Censura (a forbidden love story #4)

Inevitable

Oh, ese hijo de... Su mamá, creía que podía dejarme hecha un charco de baba por la forma sexy y sensual en la que pronunció esas palabras?

Por supuesto que no

Por supuesto que sí!

Quería arrancarme la parte de mi cerebro que parecía declararse team James. Necesitaba un y trabajo en conjunto para deshacerme de todos los pensamientos inapropiados.

Cratos ladro

-no lo defiendas- lo reprendí con amor -eres mi mejor amigo ahora. No de él-

Oh dios santo! Me escuchaba ridícula

Cratos ladro de nuevo antes de subirse a mi cama y acostarse justo en la mitad

No pude no sonreír. Se veía adorable.

Suspirando, decidí enfrentar a James. No podía actuar como una niñita con las hormonas alborotadas. Era una adulta, responsable e inteligente. No dejaría que su estúpido encantó me cegara.

Necesitaba saber la situación de Cratos y eso era todo

Por supuesto

El sarcasmo de la voz de mi enemiga "la señorita Team James" me enloquecía. Creo que el simple hecho de ponerle un nombre a la voz de mi cabeza ya me hacia una loca.

Tome aire, me puse un atuendo profesional. Lo cual era aun mas ridículo y baje.

Encontré al estirado favorito de mi madre -¿Has visto a James?- pregunte con cortesía

-En el estudio del ala oeste- contesto secamente y siguió en su quehacer

Quise poner los ojos en blanco pero me contuve y fui a donde me dijo. El estudio de la sala este era el mas grande y el que mi padre jamas había usado. De hecho, cuando compramos esta casa, había sido mi habitación para pegar mis obras de arte e incluso había rallado las paredes.

Mi padre se había reído y me había dicho que era una gran artista, mi madre había refunfuñado toda la semana cuando mi papa no le dejo cubrir mis dibujos.

Deje a un lado ese recuerdo y encontré las puertas de cristal abiertas de par en par mientras James se movía de aquí para allá entre papeles en el piso y parecía discutir acaloradamente con alguien al otro lado del teléfono. Su camisa estaba desabrochada revelando la camiseta que llevaba por debajo, las mangas estaban enrolladas hasta los codos y su pantalón ya tenia arrugas, la corbata estaba desaparecido y también la chaqueta. O al menos hasta donde podía divisar.

Lo observe por un momento, no estaba hablando en ingles u otro idioma que conociera, sonaba algo como el italiano pero no estaba segura de que lo fuera tampoco, había un par de silabas que reconocía porque se pronunciaban como el español pero no era español.

Algo en la forma en que se movía, algo en él simplemente...

YA BASTA. JESÚS!

Era obvio que no era el momento así que di la vuelta y me fu...

-¿Emma?- había sorpresa y deleite en su voz

Me di la vuelta de nuevo para enfrentarlo.

-puedo volver después- dije de inmediato

Él no siquiera se lo pensó, no dijo nada, no dio explicaciones solo...colgó

-tengo tiempo ahora- enfatizó -estas bien?- pregunto, alerta de repente -Gabrielle volvió?-

Fruncí el ceño, no pronunciaba el nombre de mi madre con... Cómo decirlo... Emoción? No había nada en su voz, como si se refiera a... No se, un extraño?

Dios santo! Se habían casado era mi pobre consciencia buscando excusas donde no existían

-solo quería hablar de Cratos- explique y él arqueo la ceja

-¿Cratos?-

-él peludo-

En cuanto la explicación salió de mi boca quise retractarme. Las comisuras de sus labios temblaron, intentando reprimir una sonrisa

-él peludo?- asunto, presionando sus labios para no reírse -entiendo- se aclaró la garganta y volvió a su tono profesional -que con él?-

-es sobre lo que sabes de él- fui al grano entre menos tiempo estuviera sola con el mucho mejor -le aplicaste alguna vacuna... Algo?

James lo pensó -la de la rabia. Lo demás fueron medicamentos para la enfermedad en su piel y para el dolor-

Asentí -entiendo-

Sabía que debía irme pero no podía tenía que aclararlo

Si un paso adelante. Tenía la ropa adecuada, una falda de tubo azul petróleo, como los ojos de Will a veces porque quería evocar un poco de él y su personalidad indiferente, que llegaba hasta las rodillas de pretina alta y una blusa de manga larga y cuello alto blanca.

Me vía profesional. Podía con esto

-sobre Cratos, si necesitas algún tipo de papeleo o lo que sea, prometo hacerme responsable, lo rescatarte técnicamente es tuyo, pero lo estabas escondiendo y yo....- no puede seguir hablando, porque mientras yo descargaba, James se había acercado, tan sigiloso y silencioso como un gato.

-te dije que si, Emma- pronunció mi nombre de aquella forma que hacía que Miles de mariposas revoloteando no solo por mi estómago también en otras partes. Cómo mi maldito cerebro.

Me aclare la garganta -bien, bien- huye! Huye! -bueno, yo me...-

Su mano acarició mi cuello sobre la tela pero justo que no sentía la barrera, mi cuerpo reaccionó como si su mano se hubiera posado en mi piel desnuda

-Emma...- susurro de forma íntima

-¿Qué... Qué haces?- tartamudee pero no lo detuve, no detuve su rostro ni sus labios de acercarse a los míos

-Nada- murmuró con diversión y sonrisa juguetona

Oh dios! Esa sonrisa. Esa maldita sonrisa.

El esposo de tu madre cariño

Solo eso bastó para que todo, lo que sea que encendía en mi, se apagará. Se extingue es por completo, sin siquiera dejar cenizas

-es esto lo que te gusta, James- pronuncie su nombre casi con asco -seducir a las hijas de tus esposas?- escupí -o soy el conejillo de indias a ver si puedes conquistar más?-

La expresión de James de inmediato se oscureció y en sus ojos planeo una irá que me hizo retroceder

-parece que me conoces muy bien, no pequeña Emma?- la forma despectiva en que lo dijo me hizo dar otro paso atrás -deberías preguntar, observar y analizar antes de hacer ese tipo de conclusiones. No crees?-

-no trates... De - intente defenderme pero había tanta irá en sus ojos que mi boca no pudo formular las palabras

-lo dejaré pasar porque en parte tienes razón- dijo -pero antes de que me confirmes a la hoguera, investiga-

Y de nuevo. Se marchó, sin mirar atrás, sin una sonrisa, sin nada. Solo dejando el temor que sentía