Capítulo 86

5K 290 46
                                    

“Oh, Dios mío, es hermoso,” musitó Camila mientras entraba en la casa de Lauren. Su mirada voló de inmediato a las ventanas de cristal enfrente de ella. Casi podía ver el océano de dónde desde donde estaba. Arrancó la mirada de las vistas y echó una mirada alrededor. Todo era tan… luminoso.

Era extraño mirar fuera y ver infinito, en lugar de las habituales sombras arrojadas por los edificios. Le hacía parecer como si estuviera en el vestíbulo de un palacio. O al menos algo sacado de un episodio de MTV Cribs.

“¿Te gusta?” preguntó Lauren mirando alrededor. “No es mucho.”

Al principio Camila pensó que Lauren estaba siendo sarcástica, pero entonces comprendió que no. En realidad Lauren parecía insegura, incluso tímida. Volvió a mirar alrededor, asombrada de que dos personas pudieran mirar lo mismo y ver algo totalmente diferente. “Bueno, me desilusiona un poco que las paredes no están cubiertas de diamantes. Y supongo que azulejos orlados de oro tampoco irían mal.”

“Tu sarcasmo es debidamente notado, Srta. Cabello,” contestó Lauren. “¿Puedo mostrarte tus habitaciones?”

Camila abrió la boca con fingida sorpresa. “¿No hay mayordomo?”

Lauren miró al cielo y empezó a andar.

“¿Siquiera doncella?” continuó Camila siguiendo a su anfitriona hacia la sala. Se detuvo a mirar las vistas un poco más cerca. La playa estaba justó debajo. “Es como una casa de ensueño. No puedo creerme que vivas aquí.”

Lauren se dio la vuelta y miró con seriedad a Camila. “¿Puedes quedarte aquí cuando quieras, tanto cuanto gustes. Incluso si no estoy aquí.”

Camila miró a la actriz y sonrió. “¿Qué tendría de divertido?” preguntó. “Pero gracias.” Siguió a Lauren al dormitorio de invitados y dejó caer sus cosas. “¿Tiene balcón?” Camila atravesó el cuarto y descorrió las puertas de cristal que llevaban al balconcito. Cálido aire salado dio al instante contra su cara cuando salió. Se quedó mirando la vista del océano. “Me caso con tu casa.”

“Igualmente podrías casarte conmigo,” respondió Lauren. “Prometo que el sexo sería mejor.”

El corazón de Camila le saltó a la garganta. Podía sentir a todo su cuerpo respondiendo a esas palabras. Está bromeando. Ríe. Se rió intentando no parecer tan nerviosa como se sentía. ¡¿Qué digo a eso?!

Afortunadamente, Lauren cambió de tema. “Dejaré que te acomodes. Búscame cuando te aburras de las vistas.”

“Podría ser nunca,” respondió Camila con leve sonrisa. Tampoco estaba bromeando. Podría quedarse mirando el océano fácilmente para siempre.

“Entonces te encontraré yo, cuando me aburra de esperar.” Lauren le guiñó y se alejó, dejando sola a Camila con el océano.
Camila sonrió y se apoyó contra la baranda, sintiendo la brisa en su pelo. Se obligó a no pensar en nada; no en el aspecto de Lauren cuando sonreía o se movía o respiraba. Ni en el sonido de su voz cuando hablaba o se reía o susurraba.

Camila no deseaba pensar en cómo su cuerpo hormigueaba cuando Lauren estaba cerca, incluso cuando ni siquiera se estaban tocando. Camila deseaba, meramente, existir apaciblemente, en ese instante, sin la complicación de las emociones y extrañas respuestas de su cuerpo.

¿Casarse con ella? ¿Mejor sexo? Jesús. Está intentando matarme.

Se quedó mirando el agua unos minutos más, entonces regresó al cuarto. En realidad no lo había notado antes, habiendo estado distraída por el balcón. Las paredes eran de un tono claro de azul, enmarcadas fotografías en blanco y negro de paisajes poco familiares se alineaban en ellas. Había una cama doble, pulcramente hecha, y una cómoda con espejo. Camila se preguntó cuántos invitados tenía Lauren normalmente. No podía imaginar que hubiese muchos.

Dulce Destino - Camren FanficWhere stories live. Discover now