Censura (a forbidden love story #4)

Segundo Strike

La siguiente semana, me fui.

El museo me pidió que fuera a mirar unas pinturas, y su estado, recientemente adquiridas, en una hermosa villa cerca de Escocia. El descanso de toda la tensión me vino bien y los paisajes escoceses eran de otro mundo. Había tanto verde por todas partes. Al menos cerca de donde me encontraba y casi me sentí en la película de corazón valiente.

Cuando regrese a casa el domingo en la mañana el señor estirado me avisó que mi madre se había pasó por allí el miércoles pero que se había vuelto a marchar el sábado en la noche. Con respecto a... Él, se encontraba en un viaje de negocios en Gales.

Suspiré.

Era todo lo que necesitaba. Un poco de paz de todo el drama que involucraba mi madre

Y mucha distancia de él

No era mucho pedir.

Isadora y Gabriel se había ido a Holanda a visitar a Tristán y por mucho que me hubiera gustado ir, aún tenía un trabajo con el que responder. Un trabajo que amaba por cierto.

-como va todo?- la voz estoica de William puso una sonrisa en mi boca

Caminaba por los jardines del patio trasero cerca de un pequeño granero que había venido con la casa y que mi padre, por mi petición, no permitió que mi madre destruyera. Era un alivio que hubiera respetado esa petición.

-bien. Tengo el trabajo de mis sueños Will- suspiré de felicidad -aun no puedo creerlo. Cuando logré estar en mi propia casa será aún mejor-

William no dijo nada y maldijo. Él y James eran buenos amigos.

Ahí lo tienes! Otra razón por la cual no deberías pensar cosas sucias con respecto a él

-tu madre te está causando problemas?-

-no, en realidad sólo la he visto un par de veces desde que estoy aquí- la amargura en mi voz no pudo ser disimulada.

-Lo siento, Emma- la molestia en su voz era sincera, y no dirigida a mi -pero logré que te entreguen el apartamento en solo cuatro semanas- anuncio

-en serio?- replique emocionada. Mi propio espacio significaba que sería libre de mi madre y de su juguete.

Me sentí culpable tan pronto como pensé eso.

-Si, presione un poco a los trabajadores y Jonathan está vigilando constantemente el progreso ahora. Así que en cuatro semanas tendrás un nuevo hogar-

Poco después de eso, termino la llamada.

Jonathan, el hermano de James.

Últimamente parecía encontrar algo relacionado a él por todas partes y está resultando irritante.

Iba a pasar de largo por el granero, cuando escuché rasguños.

La piel se me puso de gallina y lo primero que quise hacer fue correr cuando se hicieron más intensos y las puertas se sacudieron.

Por supuesto, no hice eso, pero tampoco me acerque

Retroceso un poco y busque con la mirada a George.

El hombre de 50 y tantos estaba posando y consintiendo las rosas cerca de la reja.

-George!- llame, poniendo mis manos al rededor de mi boca para que pudiera escucharme

Él se giró y me saludo con una mano enguantada y con un poco de tierra.

Agite mis manos y con gestos lo llame.