Tercer strike:Juego para James

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Nota: siento demorarme en actualizar así que como recompensa tendrán dos capítulos nuevos hoy y un extra ;)

La mañana.

No era una persona que odiaba las mañanas. Si tenía que madrugar, lo hacía y fin. No me ponía de mal humor o necesitaba toneladas de café para superarlo. Necesitaba el café solo porque si.

Así que no entendía muy bien el mal humor que me embargaba esta mañana en particular.

No! Espera. Por supuesto que sabía que me tenía con este humor.

Me había masturbado

Todo muy normal hasta ahí

Pero, lo que me podía todo. Incluso la existencia

Era que me había masturbado pensando en James.

Si, ese James.

James, el esposo de mi mamá

Tan pronto como el pensamiento se asentó en mi mente quise arrastrarme debajo de mi cama y jamás salir.

Era un buen plan que tenía fallas catastróficas: como mi trabajo, Isadora, mi dignidad...

Espera? Cuál dignidad?

La había dejado tirada cuando no pude detenerme y tuve un orgasmo.

Pensando en JAMES.

Quizá debería dejarme caer por las escaleras.

Cerré los ojos y comencé a bajar. No tenía que ponerme como una reina del drama. Dejaría esa horrible memoria desterrada de mi mente y entonces iba a pretender que nunca paso.

Era un asunto de yo con yo. No tenía que rendirle cuentas a nadie, solo a mi consciencia así que estaría bien. No?

Era fin de semana, no tenía que ir al museo, lo que significaba que no podía distraerme con trabajo pero podría ir a pasar el rato con Isadora o yo sola a una librería. Había pasado un tiempo desde que leía, sin mencionar que también le debía una llamada a Will y a Karen.

Salude a un par de de trabajadores en mi camino a la cocina y pegue un brinco cuando ví a mi compañero peludo correr libre por el jardín.

Me sentí culpable, estaba tan ensimismada que me había olvidado de mí nuevo mejor amigo.

Aquel pensamiento solo hizo que mi humor se tornará peor.

Era la paria aquí.

Podías ser un fiestero, drogadicto, ir a rehabilitación, despilfarrar el dinero, pero dios no quiera que deseas ser algo más modesto como... No se, curadora de un museo.

¿Quiere que le prepare algo señorita?- la voz cantarina y alegre de  Marcel casi, casi... Mejoro mi humor

Le sonreí -estare bien, solo quiero un poco de cereal- le dije -hoy planeo holgazanear-

Marcel rió -si necesita algo, no dude en pedirlo, señorita-

Asentí -lo haré- y con una sonrisa se marchó

Fui al refrigerador y trate de empezar a despejar mi mente, planeando el día o, más exactamente, que película vería más tarde y que libros quería leer

Tome un plato y deje la leche en el enorme mesón de mármol y acero inoxidable en el centro de la enorme cocina antes de ir al estante prohibido.

Marcel le había puesto así cuando mi madre me había prohibido el azúcar y los dulces.

Nunca había cumplido su regla, bueno. Solo cuando ella veía lo que comía y eso era una vez cada tanto.

Así que Marcel e Isadora aún conservaban el estante y lo habían abastecido con mi regreso.

Censura (a forbidden love story #4)Where stories live. Discover now