Censura (a forbidden love story #4)

The cure for overthinking (La cura para dejar de sobrepensar)

Ningún secreto permanece oculto mucho tiempo.

Eso había escuchado decir a mi padre un día, cuando se enteró que uno de sus empleados, era alguien de un cargo importante -no recuerdo que- entregaba información a la empresa que competía con mi padre.

Había sido cierto, mi padre se había enterado por casualidad, una persona distraída o simplemente chismosa había dejado caer las palabras en los oídos equivocados -o correctos-

Era extraño tener algo que esconder y fue eso lo que catalizo aquel recuerdo.

James seguía dormido pero yo merodeaba por la casa, Tanos paseo un rato conmigo hasta que se dejó caer cerca de la puerta, su cabeza apoyada en sus patas, sus ojos siguiendo mis movimientos.

Que alguien se enterará...

Mis manos empezaban a sudar con el solo hecho de imaginarlo.

Que tu madre se entere, eso es lo que te aterra.

Pensé en la invitación grabada que ahora descansaba en el que era mi nochero.

La había recibido hace un par de días y estaba volviéndome loca. Una fiesta organizada por mi madre requería mi presencia, quisiera o no. No se como ella tenia tanto poder sobre mi, jamas me había gustado discutir con ella porque de alguna forma siempre lograba retorcerlo todo y, al final, hacerlo mi culpa. Sabia que si le decía que no encontraría una forma de manipularme y usar el poder que tenia sobre mi para que fuera. 

Saber lo que hacia y que aun se lo permitía me hacia sentir enferma, como si mis tripas se fueran a salir por mi ombligo pero siempre había añorado su amor, su aprobación. Era la única familia que me quedaba, era todo lo que tenia y parte de mi, la niña estúpida que esperaba, era la que siempre me convencía de darle otra oportunidad, porque recordaba vagamente aquella mujer que la había arropado de pequeña, que la había despedido con un beso en la frente de buenas noches, cada noche. Hasta que un día ya no. 

Habia dejado de preguntarme el porqué hace años. 

-Estarás bien, Emma- la voz de James no me sobresalto, había escuchado el murmullo de las sabanas y sus pasos firmes sobre la madera. 

-tengo  miedo que lo vea en mis ojos James, que sepa que le escondo algo-

-Si lo deseas, podría no asistir- se encogió de hombros pero no te la rigidez en su postura mientras hablaba 

Le sonreí -lo harías si te lo pidiera- 

Asintió -no es una idea que me encante- comenzó, deslizando sus mano por mi cintura -pero si eso te hace sentir mejor, lo haré- 

-¡por que, James?- no podía evitarlo, tenia miedo, me sentía confundida y  en parte enferma por tener que enfrentarme a todos los socios de mi padre y a todas las personas que me veían como una vergüenza o un fracaso, para mi padre y su legado. Saltar a un tema como este no tenia sentido, pero nada en mis pensamientos tenia sentido justo ahora -¡por que tenias que hacerlo?

No era justo para mi decirlo pero fingir un matrimonio por un negocio? Dios! no vivíamos dentro de una telenovela 

-Era la forma mas rápida- había practicidad en su voz -no me pareció un problema, aunque no te anticipe a ti- 

Quería que eso fuera suficiente, pero no lo era 

-Emma, no puedo cambiar lo que hice, pero no me arrepiento, tu padre construyo un negocio solido, pero en manos de sus socios no dudo que pronto lo llevarían a ala ruina o lo alejarían de los ideales de tu padre. Al menos Gabrielle planea conservar eso, aunque su forma de administrar el dinero no sea lo mas confiable, así que para eso me consiguió a mi-