En terreno enemigo (Parte 1)

1.6K 84 18
                                    

La casa de James es... No es lo que esperas de un soltero.

Pensé que me llevaría a la ciudad, a algún edificio ostentoso y me mostraría su apartamento bien decorado por un experto.

Pero no.

-tengo otra casa, más como la tuya- me sonrio, mientras respondia a mi duda no formulada -es como un señuelo, rara vez la uso- su mirada seguía al frente y gracias a Dios porque un par de chicos pasaron corriendo pocos segundos antes de que el semáforo cambiará a verde.

El Lincoln MKZ blanco era tan espectacular por dentro como por fuera y  James apenas si se inmutó cuando tuvo que frenar abruptamente

"El más seguro" había dicho con orgullo cuando abría la puerta para mi

-lo siento- comenté apenada por las emociones que no puede ocultar

-esta bien, Emma- James me miró de soslayo y me sonrió -solo te veías sorprendida-

Pasamos por un precisos parque con personas populando entre sus caminos y espacios verdes. Había desde familias dando una caminata, o personas dando un paseo con sus perros hasta hombres y mujeres de edad solo sentadas disfrutando de la vivasidad alrededor

Paramos en una calle al lateral del parque, las casa eran de dos plantas (hasta donde notaba) y tenían un curioso estilo victoriano.

Por alguna razón pensé en la casa de Ally en juego de gemelas. Nada muy ostentoso pero ciertamente lujoso.

-pense que eras más un hombre de lujosos áticos o algo asi- le dije, cuando estacionó frente a la preciosa casa Blanca, con pilares y una reja negra que dividía el jardín del andén.

-no leas tantas novelas eróticas, Emma- me guiño -aunque...quizá sería interesante escucharte leer una- agregó mientras abría la reja para mí -podemos saltarnos la trama y todas las partes que no sean sexuales-

Me reí -como ver porno?-

Me dio una nalgada, riendo, antes de cerrar la reja y tomar mi mano para seguir caminando -niña lista-

Puse los ojos en blanco ante esa expresión pero mi sonrisa no desapareció

Seguimos por un camino de finas piedras blancas entre el pasto que era enmarcado por unos arbustos de preciosos flores cuyo nombre se me escapó. La entrada tenía un bonito arco y tanto las dos ventanas de abajo como las dos de arriban sobresalían de la pared, su forma me recordaban a un cuarzo.

-es una casa preciosa, James-

Su sonrisa, fue sincera y casi tímida -gracias-

La sala de estar y el comedor eran las dos habitaciones que se podían ver a través de las ventanas exteriores, siguiendo al fondo otro arco daba paso a la cocina de en acabados en madera y acero inoxidable y por el lado de la sala había una habitación con enormes puertas de madera con pequeños cuadros de cristal que difuminan el interior del cuarto

-el estudio- una vez más James respondio a mi pregunta no formulada -y la biblioteca principal-

Asentí y aunque quería ir a dar un vistazo, James parecía tener otros planes y seguimos por las escaleras pasando por otra larga ventana desde el primer al segundo piso sin interrupción, la imponente escalera dividía ambas estancias y el pasillo enfrente tenía toda la vista de de la ventana en el centro.

-me gustaría estar aquí en invierno- dije sin pensar, imaginando me la nieve caer en tanto yo me encontraba frente aquel precioso ventanal

-si eso es lo que quieres, lo tendrás- dijo James, solemne -es mi parte favorita de esta casa- añadió con una sonrisa -justo por eso-

Me ruborice por alguna extraña razón mientras correspondía su sonrisa

Como no supe que decir solo me quedé parada en medio del pasillo con las luces de las otras casa alumbrando en la oscuridad de la noche. Las estrellas estaban cubiertas por las nubes y en la lejanía podía divisar los contornos de los edificios y ver pequeños puntos brillantes

-por aquel lado- señaló a la derecha - hay dos cuartos de invitados cada uno con su baño-  ahora miro a la izquierda -ese lado es todo mío, está mi cuarto, un baño y mi biblioteca privada-

No sabía qué hacer, así que asentí. Me sentía torpe y un poco estúpida, como en una primera cita con el chico de tus sueños.

-creo que te prometí un baño- susurro en mi oído mientras ponía su mano en mi espalda baja y me animaba a caminar; sin resistencia me deje llevar y el cuarto de James era enorme, incluso con una pequeña sala, con un sillón, una mesa de café y una pantalla plana, la cama y un par de nocheros estaban sobre una plataforma en una esquina por el lado de la cama había dos puertas, James nos llevó directo a la que deduje conducía al baño y la otra, que estaba entre abierta dejaba ver su armario

Pasando la sala, al otro lado, las puestas de cristal iguales a las del estudio de abajo debían dar paso a su biblioteca.

-wow- fue todo lo que dije cuando el baño. No era ridículamente grande y como todo en su hogar, la decoración no era en fríos negros y blancos. Todo estaba entre el crema y el caramelo y este baño tenía un tono igual en sus azulejos, el lavamanos era una cuenca de cerámica sobre una estantería de madera larga, del mismo tamaño del espejo que con un espacio libre y luego un par de cajones.

El retrete estaba cerca luego, frente al lavado y cerca de la esquina estaba la bañera que era igual al cuenco del lavamanos solo que, bueno, más grande y ovalada y la ducha era sólo un espacio en la pared con una puerta de cristal.

Era simple, acogedor.

Lujoso pero sin ser pretencioso.

Me gustaba el estilo de James

-tu escogiste todo?- pregunté, porque quizá era el estilo del decorador de interiores que contrato

-si, tenía un decorador de interiores encargándose de la organización pero yo escogí todo- enarco una ceja -¿Por qué?-

-curiosidad-

Él no dijo más pero sus manos se movieron por mi cuerpo -desvistete- pidió -preparare la tina- Con un beso en la mejilla se acercó a la bañera y abrió el grifo poniendo su mano bajo el chorro

Me quite la ropa y me quedé desnuda ante él, tomando todo de mí para no cubrirme y retocerme como una idiota

James se quedó mirando, pero no mi cuerpo, si no mi rostro, fijándose en mis mejillas y lo seguramente rojas que se encontraban, en mis ojos que esquivaban su mirada y mi cabello que caía por mis hombros.

-eres tan hermosa, Emma- fue todo lo que dijo, pero no estaba segura si era para que lo escuchará o era un comentario para si mismo.

-la tina James- dije, para que su mirada me dejara y porque estaba apunto de desbordarse

El cerro el grifo y estiró su brazo, tendiendo me su mano -ven, metete-

La tomé y me ayudó a entrar. Me senté y deje que al gua tibia cubriera mi cuerpo

Capte el movimiento por el rabillo de mi ojo y de inmediato me gire para mirar a James deshacerse de su ropa metódicamente, y era la visa más sensual y erótica que jamás había visto

Él se metió justo frente a mi

-mejor?- pregunto

-si- agaché mi mirada, mirando el agua -gracias-

James tomo mis piernas y las abrió, pasando las sobre sus muslos, detrás de su espalda, dejandome cerca de él

-no me lo agradezcas, Emma- me dio un dulce beso en los labios -me gusta tenerte aqui-

Y eso fue todo.

Solo nos quedamos abrazados en la tina, con él dibujando figuras en mi espalda, sus yemas acariciando con delicadeza mi piel mientras yo solo gozaba del valor del agua y de su cuerpo.

Censura (a forbidden love story #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora