Capitulo 14 -Te odio.

29.3K 1.4K 21
                                    

-¿Zayn?-pregunte mientras lo miraba extrañada, intentaba decirme algo pero no podía, era obvio, tenía una cinta adhesiva en la boca. -¿Quién te hizo esto?-interrogue quitándola la cinta con suma delicadeza para que no le doliera.

-Ellos-murmuro con tono molesto, voltee, estaban los niños mirándome.

-Zayn son solo niños, ¿Cómo van a amarrarte aquí?-sonreí.

-No podemos arriesgarnos a que lo sueltes, nena-dicho esto, en cuestión de minutos me encontraba amarrada a una a menos de un metro de Zayn. Sinceramente no sé cómo lo hicieron. No me cubrieron la boca por suerte, y así sencillamente se fueron dela habitación dejándonos amarrados mientras ellos bajaban a comer galletas.

-Zayn son solo niños ¿Cómo van a amarrarte aquí?-imito mi voz, rodé los ojos. –Odio que me pongan los ojos en blanco-

-Pues que pena-que unos niños lograran amarrarme a una silla me amargaba un poco.

-Huele a ricas galletas-bufo, asentí. – ¿Estaban ricas?-

-Ni si quiera pude probar una-admití mientras hacia una mueca. –Es un mal día-

-Además tener que estar aquí contigo-murmuro.

¿Pero qué problema tenía conmigo? Él había comenzado a atacarme y ni si quiera sabia el porqué, creo que simplemente le agradaba hacerlo y ya.

-Te odio-susurre pero aun así me escucho.

-Te eh escuchado-

-Esa era la idea-mentí para luego rodar los ojos provocando que se molestara aún más.

-¿Me odias?-consulto. –Porque cuando íbamos en el auto pude jurar que admitiste que era tierno-

-No lo eres-musite con enojo.

-¡Entonces porque lo dijiste!-alzo la voz.

-¡Porque lo eras, estúpido!-alce la voz igualmente, sonrió victoriosamente.

-Zayn eres tan tierno-intento imitar mi voz.

-¡Seria mejor que cerraras tu boca, ojalas no te hubiera sacado la cinta!-me estaba sacando de quicio en estos momentos.

-¡Y OJALA YO NO TE HUBIERA CONOCIDO!- grito fuertemente haciéndome sobresaltar, decidí no decir nada más. No porque no tuviera nada más que decirle si no porque sabía que si decía algo más mi voz se quebraría y lloraría, aquel gigante nudo en mi garganta no ayudaba para nada a la situación.

Debía aceptarlo, me había dolido que dijera eso. A todos les afectaría si alguien le dice eso ¿no? ¿No lo decía enserio o sí? Entonces si me odiaba de verdad, mi vista se concentró en el piso y suspire. Sentirse odiada no es lindo.

Estuvimos callados por aproximadamente media hora hasta que la puerta se abrió dejando entrar a los chicos.

-Conseguimos liberarnos-sonrió ampliamente Liam. Nos liberaron a ambos finalmente, las cuerdas estaban apretadas, eran unos simples niños ¿Cómo podían apretarlas tanto? Pequeños diablos.

-Gracias-sonreí pero se vio más bien como una mueca. –Nos vemos mañana chicos-me despedí de los chicos con un beso en la mejilla y un gran abrazo.
Salí de la habitación con rapidez y camine de la misma manera por el pasillo, sentí pasos correr detrás de mí y cuando estaba a punto de bajar las escaleras tomaron mi brazo con fuerza.

-______...-miro el piso, rodé los ojos.

-Suéltame, aprietas muy fuerte-sacudí mi brazo intentando soltarme pero no lo conseguí.

-Lo siento-finalmente soltó mi brazo.

-Zayn, no importa lo que digas-alzo la vista con confusión en ella. –Después de todo siempre seguiremos siendo enemigos ¿no?-consulte pero no deje que respondiera. –Todos ganamos-respondí recordando las palabras que había dicho hace algunos días, lo mire por unos segundos y baje las escaleras dejándolo con la palabra en la boca.

Mi enemigo Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora