La Presunta Elección

Începe de la început
                                    

También somos y seremos contraste, tan luz y oscuridad cuando discurrimos por los pasillos riendo, como si fueramos colegas que nunca conocieron más que verse así entre amigos. Aun así, algunos preguntan si en mis ojos hay brillo, y digo que sí. En realidad me luce la mirada cuando algo me emociona, me ilusiona, y sigo, cuento la historia y tampoco tiene sentido, pero lo hago disfrutando de un café, y un café siempre es lo ideal para hablar de esos amores perdidos que creen rebasar la eternidad. Alguien me dijo que se veía cómo podíamos querernos bastante, y cómo quería yo que fuese para siempre. Descubrí que se implantaba el deseo de eternidad de por medio y ese es el problema: Jalar de un lado esperando que el otro ceda, o que ambos cedan hasta romperse... Entonces esa persona me dijo que "nunca" también se considera como eternidad.   

Se me hace más fácil escribir un poco menos cada vez, porque eso significa que vivo más de lo que escribo y eso también es bueno. Tuve mi temporada un poco verano y primavera, con otoños múltiples que jamás se convirtieron en invierno. Esa temporada no tengo escrito registrado, pero cuánta memoria. Sin embargo, eso también significa algo oculto y es que, sin la necesidad de escribir, no sentía el mundo diferente... Eso hizo que acabe en tus invierno y que luego sienta las cuatro estaciones como nunca antes podía haberlo hecho.   

Un poco tarde, apresurado, incongruente e impulsivo. 

Pero volaba, de improviso. 

Me pregunto si durante un tiempo dejé de creer en el amor y culpé a cupido de todos los problemas, pero entonces llegamos a clases a descubrir que ambos seguíamos creyendo en el amor. ¡Increíble! Seguimos creyendo, pero no en el nuestro. Y obviamente hay dramatismo, en cada pizca que me produce hablar de nosotros, como si el mundo entendiera que hablamos de lo mismo y aun así frente a frente ninguno se sintiera aludido. Nadie lo entiende porque no lo viven, y sin escoger el libro adecuado, jamás lo entenderán porque a veces somos más personaje y otra somos más historia. Irónicamente ninguno sabe qué es más y terminamos siendo un personaje en una historia, o siendo historia en un personaje. A veces pienso que el día que te fuiste, el viento susurraba nuestro destino y nosotros éramos incapaces de ver más allá del frío, pero comprendimos que basta un poco de sol y un pedazo de luna para que sigamos viendo el mismo cielo, pero ya no como estrellas, sino como espectadores. En ambos casos, el mismo libro, pero en ninguno, el mismo tiempo.

Ambos somos atemporales. 

Me pierdo pensando a veces, cuando no puedes hallarme, y se que tienes ataques que ya no calmo. Hemos entendido que en los extravíos nos esperan nuevos hallazgos; y aunque sea estúpido, es preciso perdernos para volver a encontrarnos. A veces hace falta leer algunas cosas de abajo hacia arriba para que cobre sentido, y luego viceversa, porque así lo escribimos:

Solo estar en la vida de la otra persona. 

Aunque no sepamos involucrarnos.

Es estar.

Ya no es más "coincidir" 

Somos algo suficiente. 

Siéndolo todo.

Porque...  

No queremos ser nada.

Y no podemos fingir que.

Sentimos como caemos al vacío.

Cuando alguien más nos salva.

Y no somos nosotros. 

No todo en la vida puede continuar siendo como debería después de un final feliz. La vida siente haber echo justicia, y no le gusta, es caprichosa y le gusta dar la vuelta al mundo con tal de que se cumpla lo que se debe, no como se quiere. No me quejaría que la vida me diera la vuelta al mundo si eso me permite abrazarte por la espalda; y el final feliz sería que quedásemos plasmados en esa letanía de no saber como soltarnos porque no queremos hacerlo, porque no necesitamos hacerlo después de todo. Descubriríamos que la felicidad se mide por momentos y que sabe mucho mejor siendo compartida, por eso le añadí este pedazo de fantasía, por si es un buen momento para que termine el capítulo y descubramos que podemos sentir aún antes de lastimarnos. Sentir siempre es bonito, cuando se quiere bonito. Cuando hemos perdido la confianza y se ha roto algo, es ver a esa persona que te provocaba mil incendios y ahora solo te hace sentir frío. 

No sé si hemos perdido o en realidad hemos ganado con este miedo a equivocarnos. La verdad es que, después de ciertas asperezas entre ser directos, no puedo emitir tales opiniones certeras que buscas, y eso ha hecho de mi una molestia continua ante las indecisiones concurrentes, por eso es que decidí que después de todo, ya habíamos aclarado lo que debía ser aclarado. Lo único que se necesita para terminar un capítulo no es la palabra "FIN", solo se necesita decir, lo que nunca nos dijimos. 

La Presunta Posibilidad de ConocernosUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum