Un lugar seguro (parte 1)

760 48 5
                                    

Y encontramos una rutina. 

James ya no se refería a la casa como SU casa, era NUESTRA casa. 

NUESTRO patio.

NUESTRO auto... o autos. 

NUESTRO esto, NUESTRO aquello.

Era abrumadoramente lindo y fue entonces que me di cuenta que no había sentido nada mio realmente, no en mucho tiempo, pero cada vez que él decía NUESTRO, de verdad le creía y me gustaba sentir que era bienvenida en su espacio, no por imponerme, por el contrario, porque él había no solo hecho un espacio para mi, me había dado la libertad de abarcarlo todo. 

Incluido él. 

Y aunque no lo conocía muy bien antes de esto, podía decir que se veía mas relajado y feliz, pero no era suficiente, a veces podía notarlo cuando nuestros planes tenían que ser en casa o, si queríamos mas libertad, nos escabullíamos a otros lugares. 

No sabia cuanto tiempo era prudente anunciar una nueva pareja después de un divorcio,  no es que importara por aquí, pero si sabia que nadie nunca miraría con buenos ojos lo nuestro. 

A veces pensaba que había reunido el valor suficiente para decir "a la mierda" pero la realidad era que siempre pensaba en mi padre y como mancharía su nombre. yo, su única hija, terminando envuelta en un escándalo como ese después de haberle dado la espalda. 

-no le diste la espalda- la voz de mi inconsciente no era acusadora, solo directa y seca. Curiosamente como William. 

-¿que piensas?- me despabile cuando escuche el tono divertido en la voz de James

-¿por que?- trate de reírme y parecer casual para no preocupar lo con las divagaciones de mi mente 

-te quedaste viendo esos papeles sin moverte como por un minuto entero- su ceja se arqueo, su mirada perspicaz y yo, para evadir su análisis me deleite entonces con toda la escena. 

Tenia el cuello de la camisa desabotonado, las mangas dobladas hasta los codos, su pantalón aun impecable, pero llevaba sus pies descalzos. No era una loca fetichista por los pies, pero por alguna razón me excitaba verlo de esa forma, algo en su caminar tranquilo y pasos ligeros me daban la sensación de estar jugando con un tigre amaestrado. 

Por supuesto, solo era una ilusión. 

-solo intentaba no distraerme contigo- en parte, era cierto -me gusta verte cocinar, lo encuentro relajante- añadí -y afrodisíaco- me levante para ir a abrazarlo desde atrás, apoyando mi frente en el centro de su espalda, mis brazos rodeándolo y apretándolo contra mi 

No quería causarle daño a James ni a lo que había logrado, no quería que dejara ir lo que había construido por estar conmigo y mucho menos quería que se arrepintiera de lo nuestro. 

Me sentía arrogante cada que lo pensaba, pero quizá aquel escándalo podría afectar sus relaciones con otras empresas, sin mencionar su papel dentro de la junta directiva del hotel...había tantas cosas en linea y...no sabia si seria suficiente. 

-se que no soy la persona mas...idónea, para decirlo- James sirvió el omelet en el plato y apago la estufa, aun así, no se giro -pero tienes que decirme lo que parece rondar tu mente, a veces lo que parece un problema de proporciones nucleares aquí- se dio toquecitos en la sien con su indice derecho -no es tan malo o ni siquiera existe- 

Suspire -quiero que me acompañes a un lugar- solté y me prepare para una negativa, James era un hombre ocupado habia noches en que ni siquiera lo escuchaba llegar o días en los que trabajaba desde casa, para no dejarme tanto tiempo sola, pero a penas si podía salir de su estudio. No era algo que tenia que hacerse ya, me consolé, pero entre mas pronto seria mejor, antes de que no pudiera aguantar el mejor momento para decírselo y terminara escupiendo lo de la manera mas poco elegante. 

-a donde sea que vayas Emma, allí estaré- Tomo una de mis manos y beso el dorso -si eso es lo que quieres- 

Lo apreté mas fuerte contra mi -siempre quiero estar contigo-eso era una verdad irrefutable 

Así que empacamos maletas y nos fuimos...en serio. 

