Capítulo 39: Mi fuerza sale de tu amor (2/2)

3.4K 193 11
                                    

Megumi daba vueltas en su habitación mientras Rin le contaba todo lo que había vivido en casa de Shippo aquella tarde.

- Mmm... interesante.

Rin la miró con apremio.

- ¿Qué es interesante? – estaba más nerviosa que de costumbre.

Su amiga se limitó a mirarla y sonrió.

- ¿Qué? – Rin estaba a punto de perder los nervios – ¡Dime qué ocurre! – exigió.

Megumi se sentó sobre su edredón y comenzó a reírse. Rin no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.

- ¿Pero de qué te ríes?

- Todo ha salido a pedir de boca.

La joven estaba cada vez más asombrada. ¿A pedir de boca? ¿Pero de qué iba todo eso? Megumi se incorporó y cruzó las piernas, sonriente como una niña pequeña con un globo.

- ¿Soy o no soy buena "casamentera"? – dijo divertida – Lo he hecho bien, ¿eh?

Rin seguía sin comprender.

- Has hecho bien ¿el qué?

Megumi le hizo un signo para que guardara silencio y se lo contó.

- Verás, cuando me dirigía a tu casa para hablar con Kaede, tal como te prometí, me encontré a Yuki llorando y me acerqué a preguntarle qué le pasaba. Al principio no me quiso decir nada, pero cuando le conté que yo iba a casa de Kaede para hablar de tu boda con Kohaku, se quedó de piedra. Ella no sabía que te ibas a casar. Entonces me contó lo que había visto en el bosque. La pobre no entendía por qué os habíais besado si tú te ibas a casar, y pensó que a lo mejor Shippo y tú os amabais en secreto o algo así, y decidió no intervenir entre vosotros, por mucho que le doliera.

Rin se quedó muda de la impresión.

- No sabía nada de eso – comentó Rin – ¡Pobrecita! Lo debe haber pasado realmente mal.

Megumi hizo una mueca.

- Probablemente. Bueno – dijo señalando a su amiga – si no me interrumpes, sigo – y le sacó la lengua en broma – Entonces se me ocurrió que Yuki y Shippo necesitaban una sesión de sinceridad tanto como tú con Shippo, y pensé en liar todo el asunto.

- ¿Liarlo? – la joven se rió – Nunca dejarás de sorprenderme.

Megumi esbozó una sonrisa.

- Le dije que nada de "no intervenir". Al contrario. "Intervén, intervén", le dije. "Deberías ir a ver a Shippo y confesarle todo lo que sientes por él. Tal vez te sorprendas". El caso es que siguió mi consejo y entre las dos redactamos la nota en la que le confesaba sus sentimientos. Entonces la mandé hacia casa de Shippo asegurándole que él estaba allí y si no, que iría pronto. Cuando se hubo marchado, fui a tu casa y vi que la estaban decorando. Entonces me encontré a Shippo fuera transportando unas telas y le dije que Kagome había pedido que le trajera más telas de su casa. Entonces él, fiándose de mí, vino hasta su casa y... voilà, os encuentra a ti y a Yuki hablando de él. Y mira que bien ha acabado todo.

La morena la miraba con los ojos tan abiertos que parecía que le iban a reventar.

- ¡¿Qué tú qué?! – se indignó.

Su amiga la miró de repente, comprendiendo lo que había hecho. Había metido las narices hasta el fondo forzando a tres personas a hablar de algo que se habían estado ocultando entre ellas.

- Pero Rin, no me mires así, parece que vas a matarme – se echó para atrás, medio divertida, medio asustada – Lo he hecho por ti.

Rin cogió un cojín y se lo lanzó.

- Menos mal que todo ha salido bien, porque esto podría haber sido un desastre.

Megumi interceptó el cojín.

- ¡Guerra de almohadas! – anunció.

- ¡Jajaja! – rio Rin – ¡Voy a ganar! – y empezaron a golpearse con los cojines hasta que no pudieron más.

- Gracias – acabó diciendo Rin al cabo de un rato – No sé cómo lo habría hecho sin ti.

Megumi la abrazó.

- No hay de qué. Y mañana – miró a su amiga con los ojos entrecerrados – je... je... je... je...

- ¿Qué estás tramando?

- Nada, nada. Pensaba en cómo arreglar lo de tu boda.

Rin se llevó las manos a la cabeza.

- ¡Ah! ¡Es cierto! ¿Hablaste con Kaede?

- Claro – asintió – Está convencida de que Kohaku y tú hacéis muy buena pareja. No le he dicho nada de lo que sientes por Sesshomaru porque ambas sabemos que no serviría de nada. Me ha dicho que la boda se celebrará la noche de tu cumpleaños.

- ¿En tres días? ¡No puede ser! – exclamó – ¿Tan pronto?

- Sí – afirmó su amiga, estirándose de brazos – Kohaku, si tiene tiempo, vendrá por la mañana para desearte feliz cumpleaños y luego se irá a vestir para... bueno... para la ceremonia. Te dejan quedarte a dormir, ¿verdad?

Rin asintió, distraída.

- No sabes cuánto odio a ese chico. Antes lo consideraba un buen amigo, y realmente me ha ayudado muchas veces. Me ha salvado la vida en varias ocasiones y eso no se lo podré pagar nunca. Pero, al margen de eso, se ha portado como un idiota.

- ¿Lo dices porque te besó a la fuerza?

- Sí, y porque se marchó de la aldea y dejó de entrenarme sólo por mi rechazo. Y ahora, después de darse cuenta de que no le amo, envía una carta a Kaede ofreciéndose como pretendiente.

Megumi se acurrucó junto a uno de los cojines y miró el techo, despreocupada.

- La verdad es que se ha pasado bastante. No me hubiera imaginado que podía ser tan retorcido, sobretodo porque es obvio que iba a ganar él entre todos los que se te presentaran.

- Por eso lo digo. Yo no quiero casarme con él. No podría mirarlo a la cara.

- Es una lástima que sea tan guapo – dijo Megumi, cerrando los ojos – Si no fuera tan idiota, hasta me gustaría.

Rin no añadió nada. Miró por la ventana oscura pensando en todas las cosas que le habían ocurrido aquella tarde: las lágrimas de la hermosa Yuki, la sonrisa de Shippo al contemplarla y el tierno beso que se habían dado. Rin no tenía ninguna duda: se gustaban.

Siguió mirando las nubes pasar en la oscuridad hasta que se quedó dormida.

«Yo también te quiero, señor Sesshomaru...».

___________________________________

La boda está ya muy cercana, chicos. Sesshomaru no puede tardar mucho en aparecer, o perderá al amor de su vida. Como este capítulo me parece un poco corto, voy a subir capi doble, así que os dejaré también el siguiente, que se llama: "El cumpleaños". Además, el domingo subiré capi nuevo, como cada finde. 

Nos leemos <3

Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora