ii. caliko/malum

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Aiko no quito su mirada de Calum Hood por ningún segundo desde que el pelinegro abrió el anuario y empezó a examinar pagina por pagina. Se estaba empezando a frustrar porque el chico se estaba tomando su tiempo con cada categoría, ocasionalmente sonriendo ligeramente o riendo en silencio. Aiko esperaba que tuviera la misma reacción al llegar a la sección en la que los dos estaban juntos; la cual era una de las ultimas en el libro.

Cuando Aiko se fijo que ya estaba llegando a las ultimas paginas, solo lo miro atentamente. La mirada tranquila de Calum paso a una confusa, y luego sorprendida. Su nombre estaba junto al de una chica totalmente desconocida. ¿Aiko Marie? ¿En qué punto de su vida la había conocido? ¿Y por qué diablos los habían emparejado?

Calum estaba totalmente confundido con todo el asunto, tanto que cerró el libro y lo guardo en su mochila nuevamente. Tomo su celular de la mesa nuevamente y le envió un mensaje de texto a su mejor amigo, Michael Clifford, preguntándole sobre el tema.

calum: por casualidad sabes quién es aiko marie?

michael: lol crees que tu pregunta es casualidad? yo sé que es por lo del anuario

calum: si si si a quien le importa. sabes quién es ella? o él porque nos emparejaron?

michael: está en mi clase de literatura y escribe unos poemas increíbles. la verdad, son geniales! y no, no sé porque los emparejaron, tal vez fue una broma??

¿Escribe poemas? Ahora se le hacía familiar, los poemas de Aiko habían sido publicados una que otra vez en el periódico estudiantil. Pero eso no importaba, porque todavía no comprendía porque habían sido emparejados. Calum jugaba fútbol, ella escribía poemas. ¿Cómo eso puede relacionarse?

El chico suspiro y trato de olvidar el tema, aunque se le haría imposible. Agarro sus cosas, listo para salir del Uptown Café, uno de sus lugares favoritos para pasar el rato solo. Su mirada se encontró con la de una chica sentada en unos de los sofás con vista a la calle. Tenía un afro con rulos sueltos y tez bronceada. Calum le sonrió de pura cortesía, aunque ella no le respondió, solo lo miro fijamente.

Pero antes de que él pudiera abrir la puerta para salir del local, algo en el hizo click. La chica sentada en el sofá era la misma chica que se encontraba dentro del anuario junto a una foto de él, con el titulo Caliko debajo de ellos.

Retrocedió un poco para encontrarla todavía viéndolo, aunque esta vez se miraba apenada. Ninguno de los dos sabia que decirse, la tensión se sentía en el aire. Nunca se habían hablado en su vida y simplemente fueron emparejados, y ahora, parecía que ninguno de los dos haría algo por cambiarlo.

Aiko decidió recordar lo que Serena le había dicho antes de que Carson y ella se fueran, debía hablarle. Quien sabía que es lo que iba a pasar, podía que los dos se convirtieran en amigos o que llegaran a ser simples conocidos. Ella nunca lo sabría a menos que se arriesgara.

-Yo creo que...-

Aiko no pudo ni comenzar su oración porque fue dejada con las palabras al aire, Calum había decidido irse del café. La chica solo le quita la mirada de encima por unos segundos y el desaparecía. Se sentía ofendida y también ridiculizada. Carson tenia razón.

Calum Hood nunca hablaría con alguien como ella.

——-

-Recuerdo lo increíblemente ridículo que estas cosas eran cuando yo estaba en la Secundaria.- dijo la hermana de Calum, Mali-Koa, entre risas cuando vio el libro en la mochila de su hermano.

-Actúas como si te hubieras graduado hace una década.- comento Calum, rodando sus ojos, tomando asiento en el sillón en la sala de estar.

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