Cuando Akira llegó, los tres se dieron la vuelta.
- Hola, Akira – saludó Shippo alegremente – ¿Quieres quedarte a almorzar? – lo invitó.
- Gracias, pero acabo de comer en mi casa – respondió el chico educadamente – Sólo venía a ver a Suzu.
- Papi, ¿puedo? ¿puedo? – respondió la dulce niña con voz alegre y chillona – Quiero ir con él a jugar un ratito.
Yuki le pasó una mano por el cabello para arreglarle la coleta que le pendía por la espalda y posó a la niña en el suelo.
- Venga, id a jugar.
- ¡Síiii!
Y se marcharon corriendo por la puerta.
- Tan juguetona como tú con Rin – le dijo la hermosa y joven Yuki recogiendo la mesa.
- Pero igual de guapa que tú – Shippo la agarró por la cintura y la besó.
* * *
- Vamos a por las gemelas – pidió Suzu a Akira – Y luego a casa de Kagome.
- Vale.
La casa de Sango y Miroku estaba cada vez más abarrotada. Habían tenido dos gemelas que ahora tenían nueve años llamadas Hanako y Yukiko. Las dos tenían el pelo castaño y corto, por los hombros. Eran traviesas y divertidas, les gustaba meterse en líos y hacerles bromas a los adultos de la aldea, aunque no todos se lo tomaban igual de bien.
Aparte de ellas, Sango había dado a luz a un pequeño niño llamado Chiharu, que significa mil primaveras. Tenía sólo un año y medio y era un gran dormilón, por no hablar de lo que comía.
Sin duda, había una gran diferencia entre la casa de Akira o Suzu, pues ambos eran hijos únicos y probablemente lo fueran siempre.
- Hola – saludaron los chicos – ¿Venís a jugar?
- ¡Hanako, Yukiko! ¡Dejad de jugar con la comida! – Sango les quitó las cucharas de las manos y las volvió a meter dentro de los platos de sopa – ¡Comeos lo guisantes o se lo diré a vuestro padre! – se enfadó la mujer.
La pobre Sango estaba muy estresada. Las niñas eran muy desobedientes y, además, ella tenía entre los brazos al pequeño bebé e intentaba dormirlo. ¿Cómo iba a dormirlo con esas dos gamberras pululando por la casa?
- Papá está en casa de la vecina – respondió una de las gemelas.
- ¡Shh! – le respondió la otra – Dijo que no dijéramos nada.
Sango puso un brazo en jarra mientras sujetaba al bebé con el otro.
- ¿Qué vuestro padre qué? – su voz se elevó varias octavas – ¡Ya está otra vez ligando con la jovencita de enfrente! Cuando vuelva le voy a dar un sartenazo.
- ¡Vamos, vamos! – se acercó la anciana Kaede, que ahora era bastante más mayor y caminaba apoyada en un bastón tallado – No te enfades tanto. Ya sabes cómo ha sido siempre Miroku. Venga, dame al niño, que yo lo duermo.
- Gracias, Kaede – respiró Sango con alivio – ¡Qué haría yo sin ti!
Y se dio la vuelta hacia la mesa.
- ¿Dónde están las niñas? – miró a su alrededor – ¡Maldita sea! Esas dos ya se han vuelto a escapar. ¡En fin! ¿Comemos algo, Kaede?
* * *
Akira, Suzu y las gemelas estaban ante la puerta de casa de Kagome e Inuyasha. Estos dos habían tenido una niña de ocho años llamada Haru (Primavera) y un hermoso niño de siete llamado Hotaru (Luciérnaga), ambos semi-demonios.
![](https://img.wattpad.com/cover/98011472-288-k701866.jpg)
YOU ARE READING
Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...
Epílogo: 10 años después
Start from the beginning