Capítulo 30: Tradiciones que atan (3/3)

3.6K 217 17
                                    

- Pero... - Rin estaba cada vez más nerviosa. Las manos le temblaban a los costados y apenas si podía pensar.

- No hay peros, querida – respondió la anciana sacerdotisa – La tradición es la tradición. Ya sabes lo que eso significa. En Japón es algo sagrado. Es ley de vida.

Kagome refunfuñó. En su mundo las cosas eran muy diferentes. Sabía por los libros de historia que en la era feudal se obligaba a las mujeres a casarse de muy niñas y a tener hijos con esposos a los que normalmente ni siquiera habían visto antes, pero no estaba de acuerdo en absoluto. No, porque ella les llevaba quinientos años de ventaja y su mentalidad no era propia de la época, así que le costaba comprender por qué Sango, Miroku y Kaede, que eran siempre tan elocuentes y buenas personas, estaban a favor de esa costumbre. Pero la respuesta era sencilla: ellos no estaban en el siglo XXI, sino en el Japón medieval, y las cosas, por desgracia, eran de esa forma.

Kaede, que quería muchísimo a la pequeña Rin, intentó buscar alguna solución que contentase a ambas partes.

- Si está enamorada de alguien en concreto – empezó – podemos intentar que se case con ese chico. Todo es posible. Sin embargo, si no escoge a nadie, tendremos que mirar nosotros por su futuro. En esta época no vivimos tanto como en la tuya, Kagome, y si no se casa ya, se le habrá pasado la edad.

Kagome se cruzó de brazos, pensativa. No estaba nada de acuerdo con todo ese asunto, pero sabía que la cultura japonesa antigua era muy estricta en sus tradiciones, así que por una parte no quería entrometerse, pero por otra no quería permitir que su amiga se sintiera infeliz el resto de su vida.

- Entonces, ¿cuál? ¿Kirito? - insistió la anciana.

- Sí, estoy de acuerdo – coreó Sango.

- Bueno, a mí también me parece – continuó Miroku – Si a Rin le gusta, claro.

- Pues a mí no – siguió diciendo Kagome – No está bien.

- Dejad a la pobre chica. Si no quiere casarse, ¿qué más os da? – inquirió Inuyasha desde el fondo de la cabaña – En el mundo demoníaco tampoco nos casamos. ¿Qué tiene de malo?

Kaede miró a Rin, que permanecía sentada a su lado, seria y pálida como la muerte. Angustiada, asustada y temerosa de rebelarse.

- Entonces Kirito. ¡Está decidido! Podríamos casarte el mismo día de tu cumpleaños, ¿qué te parece?

Los labios de Rin temblaron y se le cerraron los puños de rabia. Había estado evitando el momento todo lo que había podido. Había retrasado la decisión desde que tenía dieciséis años, pero se le había agotado el tiempo. Había intentado hacer entrar en razón a Kaede, explicarle que no estaba enamorada de nadie de la aldea, que ella no quería convertirse en otra joven casada y con una fila de niños a su cargo. Pero la anciana no le había hecho caso. Ni siquiera la habían comprendido. Todas las mujeres desean casarse con un hombre joven, guapo y con un futuro prometedor. Todas y cada una se alegraban cuando les llegaba la fecha de escoger y se les presentaban diversos candidatos pidiendo su mano. Pero Rin no era ese tipo de chica y, por tanto, nadie podía comprenderla.

Apretó los dientes y sintió los nudillos ponérsele blancos de la fuerza con qué los apretaba. Había soportado demasiado y no podía más. ¡Ya no podía más!

- ¡No! – gritó al fin, levantándose – ¡No quiero casarme con Kirito! ¡No quiero casarme! ¡No quiero!

- Pero, Rin... - empezó Sango – Escucha, nosotros sólo queremos ayudarte. Tu cumpleaños está muy próximo y debes...

Rin agitó la cabeza con brusquedad y se negó a escuchar.

- ¡No lo entendéis! ¡No puedo casarme con alguien a quien apenas conozco! Ni siquiera sé si le quiero.

Kaede le puso una mano en el hombro para tranquilizarla, pero Rin se deshizo de su agarre y dio un paso atrás.

- Querida, eres tú quien no lo entiende. Debes decidir tu vida ahora. Tu futuro y el de tu marido están en juego. ¡¿Es que no puedes entenderlo?!

- Lo entiendo, Kaede. Lo entiendo perfectamente – aseguró la chica con cara de angustia – Pero no puedo aceptarlo.

Y sin dar opción a réplica, se marchó corriendo hacia el bosque, en donde estaría la única persona que le importaba de verdad en el mundo, la única persona a la ella podría amar, porque en realidad sí quería casarse, su corazón ya había escogido.

_____________________________________

Y estos son los tres capítulos que dije que subiría por haber tardado tanto. Espero que os haya gustado el giro de los acontecimientos  y si queréis comentarme cualquier cosa que os haya gustado o que no os haya gustado, o bien cómo os gustaría que siguiera la historia, dejadme un comentario. ¡Hasta el domingo! El próximo capi se llama "Más que amigos". 

Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]Where stories live. Discover now