Ningun secreto dura para siempre (Parte 1)

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Hasta el sol de hoy no se cómo pudimos escabullirnos sin que nadie, absolutamente nadie, además de Anderson, supiera que estábamos juntos.

Supongo que era algo de familia, después de todo los Wolff eran los dueños de la empresa de seguridad más exitosa en Europa, y eran la más exitosa no solo por encargarse de la seguridad de eventos importantes, también por proteger a muchas de las personas más influyentes. Y por "proteger" me refiero a que también guardaban sus sucios secretos.

Puse los ojos en blanco mientras subía los peldaños metálicos de la escalera. Ahora yo era y tenía un subió secreto, así que no era nadie para estar juzgando.

Ya no.

-sigues murmurando contigo misma-

Mire tan rápido que sentí un latigazo cervical, pero eso importó poco cuando vi a Karen con su usual sonrisa socarrona y sus brazos en jarras

-pense que te habías dejado de sobre analizarlo todo hablando contigo misma- añadió, mirándome desde el suelo

Baje tan rápido como pude sin caer y la abrace -Qué haces aquí?!?- fue lo primero que se me ocurrió decir

-ammm...si hola, Emma- ella me abrazó de vuelta -estoy muy bien gracias por preguntar-

Me reí mientras me apartaba -lo siento es solo que... Es... Una agradable sorpresa-

Su sonrisa fue sincera esta vez, haciendo que las esquinas de sus ojos se arrugaran -te extraño mucho Em- me abrazó de nuevo rápidamente -vine por un par de días-

-¿Te quedas con tus padres?-

Eso la hizo reír -sabes que si, me dejarían sin herencia si no lo hago. Los gemelos están enormes y Luke sigue siendo un idiota- apesar de sus palabras a su hermano mayor, había mucho cariño mientras se refería a él

-un idiota que es un gran corredor en NASCAR-

-para mi sigue siendo mi hermano mayor, idiota. Fin-

Esta vez fui yo la que me reí -claro que puedes tratarlo asi, señorita consultora financiera en Wall Street-

Pasó su mano por su cabello, en un movimiento sacado de novela, echando su cabello hacia atrás sobre su hombro derecho

-lo se, lo se-

Sacudí la cabeza -no te diré nada lindo nunca más-

-Em, no me decías nada lindo. Solo la verdad- no me dejó replicar cuando añadió -no vengo a distraerte, solo quería que supieras que mis padres te esperan para cenar-

-me encantaría- miré a mis manos -no he podido visitarlos-

Karen puso su mano en mi brazo, una de sus incómodas formas de ofrecer consuelo. Ese gesto me hizo sentir mejor -esta bien, mi madre me contó todo lo que esa...- la miré, reprendiendola antes de que pudiera decir una mala palabra -esa mamá tuya hizo-

-esta bien-

-y que tú padrastro compro la casa?!- Karen se veía muy molesta -quien se cree? Ese imbecil-

-no es así Karen, en serio-

Sus cejas se reunieron -qué quieres decir?-

-la compro para que yo pudiera tenerla de vuelta-

Ahora sus cejas se elevaron hasta casi esconderse bajo su flequillo -necesito más detalles...- sus ojos se estrecharon, mirándome

Sentí el rubor subir por mis mejillas, pero mantuve mi expresión neutral

-despues de la cena iremos por unos tragos. Veo que tienes mucho que contarme-

-no, en realidad, no...-

Pero ella ya se estaba marchando -nos vemos a las 8-

Karen no había cambiado nada, seguía desbordando seguridad y ciertamente sabía porque tenía éxito en Wall Street, era difícil decirle que no a esa mujer.

Sonriendo, volví a mi trabajo.

***********

-cariño- la respuesta de James fue distraída y por alguna razón que sin ser consciente de ello usará aquel apelativo cariñoso conmigo me llenaron de mariposas el estómago

-Hola- puse los ojos en blanco con mi respuesta, pero aún no sabía qué decir o como responder de vuelta a aquella palabra

-¿Todo bien?-

-qué?-

-te quedaste callada- su tono paso a ser preocupado

Me reí -estoy bien, solo babeaba un poco por ti y tu sensual voz-

El sonido burbujeante y por alguna razón, sexual, de su risa me hicieron apretar los músculos y sonreír a la bocina

-me gusta tener ese efecto en ti-

Suspiré dramáticamente -si, lo se- en realidad no sé porque me sentía nerviosa por lo que iba a decir, así que solo lo dije -recuerdas el plan de la cena?-

-aja- escuché papeles y el susurro de una pluma sobre el papel

-Karen está aquí y me invitó a cenar con sus padres-

-¿tu amiga Karen?-

-sip-

-puefo pasar por ti?-

-me encantaría-

-nos vemos en la noche cariño- su voz era suave e íntima -diviertete-

-nos vemos en la noche, James-

Y colgué.

Ese "diviértete" había sellando nuestro destino.

Censura (a forbidden love story #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora