Capítulo 61

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Horas después, Lauren miró críticamente su reflejo en las puertas del ascensor. Tenía pobre iluminación y una gran abolladura, de lo que parecía un furioso puño, distorsionando la imagen. La abolladura momentáneamente distrajo a la actriz de su autoevaluación. Le hizo preguntarse qué podría provocar tan violenta acción.

¿Amor? Parecía la perfecta excusa para algo mucho más feo. Wesley golpeando a Camila no podía provenir del amor.

Los ojos verdes se oscurecieron ante el recuerdo. Encontraría una forma de que Wesley lo pagase. Y sería más doloroso que un puñetazo en la cara.

El pensamiento la confortó lo bastante para devolver su punto de interés a su reflejo. Le había costado horas decidirse por vaqueros y camiseta blanca sin mangas. Como tardía ocurrencia había optado también por una chaqueta de cuero. Por si acaso iban a cenar al Polo Norte.

Agitó la cabeza y nerviosamente lanzó arriba su mirada, hacia los números sobre las puertas del ascensor. Los primeros dos números faltaban y el resto se negaba a iluminarse. Lauren no tenía idea en qué planta estaba. Esperaba que se parase en la correcta.

Finalmente, las puertas se abrieron dolorosamente. Intentó desesperadamente ignorar el dolor de estómago que acompañaba la anticipación de ver a Camila.

Asegurándose que la tarjeta de cumpleaños que había escogido aún estaba dentro del bolsillo de su chaqueta, se dirigió hacia la puerta del apartamento. A pesar de encontrarla abierta, sintió la necesidad de llamar.

“¿Lauren?” llamó Dinah desde alguna parte en el apartamento.

Entrando, Lauren dijo en respuesta, “Sí.” Dinah apareció un momento después, llevando una bata de seda y una toalla rosa alrededor de la cabeza. “Oh, Dios mío, ¿es Prada?”

A Lauren la pregunta le pilló con la guardia baja. Por reflejo miró detrás de ella. Entonces comprendió que Dinah estaba refiriéndose a su chaqueta. “Eso creo,” contestó, sintiéndose avergonzada. Vaya con vestir de sport.

“Estuve mirando en una tienda esa exactamente esa misma chaqueta,” anunció Dinah. “Por supuesto, tampoco podía permitírmela.” Se rió.

“¿Quieres ayudarme a decidir qué llevar?”

Lauren agradeció que Dinah nunca se centrase mucho tiempo en un tema de conversación. “No soy muy experta en moda,” admitió la actriz. De hecho, antes había tenido que llamar a Alexa para preguntar qué conjunto debía llevar.

Siempre útil, Alexa había respondido, “Estás sexy con todo.” Quizás era hora de invertir en un amigo gay.

“Entonces puedes hacerme compañía,” Dinah sugirió. “Llamé a Siope y podría accidentalmente tropezarse allí con nosotras. Así que esta noche tengo que vestirme para impresionar.”

Lauren no se molestó en preguntar donde era “allí”. Ya podía ver que esto había sido un error. Aún no habían ido a ninguna parte y Lauren ya se sentía como una quinta rueda. Inconscientemente, miró hacia la alcoba de Camila y notó que la puerta estaba abierta y las luces apagadas.

“Está fuera con su hermano y su novio,” Dinah explicó. “Regresará pronto.”

El timbre sonó antes de que Lauren tuviera oportunidad de comentar.

“Michael,” adivinó Dinah, yendo hacia el interfono. Apretó el botón y habló al altavoz. “Lárgate, no queremos nada.”

Una voz masculina se rió. “¿Estás segura? Tengo ofertas estupendas en relojes y productos capilares.”

Lauren giró los ojos al cielo.

“Muy bien,” accedió Dinah, tras dos segundos de fingida consideración. “Sube.” Abrió la puerta y se volvió a Lauren. “Voy a cambiarme. Pueden entretenerse juntos.”

Dulce Destino - Camren FanficWhere stories live. Discover now