonces Dormilón.

—¿Me parece a mi o estás sacando los nombres de una película infantil?

—Tengo que usar la imaginación, Lorraine —se exasperó.

***

—Lo que ustedes necesitan es motivación. Shina, no puede ser que te entregué el guión hace dos horas y todavía no sepas como fingir una cara de sorpresa. Es muy fácil, sólo abres los ojos como platos, levantas un poco el mentón y cubres tu boca con las manos. Así, mira.

El profesor John arrojó abruptamente las hojas del libreto hacia Charl, la chica que deseaba ser actriz, mientras a su vez fingía un rostro de consternación.

—¿Ves? Ni muy exagerado, ni muy fingido; ¡perfecto!

Las audiciones habían pasado hacia el lunes en la hora del recreo (es decir ahora mismo) y al parecer nadie se mostraba muy animado que digamos... A excepción del profesor John, claro está.

—Bueno, el repaso terminó. Ahora les pediré a todos que despejen del escenario y aguarden a que diga su nombre para que comiencen las audiciones.

Todos en conjunto fuimos detrás del escenario y en medio de la poca visibilidad aguardamos uno por uno hasta que John llamara para que él y un par de personas del departamento de Artes Escénicas evaluaran las evaluaciones.

—Estoy muy nervioso, Lori —me sacudió George.

—No sabía que querías participar de la obra —lo miré, inquisitiva.

—Yo tampoco, pero creo que será divertido. Claro que tal vez si quedo seleccionado y para la obra debo que invitar a mis padres, mi madre se reirá porque estaré sobre un escenario en vez de una cancha de fútbol.

—Ella estará orgullosa de tí, George.

—Gracias, Lori. Seguro tus padres también lo están de ti.

—¡Smith, George! —dijo una voz desde el otro lado del escenario.

Río con nerviosismo.

—Deséame suerte.

Y yo le aseguré:

—No la necesitas.

Las audiciones terminaron y tres horas después también la jornada escolar. Lo único que diré de como fue mi audición es nada. Porque fue un fiasco total. Tuve que repetir al menos unas cuatro veces la primera palabra porque al parecer estar sobre un escenario no era lo mío, ni siquiera con cuatro personas como espectadores, inimaginable si el auditorio estaría repleto. La parte buena fue que al resto de los chicos sí les fue bien, o al menos eso me pareció a mi. Mañana anunciarían quienes fueron las personas que quedaron seleccionadas como protagonistas principales y secundarios, yo no tenía complejos después de todo, seguramente sería algún objeto inanimado y para mi sería suficiente.