Dulce Destino - Camren Fanfic

Capítulo 91

“Uno… dos… tres… cuatro,” contó Alexa. Vacilantemente soltó su ficha. “Maldita sea.”

“¡Ja!” dijo Keaton. “Dos mil dólares, por favor.”

Camila miró a Alexa y sonrió. “Es lo que te pasa +por darle Park Place.”

“En su momento pareció un movimiento inteligente,” refunfuñó Alexa contando su dinero del Monopoly. Hipotecó unas propiedades, vendió tres casas y, tras mucho quejarse por lo bajo, le dio sus dos mil dólares a Keaton. “Está bien. Recuperaré mis hoteles y entonces lo sentirá.”

Camila se rió y lanzó los dados. Llegó a la seguridad de una de sus propias propiedades. “Ueu,” dijo aliviada. Miró a Keaton cuando era su turno. Todo el día había estado intentando recordar dónde le había visto antes, pero sin resultado. Quizá había sido en televisión con Lauren.

“Bueno, ¿quién es ese tipo con el que Lauren va al estreno?”

Alexa y Keaton intercambiaron una mirada. “Es, um, Derek,” contestó Keaton.

Derek. Camila intentó recordar si Lauren le había mencionado a un Derek alguna vez, pero no pudo. “¿Es un viejo amigo?”

Empezaron a reírse y Camila los miró con confusión.

“Es un amigo de ocho años,” le contó Alexa.

Camila estaba un poco desconcertada. “¿Le conoce desde hace ocho años?”

Keaton sonrió. “No, sólo tiene ocho años.”

“¿Ocho?”

“Ocho,” confirmó Alexa con una sonrisa. “La hermana de Derek le escribió una carta a Lauren en que contaba que su hermano pequeño estaba enfermo. No estoy segura de la enfermedad. Cáncer, quizá. Y Lauren escribió a los padres ofreciéndose a ayudar con dinero para cualquier tratamiento necesario, si fuera preciso. Y en cualquier caso, si Derek se sentía bien en el momento, que le gustaría que él fuera su acompañante al estreno de la película. Envió cuatro billetes de avión, junto con la carta, para que la familia pudiera venir.”

Camila sonrió, volviéndose a enamorar de Lauren. “Fue muy considerado por su parte. ¿Hace Lauren a menudo ese tipo de cosas?”

Keaton resopló. Alexa se encogió de hombros y miró al tablero, tomando su turno. “Lauren nunca antes leía su correo.”

“Y sólo empezó porque hice un trato con ella,” aportó Keaton.

“¿Qué tipo de trato?” preguntó Camila con curiosidad.

“Oh, es que tenía que llamar a esta chica,” contestó Keaton. Pareció pensar en algo y se detuvo. “Um, pero bueno, le dije lo haría con tal de que ella leyera tres cartas por semana.”

Camila frunció el ceño. “¿Por qué no las leía?”

“Algunos teóricos creen que es porque no tenía tiempo para ser molestada,” respondió Keaton.

Miró significativamente a Alexa. “Pero creo que es porque le era más fácil fingir que no le importaba. Siempre tuvo problemas con la gente no viéndola por lo que realmente es y creo que leer el correos de sus fans era como abrir un puñado de espejitos. Tendría que enfrentar directamente cómo la veía otra gente.”

Camila lo ponderó por un momento, no segura de que tuviera sentido para ella. “¿Ahora lo lee?”

“No lo sé, tengo unas dos cajas para que se las lleve a Nueva York, si quiere,” dijo Alexa con una sonrisa. “La mayoría pasa por su club oficial de fans y ellos sólo envían una foto con una de esas firmas estampadas. Oh, y es tu turno.”