Coming home

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Ese día llego muy pronto.

-estaras bien, Emma- William me dió su sonrisa fantasma y toscamente me abrazó

Extrañaba al William que solía ser, ese chico risueño, sarcástico y juguetón que había sido antes de marcharse, él que había sido con Carly y el que había desaparecido con su partida.

Pero no lo diría en voz alta. Seguía siendo él, seguía siendo la única persona, además de mi padre, que me había alentado y apoyado con mi elección de carrera.

-eso espero- susurre contra su hombro, sin poder evitarlo, me aferre más fuerte a él -estar en nuestra patria no será lo mismo sin ti- me aparte -quien me va a defender de todas las cosas malas?-

William no se apagó y conservo sus manos en mis brazos -te refieres a tu madre, supongo- no dije nada -eres una chica grande ahora y vivir con ella es solo temporal hasta que el apartamento este listo-

Me sonroje, apenada -gracias por ese regalo- le dije. William, como regalo de graduación, me había comprado un apartamento. El edificio pertenecía a un amigo suyo, era seguro y estaba relativamente despejado de hienas -como mi madre- pero actualmente se encontraba en remodelación. Tendría que esperar dos meses hasta que estuviera listo.

Y eso significaba dos meses con mi madre.

No iba pensar en él

Al decir que no piensas y consideras su presencia, estás pensando en él.  Dah!

Quise patearme.

-iras a visitarme?- pregunte

William no respondió de inmediato, en cambio solo se dedicó a contemplar me -no, Emma- dijo casi con tristeza -ese lugar ya no es para mí. Pero espero que tu vuelvas-

Trague. Tener una aliado, aunque sea solo por un par de días una vez al año no hubiera sido tan malo.

Pero entendía porque William no quería regresar. Si mi madre era una bruja, la madre de William bien podía ser el mismísimo diablo. Solo que con acento inglés, palabras sofisticadas y trajes de channel

-cuenta con ello-

Y solo así, me encontraba de regreso a Londres, el tiempo de alguna forma pareció pasar muy rápido y los 5 años que me había marchado a la universidad parecieron solo días miéntras estaba sentada en el avión.

No quería volver.

Pero, al mismo tiempo, si quería. Había vivido allí por mucho tiempo, tenía buenos recuerdos de mi padre en ese lugar. Y Karen y yo habíamos asistido a nuestras primeras fiestas alli, habíamos tenido mucha diversión yendo de aquí para allá. Explorar Londres con ella -yo como la guía y ella como la turista- había sido refrescante y conservaba buenos recuerdos de aquellos días.

Londres era mi hogar y también un nido de víboras.

Suspiré.

Ese ya no era mi mundo. Tenía que recordarme lo, sería una curadora, mi vida estaría entre pintura, esculturas y artistas hace mucho fallecidos que habían dejado cosas hermosas atrás.

Mi nueva vida incluía arte y solo personas que sintieran amor por el, no por exhibirlo como un trofeo o como muestra de poder.

-Señorita Emma- Anderson, había viajado un día antes, a petición mía, y había organizado rigurosamente los horarios para que... Él y yo no nos encontraramos

-hola, Anderson- le salude con una sonrisa -cuanto tiempo sin vernos- bromee-

Él sonrió. Levemente -es un placer verla-

Tome otra respiración antes de entrar al auto. Anderson ya había puesto el equipaje en la cajuela y solo faltaba que mis estúpidos pies se moviera

-todo bien?- pregunto

Asentí pero no me moví

-James partió a un viaje de negocios a Dublín y su madre está en Bali con el grupo de mujeres de la asociación del club-

Puse los ojos en blanco. Mujeres estresadas de nadar en dinero.

Asentí de nuevo -esta bien. Eso es bueno- esta vez mis pies si se movieron -vamos a casa-

El asintió, cerró mi puerta y se puso en marcha

Me quede observando por la ventana toda la magnificencia de la ciudad que había aprendido a amar y a odiar a partes iguales

Y, después de tanto tiempo, me maravilla con los cambios que había hecho a las mansiones, campiñas y demás de camino a nuestra casa. Casi parecida un vecindario completamente nuevo

Pero no fue nada comparado con el cambio de nuestra campiña que ahora tenía más pinta de una villa barroca de Italia, con muchos espacios abiertos y varios amplios balcones que NO utilizaríamos porque estábamos en el maldito LONDRES. Aquí llovía porque si y porque no, tener esa excesiva e innecesaria cantidad de espacios para tomar el sol eran estúpidos.

-pero que es esto?- pregunte en voz alta mientras pasábamos por el camino empedrado

-su madre remodeló hace dos años- contesto Anderson miéntras aparcaba -es un estilo popular hoy en día entre las casa de los socios del club de su madre-

Ahogue un grito de frustración -ridículo- dije

Anderson abrió la puerta para mí y sonrió en acuerdo, pero, por su puesto, no dijo nada

Tome una pequeña maleta mientras Anderson se encargaba del equipaje pesado cuando lo escuché

-mi niña- me gire para ver a Isadora salir de la casa con el señor amargura tras ella

Mire a Anderson -me pareció una buena idea que estuviera en buena compañía a su regreso-

No pude evitarlo, me lance a abrazarlo -gracias- el se puso tenso antes de torpemente palmear mi espalda, sabía que lo ponía un poco incómodo pero Anderson siempre cuidada de mi. Más de lo que las condiciones de su trabajo requerían

Él se aclaró la garganta cuando me aparte -yo me encargo del equipaje-

Me fui a abrazar a Isadora -estoy feliz de verte- le dije

Me hubiera quedado con ella y Gabriel si eso no hubiera significado una declaración de guerra para mi madre. Si ella fuera a guerra solo conmigo, estaría bien. Pero ella atacaría a las únicas personas que hacían mi estancia aquí buena.

No me arriesgaría

-vamos- ella intento tomar mi pequeño bolso pero no se lo permiti

-ya no eres una trabajadora aquí, Isadora- le dije -ahora eres una muy bienvenida invitada-

Ella se rió -es cierto, pero igual seguiré cuidando de ti, mi niña-

Isadora se quedó conmigo todo el día, contándome sobre Gabriel y Tristán y sobre los pocos chismes de los que se enteraba. No sabía mucho de mi madre o de cómo iban los negocios, pero si dijo que James había estado haciendo un excelente trabajo manteniendo no solo el negocio a flote pero prosperando. La compañía hotelera de mi padre había conservado el nombre apeticion del mismo James y ahora se había aliado con la compañía de seguridad  su familia.

-asi que era eso lo que quería- murmuré. No quería enfovarme en lo bueno. No cuando mi juicio respecto a él parecía fallar.

-es un buen hombre. Creo que está mejor en sus manos que en las de su madre- comento Isadora y eso no lo podía refutar.

Cuando se fue, me pase la noche hablando con Karen vendría en un par de días a visitar a sus padres y el día siguiente me puse a recorrer la casa y anotar con ojo de halcón todos los cambios a gran y pequeña escala que mi madre había hecho.

Ya no había fotos mías aquí. Solo en el estudio que perteneció a mi padre y la enorme foto familiar que yacía en la pared de la estancia principal.

Y eso era solo el comienzo.

Toda la mueblería y tapizado era nuevo. Lo quedaba rastros del hogar que mi padre había creado para nosotras. Solo su estudio y mi antigua... O mi actual habitación se conservaban intactas.

Para cuándo llega la noche, sueños tormentosos interrumpieron mi descanso.

Censura (a forbidden love story #4)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang