xxvii. favores

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Aiko miro el asiento vacío a su par, desde que Michael se había ido de la Secundaria el puesto se encontraba desocupado. Ninguno de sus compañeros se sentaba en él, ni siquiera por unos segundos para hablar con el otro.

La profesora Gunthy la hizo salir de su trance cuando coloco su mano en el hombro de la chica, dándole una sonrisa simpática; sabiendo cómo se sentía su alumna.

-Aiko, ven a verme después de clases a mi oficina.- le pidió la maestra y su estudiante asintió suspirando, esperaba que no la fuera a regañar o seguir hablando sobre la beca.

Se estaba volviendo a sentir mal, y había ocurrido debido a lo que paso con Luke en las tutorías. El chico había reaccionado de una mala manera y Aiko no lo tomo tan bien tampoco.

Cuando las clases habían acabado, Aiko se dirigió inmediatamente a la oficina de la profesora. La mujer se encontraba leyendo unos informes y la joven toco el marco de la puerta para llamar su atención, haciendo que la señora elevara su vista a la de su alumna con una sonrisa delicada.

-Toma asiento, por favor.- le pidió, indicando la silla frente a su escritorio que estaba repleto de libros y demás -Disculpa el desorden, no he tenido el tiempo de clasificar estos libros.- explico y Aiko asintió.

-No quiero alarmarte, te pedí que vinieras porque necesito saber si te encuentras bien.- la duda de la maestra hizo que Aiko abriera sus ojos ligeramente, no pensando que la maestra notara su cambio de humor -Te he visto mas callada en mis clases, menos animada, ya ni siquiera lees cuando no tienes nada que hacer.-

Aiko suspiro de nuevo, no sabiendo cómo responder. Ni ella entendía que estaba pasando. Parecía que las cosas habían mejorado desde el incidente y de nuevo se encontraba mal.

-Hoy te vi mirando el asiento de Michael por mucho tiempo...- hablo la profesora con un tono gentil -¿te hace falta?- le pregunto curiosamente y Aiko rápidamente negó con su cabeza -Aiko, puedes decirme lo que sea, nada saldrá de esta oficina.- le aseguro pero de igual manera Aiko volvió a negarlo.

-No me hace falta Michael.- dijo y su mente estaba segura que así era -¿Cuál es el punto de extrañar a alguien que no te extraña a ti?- agrego, encogiendo sus hombros -Solo he tenido una semana difícil, eso es todo.-

La profesora no estaba segura que Aiko estuviera diciéndole la verdad, pero no iba a insistirle, decidiendo que tomaría sus palabras con sinceridad. Esta asintió y le dio una sonrisa a su alumna, asegurándole que todo estaba bien, aunque tal vez no fuera así.

-Bueno, cambiemos de tema.- sugirió -He estado escuchando de parte de la academia estatal que hay varias universidades interesadas en ti por...- la profesora Gunthy hablaba animadamente, pero Aiko suspiro parándose del asiento.

-Disculpe Profesora Gunthy pero...no quiero hablar de universidades por los momentos.- anuncio y la señora la miro sorprendida -Tengo que irme a casa.- finalizo y con eso se retiró de la oficina de la maestra.

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-Calum, tienes diez minutos antes que salgamos al campo, no te distraigas.- le recordó el entrenador del equipo a su jugador estrella antes de salir de los camerinos, el chico asintió y leyó la hora en su celular; diez minutos.

Ya había hablado con su familia sobre la semi-final, si ganaban, tenían una gran oportunidad de ganar el campeonato y regresar a casa triunfadores. Su hermana le había dicho que se ''quebrara una pierna''; literal y metafóricamente.

Y aunque el apoyo de su familia lo había motivado a dar todo en la cancha, necesitaba hablar con Aiko. No había podido dormir muy bien, lo que Daniel le había dicho lo dejo totalmente curioso y angustiado. Esperaba que todo estuviera bien con ella.

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