Mi enemigo Zayn Malik

Capitulo 48 -Peliculas aterradoras.

3:20 AM
Mañana es martes y hay clases, debo despertarme a las seis de la mañana y aun no puedo pegar si quiera un maldito ojo.
Todos en casa están durmiendo, menos yo. ¿Por qué? No lo sé, quizás la idea de tener visitas en casa no me tiene del todo cómoda. Además del hecho de tener que compartir habitación.

Sophie se removió bruscamente a mi lado, quizás una pesadilla.

Decidí despertarla después de que se moviera incómodamente a mi lado por aproximadamente cinco minutos mientras fruncía el ceño, sudaba y soltaba uno que otro quejido.

-¿Tenias una pesadilla?-susurre.

-¿Cómo lo sabes?-interrogo frotando sus ojos.

-Te movías mucho, ¿algo que quieras decir?-pregunte ya sabiendo la respuesta.

-No debí ver esa aterradora película en casa de Emily- suspiro, sonreí al acertar. -¿Me traes un vaso de agua?-sonrió tiernamente, una de esas sonrisas a las que no puedes decir que no.

Asentí mientras me regañaba mentalmente, yo tampoco debí haber visto esa película con los chicos, pero no iba a aceptar que ellos me llamaran miedosa, aunque claramente lo soy.
El pasillo estaba totalmente oscuro y si me atrevía tan siquiera a encender una luz mi padre se levantaría para saber que ocurre, seguido de eso todos en la casa despertarían. Tal vez si corría el espíritu de la madre asesina no me alcanzaría entonces saldría viva de esta. Además si intenta alcanzarme podría entrar a la habitación de Zayn, lo cual no era para nada una mala idea. Pero también seria egoísta, lo despertaría cuando él también debe levantarse a las seis de la mañana.
Bien, estaba sola en esto y… ¡por Dios tengo 16 años! Debería tener más que claro que ese tipo de cosas no existen ¿no? Bueno quizás si existen, los espíritus si existen.
Pero en fin, eh vivido toda mi vida en esta casa y nunca eh sentido presencias raras así que no hay espíritus aquí, supongo. Me estoy comportando como una inmadura.
Luego de un debate algo largo, corrí por el pasillo lo más rápido que pude y baje las escaleras con miedo de mirar atrás, y una vez abajo corrí nuevamente hacia la cocina donde podía al fin encender las malditas luces. Y para colmo, la ampolleta estaba quemada, no había luz en la cocina y no sé porque, ¿acaso nadie más en casa se había dado cuenta de que la luz de la cocina se había dañado?
Al parecer tengo demasiada mala suerte.
Mi única salvación ahora al parecer era mi querido y hermoso, celular, el cual tenía carga por lo menos algo de suerte que tenga hoy.

Conocía la cocina de memoria así que no me costaría nada de trabajo encontrar los vasos, y en menos de un minuto ya tenía el vaso en mis manos.

-¿Tampoco podías dormir?-preguntaron a mis espaldas y les juro que en ese momento deje de respirar, claro por el susto. Rio levemente por mi cara y se acercó a mí.

-Maldito idiota, ¿sabes que casi me das un infarto?-golpee su hombro y se sentó encima de la mesa. –Bájate de la mesa, para algo existen las sillas-

-Por lo menos se algo buena conmigo, recuerda que guarde su secreto-sonrió y lo imite.

-Supongo que tienes razón- respondí cuando termine de llenar el vaso con agua.

-Tampoco me diste las gracias-

-Connor, si te di las gracias-

-Si para ti dar las gracias es desmayarte, pues creo que si me las diste-hizo una mueca para soltar una pequeña risita, reí igualmente.

-Oh, ¿enserio no te di las gracias?-pregunte, negó. –Bien, Connor enserio muchas gracias, no sé qué habría pasado si no hubieras mentido, pero tengo una pregunta… ¿por qué lo hiciste?-fruncí el ceño.