Viejos amigos

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-William!- Isadora abrazo a William quien se quedo sorpresivamente quieto durante un instante antes de rodear a Isadora con su brazos.

-es un placer verla de nuevo- saludo 

-Dios santo hijo! pero al menos sonrie aunque sea fingido- 

-Gabriel!- dijimos Isadora y yo al mismo tiempo pero William no se inmuto, con una pequeña sonrisa ladeada inclino la cabeza -mis disculpas, mis habilidades sociales están un poco oxidadas desde que todos aquí me creen un monstruo- 

Isadora se hecho a reír y Gabriel con una sonrisa murmuro su acuerdo con los rumores. 

Lo cierto era, que aunque no tomaba ninguna clase con ninguno de los estudiantes de William o con William para ir al caso, si había escuchado eso rumores. el sexy profesor que era tan severo como Snape. Y eso que solo había dado un par de clases para cubrir a otros profesores. William estaba aquí como asesor de tesis, editor de textos académicos para publicación e investigador. 

William había dejado de enseñar desde... desde hace mucho. 

Y era una pena. Había sido él y sus clases particulares las que le habían ayudado a mejorar su ingles lo suficiente para poder pasar su primer año en una nueva escuela.  

Después de un apretón de manos y un breve abrazo (muy al estilo hombres, solo algo que parecía chocar sus hombros y rápidamente separarse) Los ojos azul vibrante y oscuros de William se fijaron en Xander. Hasta ahora, no había tenido la oportunidad de presentarlos.

Viéndolos frente a frente eran completamente el polo opuesto. William era imponente y difícil de ignorar por los bordes duros de sus rasgos masculinos y marcados. También por la severidad de sus mirada como el cielo nocturno. Mientras Xander era de sonrisa fácil, ojos celeste y aspecto angelical, ambos llamaban la atención por razones completamente diferentes.

-un placer conocerlo- dijo Xander con su tono amable, sin tomarse personal la actitud distante de William -Emma me ha contado sobre usted- 

William puso sus ojos brevemente en mi y luego los volvió a Xander, con una ligera inclinación de cabeza y aceptando la mano que Xander le ofrecía le dio un breve apretón 

-un placer- fue todo lo que dijo. 

Suspire 

A veces quería darle una bofetada y sacudirlo en un intento -un poco absurdo- por sacarlo de su eterno estupor

Xander tomo mi mano y beso el dorso mientras se adelantaba y empezaba una charla casual con Isadora y Gabriel. Quedándome atrás William me ofreció su brazo y lo entrelace con él

-espero que no este afectando mucho tu ego aquellos rumores- le dije en tono juguetón -aunque tienes que admitir que eres un poco escalofriante- 

William me dio una sonrisa fantasma, le decía así porque no sabia si en realidad había sonreído o no, era tan breve que no estaba segura si era mi desesperada imaginación o la realidad 

-estoy perfectamente bien con eso- William se encogió de hombros -eso no evita que esas chicas se tiren a mis brazos- su voz contenía un dejo de disgusto

Lo mire sorprendía -¿que? no me digas que no te tienta ninguna de esas calientes chicas universitarias- 

William me miro con una ceja arqueada como si la respuesta fuera obvia -por supuesto que no- volvió a mirar al frente -no mezclas el negocio y el placer- 

Asentí, aunque secretamente esperaba que alguien llegara y le hiciera romper todas esas rígidas reglas que se había impuesto.

Si, sonaba completamente fantasioso, pero eso no impedía que lo siguiera deseando para él. 

Caminamos en silencio por el parque en el centro de la ciudad mientras Xander explicaba, como todo un guía profesional, los lugares de interés que pasábamos o veíamos en la distancia. Isadora estaba claramente enamorada de su voz y su entusiasmo infantil.

No podía culparla.

Por eso me sentía tan horriblemente mal. Pensar en otro hombre se sentía mal y era aun peor por quien era ese hombre. 

Me mordí la lengua, muchas veces, antes de que la pregunta simplemente saliera de mis labios.

-Entonces... ¿James es bueno?- 

William entrecerró los ojos -¿bueno?-

Si, era una pregunta ambigua 

-me refiero a si es una buena persona- explique. Quería saber muchas cosas sobre él, pero tenia que aplastar esa incipiente curiosidad. 

William no lo pensó ni un instante mientras respondia -es uno de los mejores hombres que conozco- su respuesta fue simple y contundente -aunque, tengo que admitir, que no me gusta que este con tu madre y el resto de hienas y víboras que rondan su circulo-

-William, esas personas son nuestros amigos- use un tono arrogante y aristocrático, muy familiar al usual discurso de mi madre 

Eso si hizo curvar sus labios por mas de un instante 

-entonces... que dios nos ampare- dijo con una pizca de diversión. 


En la noche, después del paseo y la cena, Isadora trenzaba mi cabello, como lo había hecho tantas veces cuando era mas joven. 

-Xander es un encanto, mi niña- dijo mientras terminaba y aseguraba los mechones con una banda elástica 

-si- conteste con una sonrisa, pero mi mente aun vagaba en el recuerdo de esa llamada, en la voz del hombre que era el esposo de mi madre. 

-¿en que piensas?- pregunto Isadora, mirándome a través del espejo con ojos conocedores 

-me excomulgarías donde lo supieras- 

Ella rió -lo dudo- 

-si te dijera que no fue mi madre la que envió esos boletos ¿me creerías?-

-si, por supuesto- su respuesta fue inmediata lo que me hizo reír 

-creo- sacudí la cabeza -estoy casi 99% segura de que fue...- decir su nombre... de algún modo me hacia sentir extraña, como que lo hacia real, como que le daba una clase de poder sobre mi -que fue el esposo de mamá- dije en su lugar. Si decía su nombre, seria verlo como un hombre cualquiera y, justo ahora, necesitaba recordar a quien pertenecía. 

Porque mi madre no pertenecía a nadie.

Las cosas, las personas, pertenecían a ella. No al revés. Nunca al revés. 

Isadora guardo silencio por un rato mientras el sonido de la TV y de Gabriel murmurando cosas mientras veía algún juego de... no tenia ni idea, lleno el espacio entre nosotras. 

-mi niña, no creo que él sea un mal hombre y no creo que sepamos todo lo que sucede- la forma en que lo dijo, como si casi estuviera segura me hizo girarme para mirarla -lo que quiero decir es que, fue un detalle muy amable y quizá, deberías ser menos dura con él ¿no crees?- 

Suspirando, exasperada, sabia que ella tenia razón , pero tenia miedo de descubrir quien era James Wolff. 

Claro, ahora si podía decir su nombre. 

El punto es que, sin mis muros y mis prejuicios, estaba vulnerable. Y considerando lo que sabia ahora, lo que él había hecho... eso lo hacia peligroso para mi. Para mi cordura. 

Prohibido significaba alejarse. 

y me apegaría esa política. 

Censura (a forbidden love story #4)Where stories live. Discover now