Cuenta regresiva: días 3 y 2

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El tercer día había entrado en un permanente estado de shock y me había quedado echa un ovillo en mi cama, con las persianas abajo evitando la luz del sol y solo la luz de una pequeña lampara para guiarme en la noche. 

Así que cuando mi madre llamo en medio de la madrugada, no me inmute.

No había podido dormir. 

-¿sabes que hora es, madre?- ese fue mi saludo, por supuesto, mantuve mi tono plano y neutral. nada de que si quiera un resquicio de mi ira saliera a flote. 

Era hija de mi madre, después de todo. 

-Cuida lo que dices. Esa no es una forma apropiada de saludar a tu madre- me reprendió en un tono tan plano y hueco como el que yo había empleado. 

-¿que necesitas?- replique, perdiendo la paciencia. 

-Ya he reservado tu vuelo, necesito que partas mañana en la noche- mi madre murmuro algo a lo lejos y mas sonidos de fondo se escucharon, como susurros del papel -tienes que estar aquí para que te pruebes el vestido de Dama de honor que conseguí para ti- 

La bilis y todo lo que NO había comido pareció quedar atascado en la boca de mi estomago-¿qué?- 

-como lo escuchaste. Así que te quiero en ese vuelo, puntual- 

mis balbuceos, pobres intentos de protesta, cayeron en oídos sordos mientras ella hablaba con alguien

La voz masculina, profunda y ronca que le respondió fue como una leve caricia en la base de mi columna, reptando y enrollándose alrededor de la misma hasta dejarme con la espalda recta. Era una voz con un borde decadente, como el chocolate. 

Y entonces mi madre dijo su nombre y casi regurgite mi comida allí mismo, en mi cama, sobre mis sabanas y casi sobre mi misma. 

James. 

Mi respiración se acelero y mis oídos se taparon con un espantoso chirrido. Sabia que mi madre estaba diciendo estupideces del otro lado de la linea pero yo solo podía pensar en la reacción visceral que la voz de ESE había provocado en mi. 

Asenti y luego recorde que estaba en una llamada -claro- fue todo lo que dije, no sabia de que iba la perorata de mi madre ni tampoco me importaba, asi que colgue y fui al baño. 

Moje mi rostro con agua fria y me mire al espejo

-quiza es como los locutore. Voz sexy pero barriga cervecera y calvicie prematura- 

sabia perfectamente bien que estaba mal generalizar pero habia conocido a uno que cumplia con aquella descripción. Quiza lo unico rescatable de este tal James era su voz. Una voz sensual y seductora cuyo efecto podia alcanzar la proporciones del flautista, solo que en lugar de atraer ratones, atraia mujeres. Mujeres muy dispuestas a hacer lo que quisiera. 

hasta que lo vieran. 

Porque él tenia que ser un viejo gordo y feo para mi propia diversión, inmadura y retorcida. 

Mi padre había sido un hombre con garbo y facciones fuertes, pero masculino y por lo mucho que había escuchado a Isadora suspirar al mirarlo, y a muchas otras mujeres, sabia que las mujeres no eran ajenas a ese encanto agresivo y enteramente masculino que poseía. nada de facciones suaves, pero si una mirada cálida y sonrisa recurrente. 

-Tu padre es un hombre guapo- Isadora había dicho una vez cuando, pequeña, le había preguntado porque las mujeres se quedaban mirandolo 

arrugue la nariz -es un papá-

Isadora rió -los papás también pueden ser guapos y cualquier mujer puede deleitar su ojos con él. Como los modelos de las revistas- 

no lo entendía, pero asentí

No podía tener la suerte de terminar con alguien que fuera siquiera la mitad de lo que fue mi padre. Me rehusaba a creer que la suerte le sonreiría de esa manera.

La culpa fue una pequeña punzada, que hábilmente ignore.

ademas ¿quien en su sano juicio se casaría con mi madre? a parte de mi padre, por supuesto. Pero él había dicho que ella solía ser una mujer amable, que había estado perdida y que él había caído rendido a sus pies, no solo por como se veía pero por sus maneras suaves. 

La mujer de ahora no era nada de eso. 

y por la forma en que mi padre la mirada, distante y con un dejo de decepción, él también lo había sabido.

-el dinero y el estatus cambian los corazones. Los arrastran a lugares oscuros de los que tal vez no encuentren salida, o quizá, a que ni siquiera quieran encontrarla solo por conservarlos. El poder detrás de un nombre y el dinero, hacen que los débiles de corazón pierdan la humanidad-

Mi papá me lo había dado todo pero también se aseguro de enseñarme el valor del dinero y de lo duro que él había trabajado para conseguirlo, de como le dio la espalda a los deseos del abuelo para perseguir su sueño y como al final, también había que tenido que sacrificar el tiempo que debería disponer con mas frecuencia a su única hija. 

Le había dicho que no me molestaba, que todo estaba bien. 

Pero lo cierto era que nunca me habia sentido como alguien y mas como algo. Un adorno mas que exhibir en las reuniones sociales de mi madre. 

Isadora se había asegurado de hacerme sentir mas como una niña que en realidad era amada, solo que no de la forma como ella esperaba, no de la forma en que los programas infantiles que solía ver lo mostraban y mucho menos de la forma en que sus libros narraban. 

Pero, de alguna forma, que ella aun no acababa de comprender, Isadora le había asegurado de que su padre y su madre la amaban. 

Para cuando el que debía ser segundo día para procesarlo todo, comenzó. Se encontró a si misma empacando mansamente una maleta. Le envió un correo a todos sus profesores excusándose por su ausencia el día de mañana y el lunes. Aunque probablemente regresaría corriendo tan pronto como todo ese circo terminara. 

No quería ni imaginar lo que su madre habría preparado y na sabia como enfrentarse a un tumulto de personas que seguramente estarían hablando a sus espaldas, esparciendo rumores, haciendo comentarios insidiosos. 

Llamo a William, pero fue directo a buzón.

Cuando subió el avión, se lamento. Le hubiera gustado tener su personalidad imperturbable e indiferente ante aquella manada de hienas a la que voluntariamente se iba a presentar. 


 



Censura (a forbidden love story #4)Where stories live. Discover now