Nada de tiquetes, de gestionar, planear...nada. 

James solo hizo una llamada, luego me pregunto el lugar  y ya. Habia sido mas rápido de lo que esperaba pero no iba a quejarme, después de todo era viernes en la noche y por primera vez en un par de sábados, James no iría a trabajar a si que en lo que a mi respectaba era un ganar-ganar por donde lo mirara. 

Nunca había ido con nadie mas que con Anderson a ese lugar, ni siquiera Isadora lo conocía y a veces dudaba que mi madre también. Después de todo, ella odiaba regresar a Alemania una vez nos fuimos de allí y solo veníamos papá y yo en algunas ocasiones por las fiestas o para saludar al abuelo. 

-¿por que Alemania?- pregunto James curioso, mientras caminábamos por la pista, me reí -ya lo veras- 

Me quede mirando el jet, era mas pequeño que el de la compañía de papá pero supongo que eran utilizados para propósitos diferentes 

-este es el Cessna Citation X+, es uno de los tres de la compañía, pero este es el mas rápido- James explico mientras los funcionarios iban de acá para allá. Anderson estaba caminando atrás, cerca de nosotros gestionando cosas que, honestamente, no quería saber 

-wow- fue todo lo que pude articular mientras veía el logo de la empresa de seguridad de los Wolff que se mostraba orgulloso a un costado y, si no era muy arrogante, me gustaba la ventaja de esto, las esperas en los aeropuertos eran fatales y la angustia por el equipaje era aun peor. 

Una vez adentro, era cómodo, todo en cuero blanco y un par de cojines afelpados que asumí eran para mi y cuando James me guiño el ojo lo supe con total seguridad, desde que había traído una par de mi viejo apartamento, ahora disponible para rentarse, y de que James viera mi apego por ellos, me había llenado de ellos. 

Al principio solo apareció uno extra en mi lado de la cama, luego otro en el pequeño sillón que había colocado en el enorme ventanal cerca de las escaleras y luego ya había uno de esos en todos los lugares donde me gustaba acurrucarme a leer o solo a pasar el rato. Incluso había colocado un mueble muy cómodo lleno de estos para mi en su estudio.

No pude no sonreír ante aquellos recuerdos de esos simples hallazgos, James nunca habia dicho nada al respecto, pero me encantaba ver su sonrisa de satisfacción cada vez que me acurrucaba con cualquiera de ellos. 

Me acomode en mi lugar  y luego de regresar de la cabina James se sentó a mi lado, unos momentos después Anderson se sentó cerca de la salida en el lado opuesto , dándonos la espalda y la puerta se cerro. 

-¿siempre haces esto?- le pregunte -sales de tu casa en medio de la noche a cumplirle los caprichos a las chicas?- 

James me miro, serio pero con una leve sonrisa curvando sus labios -primero que todo, Emma- hizo una pequeña pausa antes de decir mi nombre de forma lenta, degustando lo -no es solo un capricho, diría yo, y si lo es, me asegurare de detener este avión y llevarnos de nuevo a casa- toco la punta de mi nariz con su dedo indice -no quiero que te vuelvas una de esas chicas mimadas y segundo, fuiste tu la que hizo la petición yo solo me encargue de no hacerte esperar- 

Me reí y lo bese, un beso fugaz, casi robado -creo que es mejor dormir- 

Él me dio una sonrisa picara -estas segura? no quieres unirte al club Mile high?-

Le di una palmada -Anderson esta justo ahí-susurre 

Él meneo sus cejas y no pude evitar tomar su rosto y estrellar mis labios contra los suyos, me encantaba verlo juguetón y pícaro, le quietaba un par de años a su rostro que siempre mantenía con aquella expresión tan seria. 

Cuando por fin nos separamos, él se acerco de nuevo y mordió seductoramente mi labio inferior -si quieres que mantenga mis manos para mi mismo, entonces no me provoques- 

Me sonroje, porque no pude evitarlo y solo sacudí la cabeza mientras me recostaba en su hombro. 

-descansa- fue lo ultimo que escuche antes de quedarme dormida. 




Censura (a forbidden love story #4)Where stories live. Discover now