Capítulo 31: Más que amigos (1/2)

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- Señor Sesshomaru – llamó Rin nada más llegar al claro donde éste dormitaba junto a su caballo y su sirviente - ¿Puedo dormir aquí esta noche?

El demonio abrió lentamente los ojos y contempló el rostro de la joven, que jadeaba de cansancio y apoyaba las manos en las rodillas para recuperar el aliento.

- ¿Qué ocurre? – inquirió el demonio con pasividad, aunque sus ojos escrutaron las tinieblas e intentó discernir también algún sonido en la distancia, pero no se oyó nada fuera de lo normal - ¿Por qué no estás en tu casa?

- Es que... es complicado – Rin deseaba poder decirle por qué estaba allí, por qué había salido corriendo de casa de Kagome, por qué no podía casarse con nadie, ni amar a ningún chico. Pero sabía que todo sonaría absurdo en cuanto se lo explicase. Sesshomaru no la amaba de la misma forma en que ella lo amaba a él, y estaba segura de que si le confesaba lo que sentía, el demonio no la dejaría permanecer con él por temor a que ella jamás lo olvidara ni se casara con otro. Sus deseos jamás se harían realidad. Y aunque cupiera la remota posibilidad de que él la amara, un demonio no se casa formalmente jamás con una humana, así que el pueblo no aceptaría la unión. Por eso, y por otras tantas razones, decidió callarse.

- No lo creo, al menos, no esta noche – aseguró Rin – Tal vez mañana, si no he regresado, empiecen a buscarme. Pero no te preocupes, no molestaré. Será sólo por esta noche. Lo prometo.

Sesshomaru la vio acomodarse en el regazo de A-Un y hacerse un ovillo mientras se dormía. El demonio miró al cielo y recordó aquella noche estrellada en el río, pero ahora ella era mayor; una mujer, y estaba a punto de cumplir dieciocho años. ¿Por qué la veía ahora de forma tan diferente? Se levantó cuando ésta ya dormía y le echó por encima una tela para que no se helara en ese frío suelo de hierba.

* * *

- ¿Fuiste a ver a Sesshomaru? – inquirió Shippo, enfadado - ¿Después de lo que te dijo la última vez que vino a visitarte?

Shippo estaba indignado. Sabía que su amiga estaba enamorada de ese demonio frío y hostil, pero no podía creerse que después de las crueles palabras que Sesshomaru le había dicho, fuera capaz de perdonarlo y de acercarse a él como si nada hubiera pasado.

- Shippo, tú no lo entiendes. Sesshomaru no quería hacerme daño. Sólo intenta protegerme – respondió Rin también airada – Sé perfectamente que lo que me dijo no estuvo bien, pero eso no significa que a partir de ahora no vayamos a volver a vernos nunca. Tan sólo que no puedo acompañarle, de momento – añadió, recordando su entrenamiento con Inuyasha y su mejora en el manejo de la espada. Rin estaba convencida de que era cuestión de tiempo que el demonio de la luna la dejara acompañarle al fin. Por otra parte, Shippo desconocía los verdaderos motivos de Sesshomaru; Jaken sólo le contó la historia del señor Sesshomaru a ella – Tú no lo entiendes – repitió.

- ¡Desde luego que no lo entiendo! – Shippo se cruzó de brazos, cada vez más molesto - Rin, soy tu mejor amigo. ¿Crees que no me duele verte mal? Sesshomaru se portó como un idiota contigo la última vez. ¡Hirió tus sentimientos! Pero luego no estaba para pedirte disculpas. ¿Es que acaso vino para ver si estabas bien? Yo soy el que te consuela siempre que te pasa algo. Yo soy el que está contigo, el que te ayuda, el que te entiende, el que te quiere.

Nada más pronunciar esas palabras, Shippo se llevó las manos a la boca. Sí, lo había dicho, y ahora Rin lo miraba sorprendida, sin poder creerse lo que sus oídos le decían.

- ¡Maldita sea! – el zorro dio un puñetazo en el tronco de un árbol y apretó los dientes con rabia - ¡Si no hubieras ido a verle nada de esto habría pasado! – y se levantó para marcharse.

- ¡Espera, Shippo! – exclamó la muchacha y fue tras él. No podía permitir que las cosas quedaran así entre ellos – No te entiendo. ¿Qué has querido decir con eso?

El chico seguía caminando hacia delante, sin girarse.

- ¡Shippo! ¡Te estoy hablando! – gruñó ella cogiéndolo del brazo para evitar que siguiera alejándose – Al menos podrías mirarme a la cara cuando te hablo.

El demonio se paró en seco, se dio la vuelta y la cogió por los hombros. Rin se quedó rígida. No entendía qué estaba pasando y a la vez podía intuirlo, y eso la aterrorizaba.

Shippo continuaba agarrándola, serio. Sus miradas se cruzaron un instante, y... entonces... se inclinó para besarla.

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OMG, no me matéis T.T. Me gustan los giros de los acontecimientos y este se estaba poniendo en bandeja. De todas formas, recordad que es un fanfiction entre Sesshomaru y Rin, así que no os asustéis pensando que va a acabar con otro que no sea él, pero un poquito de "salseo" nunca viene mal. Comentadme que os ha parecido el giro o cualquier otra cosa que queráis decirme en los comentarios. ¡Buen finde! Subo el miércoles. 

Aprovecho para recomendaros otra de mis historias. Se llama "La chica número nueve". Es una historia propia de tan sólo 11 capítulos. Está terminada. Si a alguno le apetece leerla, puede encontrarla en mi muro. <3 Kisses

Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]Where stories live. Discover now