Capítulo 14: Kohaku, el exterminador de demonios (2/3)

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En el camino de vuelta, un fuerte ruido las sobresaltó a Rin y a Megumi y la tierra empezó a temblar. Las dos amigas vieron a lo lejos cómo varios árboles caían al suelo. Desde donde estaban ya podían verse las primeras casas de la aldea y, para su sorpresa, un enorme demonio se encontraba ante las puertas. Era una especie de rata gigante y colosal. Mediría más de tres metros y caminaba a gran velocidad, destruyendo a su paso todas las cabañas que encontraba. Las aldeanas salieron de sus casas y empezaron a correr, asustadas, mientras los hombres le lanzaban flechas, piedras y lanzas, y todo tipo de objetos que pudieran herir a la bestia, pero el demonio no se detuvo.

- ¡Vayamos a llamar a Inuyasha! – propuso Megumi, reaccionando ante la aterradora misión.

- No está. Kagome, Shippo y él partieron esta mañana hacia un castillo feudal lejano y Sango y Miroku aceptaron ayer otra misión y todavía no han regresado.

Se miraron la una a la otra, desesperadas. Ambas habían comprendido que sus opciones se habían acabado y, por tanto, peligraba la seguridad de la aldea de forma irremediable.

- ¡Vamos! – exclamó Rin empezando a correr hacia las puertas - ¡Hay que darse prisa!

Cuando entraron a la aldea, se encontraron con un torbellino de gente que corría despavorida hacia el bosque o a las zonas más alejadas de las casas del centro, donde se encontraba ya el fiero demonio.

- ¡Kaede! – llamó Rin al no encontrarla - ¡Abuela Kaede!

La anciana apareció entonces entre la multitud armada con un arco y un carcaj de flechas.

- ¡Rin, ve a esconderte con las mujeres y los niños! - gritó en cuanto la vio acercarse.

- ¡No pienso dejarte sola! Si te acercas, el demonio te matará.

Kaede negó con la cabeza y cuando sus ojos se encontraron con los de Rin, su mirada era decidida, valiente.

- Soy la sacerdotisa de la aldea, querida. Cuando no están los guerreros, yo me hago cargo de los problemas – y caminó con elegancia hacia el demonio.

Rin no sabía qué hacer. Siempre había sido una chica obediente, pero no podía abandonar a Kaede a su suerte. Puede que la anciana fuera una sacerdotisa y sabía que todos los hombres de la aldea la ayudarían sin reparos, pero no quería engañarse. Los humanos no pueden hacer nada contra los demonios gigantes. Son demasiado poderosos como para pretender enfrentarse a uno de ellos y sobrevivir. La vida de Kaede estaba condenada.

Rin aceleró el paso y la siguió, desobedeciendo, como pocas veces hacía, una de sus órdenes. No podía permitir que le ocurriera nada malo. Era su abuela, la de todos ellos.

La rata alcanzó a algunos hombres con sus zarpas y los devoró de un solo bocado. Los aldeanos empezaron a tirarle piedras, lanzas de madera, palos... cualquier cosa que pudiera herir al animal, pero nada conseguía espantarlo. Al contrario, parecía más enfadado por momentos. Entonces la anciana Kaede se puso frente a él y, apuntándole con una de sus flechas, dijo con solemnidad:

- ¡Oh, demonio que has irrumpido en nuestra aldea, te pido que te marches y no regreses nunca!

El demonio ni siquiera se paró a escucharla. No era de los que hablaban el lenguaje de los humanos. Fijó simplemente la mirada en la anciana y empezó a avanzar hacia ella.

- Muy bien – exclamó la sacerdotisa y tensó la flecha en el arco - ¡Por el poder sagrado! – y disparó.

Pero el poder de Kaede era ya muy débil. La flecha se le clavó en el pecho, pero no le hizo más que un rasguño al demonio rata, que se abalanzó sin piedad sobre la anciana.

"Es el fin" pensó la chica.

De repente, un joven apareció por los aires. Alzó la mano con maestría y su arma - una especie de guadaña cortante atada a una cadena de hierro – quedó enredada en el cuello de la bestia, asfixiándola. Ésta se retorció de dolor y chilló enfurecida. Pero el joven no consintió en darle tregua. Saltó ágilmente sobre el cuerpo del animal y corrió hasta posarse en su cabeza. Alzó la guadaña y lo dejó ciego, cosa que enloqueció al demonio. Finalmente, se deslizó por su mugriento pelaje y le rasgó la garganta. El monstruo cayó al suelo con un golpe sordo, haciendo temblar toda la tierra.

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Chicos, aquí os dejo el capi con un día de adelanto. Este finde estoy algo liada, así que quizás no pueda subir el domingo, sino el lunes. Perdón si tardo. Buena semana <3 

Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz