“Bueno, dile que realmente eres Lauren Jauregui,” dijo Keaton. “¿Qué es lo peor que puede pasar?”

Lauren miró a su mejor amigo incrédulamente. “Veamos. Bueno, probablemente ni me creerá, lo que, por consiguiente, llevaría a que creyese que soy una completa loca. Fin de la amistad. O si, por milagro, me cree, podría pensar que estaba gastándole una inocentada por gusto. Porque, después de todo, Lauren Jauregui es estirada y maliciosa. Fin de la amistad. O podría pues, reenviar todos mis correos a periodistas que, indudablemente, los rastrearían de algún modo hasta mí. Y entonces, no sólo estaría fuera del armario, sino que aún perdería su amistad.”

Keaton asintió, cogiendo su té helado. “Así que, en breve, lo que estás diciendo es que el peor escenario posible, a estas alturas, es perder su amistad?”

Los ojos verdes pestañearon un par de veces con sorpresa. ¿Es lo que acabo de decir?

“Interesante,"comentó Keaton, presionando el cristal a sus labios. "¿Y toda esta relación no te preocupa nada?”

Lauren entrecerró los ojos levemente ante la implicación. “Es hetero.”

“Pero tú no,” rebatió Keaton. “En todos los años que te he conocido, nunca, ni una vez, has mostrado ningún interés, romántico, o de otro tipo, por otro ser humano. ¿Y de repente te preocupa lo que una chica en Nueva York piense de ti?”

Lauren dejó caer su mirada. “Es especial.”

“Debe serlo,” dijo Keaton. “Te tiene en la palma de su mano y ninguna lo sabes.”

“Eh, no es verdad,” discutió Lauren.

Keaton se inclinó adelante. “¿Quieres que sea tu cita en los premios?” preguntó.

Lauren estaba completamente descolocada por el súbito cambio de tema. ¿Está intentando volverme loca? “Por supuesto que sí,” contestó. “No puedo aparecer sola.”

Keaton asintió. “Entonces permíteme preguntarte algo, Lauren. Hasta este punto, no he hecho ninguna aparición pública contigo. Pero esa cámara va a caer indudablemente sobre mí en algún momento del programa.”

“¿Y?” Lauren estaba empezando a impacientarse.

Keaton agitó la cabeza y atrapó la mirada de Lauren. “¿Cómo conseguiste la dirección de correo de Camila en el primer lugar?”

“La tarjeta,” contestó Lauren, todavía perdida.

“¿Y quién me dio la tarjeta?”

Lauren se paralizó. “Mierda,” fue lo único que pudo pensar decir.

                                               ~~~~~

Querida Camila,

¿Cómo fue tu final? Creo que me arriesgaré y supondré que el examen de Historia del Arte no fue tan tedioso como ese trabajo sobre Shakespeare.

Lamento lo de Wesley. Pero, de lo poco que me has dicho de él, me parece que estarías mejor sin él. ¿Por qué estar con alguien que obviamente no te aprecia? Puedes hacerlo muchísimo mejor que eso, Camila. Eres una persona demasiado maravillosa para permitirle a nadie maltratarte. Mereces muchísimo más que eso.

Acéptalo de una lesbiana que nunca ha tenido siquiera una cita. :)

Como sea, un tema diferente. Jamás soñaría no pagar por tu arte, así que ni siquiera pienses en dármelo gratis. Soy una ávida compradora y me sentiría completamente estafada si fueras a robarme el placer de comprarlo. Soy inexorable sobre esto así que no te molestes en discutir.

Me encantaría volver a chatear contigo. Sólo hazme saber cuándo te va bien y allí estaré. Hasta entonces…

Tu amiga,

Laur.

~~~~~

Querida Laur,

El examen fue muy bien, realmente. Era una de mis clases favoritas y voy a añorarla mucho, pero estoy aun más contenta de que la facultad haya acabado. Puede que consiga un trabajo en Starbucks con Dinah. Realmente necesito ayudar a mis padres con la renta este verano. No pueden apoyarme para siempre. Ya es bastante malo que paguen mi renta todo el año escolar. Me siento tan mal al respecto.

Hablando de sentirme culpable, ¡no podría aceptar tu dinero! Quizá podamos llegar a algún tipo de compromiso que no deprecie tu sensación de compra, pero que tampoco comprometa mi integridad como amiga tuya.

Bueno, ¿que clase de actuación haces? Dinah sigue consiguiendo papelitos en esas extrañas obras experimentales que, ciertamente, fueron escritas y dirigidas bajo la influencia de algo fuerte. Aunque realmente quiere entrar en cine. El poco dinero que puede ahorrar, lo guarda para su gran traslado a L.A. Eh, quizá algún día sean vecinas.

Como dije, sin facultad, estoy siempre libre. Hasta que consiga trabajo, eso es. Entretanto, soy tuya cuando quieras. ¿Que tal el sábado? ¿A las seis, de tu hora?

Házmelo saber.

Tu amiga,

Camila

Dulce Destino - Camren FanficKde žijí příběhy. Začni objevovat