Me lo debes (parte 2)

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James se sentó en la cama, cerca del cabezal y me dejó entre sus piernas

-deja que cuide de ti, dulce Emma- murmuró, mientras separaba mis piernas y las suyas.

Sin protestas las flexione y las abrí para él, porque después de aquel asalto sexual necesitaba desesperadamente la liberación

Me relaje contra su pecho e incline mi cabeza para poder besarlo mientras sus manos iban a mis pechos, a torturar con ternura mis pezones y, finalmente, una de sus manos dejó sus caricias y bajo hasta mi hendidura.

-James- casi rogué cuando dudo un segundo, acariciando juguetonamente la cima

Con una breve risa, siguió y sus dedos se realizaron por mis pliegues, haciendo que mis caderas de inmediato se movieran, buscando más fricción

James se tomó su tiempo, mientras hacía círculos perezosos sobre mi clitoris, su mano izquierda aún en mi pecho, apretaba y jalaba mis pezones en tanto su boca dejaba besos por mis mandíbula y cuello

Me aferre a sus muslos con fuerza y mis caderas se alzaban y temblaban en busca de más.

-James... Por favor-

-instruyeme Emma- susurro en mi oído, chucpando el lóbulo de mi oreja -muestrame como debo tocarte-

Cuando apartó su mano, rápidamente lleve la mía allí y empecé a masasejar mi clitoris could not rapidez, ejerciendo la presión suficiente.

James gruñó y su cadera se sacudió debajo de mi antes de que su mano izquierda, la que me había estado torturando deliciosamente lento y suave, volviera al vértice de mis piernas pero esta vez sí dedo medio me penetró, igual a como él lo había hecho, rápido y duro y al igual que él, no se detuvo

Gemi mientras los movimientos de mi mano iban a la misma velocidad que la suya y en cuestión de una respiración y la siguiente mi cuerpo estaba tensandose, sacudiéndose preparándose para el orgasmo...y cuando llegó, cerré los ojos y curve la espalda, mía caderas moviéndose de arriba a abajo y mis piernas cerrándose, atrapando la mano de James y la mía.

Cuando por fin mi cuerpo se relajo y pude respirar otra vez, James me miraba con una sonrisa y ojos pícaros.

-buenos días- dijo

Le sonreí, apenas -muy buenos días- lo corregí

Salió detrás de mí, nos acostó a ambos y me acurruque cerca de su pecho

-perdon por...apurarme- dijo con una pequeña sonrisa, organizando mi cabello tras mi oreja -haces que pierda el control de mi mismo-

Me ruborice -a mí me gusto- me ruborice aún más -sobretodo lo que vino despues-

-no te dejaría así, sin más, Emma- beso la punta de mi nariz antes de añadir -darte placer me da mucho placer-

Su confesión  despreocupada y, desde lo que podía percibir, honesta, hizo que mi corazón bailara en mi pecho -tambien me da placer darte placer-

Su sonrisa fue incluso un poco tímida antes de que me diera un sonoro beso y sus brazos y su cuerpo me rodearán

-quisiera poder protegerte, Emma- dijo después de un breve silencio, en el que casi me quedo dormida, arrollada por su presencia

Me aparte, solo un poco, para poder mirarlo -¿Por que dices eso?-

Líneas de preocupación aparecieron en su frente y oscurecieron sus ojos -quiero más que un secreto Emma, pero no sé cómo pedirtelo y parte de mi no quiere hacerlo-

En cuanto su intención quedo clara me sentí encoger y él lo noto. James Wolff lo notaba todo

Sus párpados bajaron, ocultando sus ojos 

Quería decirle que si.

Quería decirle que estaría bien, pero sería una mentira y estaba segura de que él lo sabría

-no puedo James- dije, con el corazón en un puño -no aún-

Cuando me miró de nuevo, había tanta desesperanza en su mirada que fue como si me clavara una daga, directo en el corazón -lo se, Emma- me dio un suave beso en los labios -solo quiero que lo sepas, que nunca pienses que esto es todo lo que quiero. De ti, siempre quiero mas- tragando visiblemente, dándome un profundo pero breve beso, añadió -de ti lo quiero todo-

-me tienes James, solo que... Todavía no puedo enfrentar a esas personas...necesito un poco más de tiempo, pero si puedo prometer te que lo haré...-tomando una profunda respiración y dejando salir el aire despacio, dándome coraje si quiera solo para decirlo, añadí:- quiero más que esto contigo, quiero que podamos dar un paseo, ir a comer a alguna parte y poder besarte, ir de la mano...quiero eso, y quiero dártelo-

Algo de la desazón de su semblante se menguo con mis palabras

-tienes todo el tiempo que necesites, Emma-

Se que James lo decía de verdad, respecto a él, pero algo más se había puesto en marcha y cuando sonó mi teléfono, con aquel timbre particular que le había asignado a una persona non grata supe que las promesas que apenas habíamos hecho, no estaban destinadas a durar.

Censura (a forbidden love story #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora