Situación a Coincidencia

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Siempre he pensado que la vida continúa acorde a los caminos que decidimos escoger, las personas que conocemos a lo largo de nuestros días; por eso es importante pensar en que existen esas personas que, de no ser por muchas causales que determinen tus decisiones hasta cierto punto, no las hubieras podido conocer.

Me explico... hoy lo conocí. Sin embargo, no lo hubiera conocido por ninguna circunstancia antes, posiblemente porque de no estar a una hora precisa en un momento específico, no hubiéramos coincidido. Además, cabe recalcar que no fue simplemente el acto de casi atrasarme a las clases lo que me hizo poder conocerle. Fue él.

Salió entre la multitud de incertidumbre y se posicionó atrás mío en una fila que no tenía razón de ser, sin embargo, si hubiera llegado más antes posiblemente no habríamos hablado porque en esa misma posibilidad yo hubiera estado algunos puestos más adelante que él y no hubiéramos concurrido.

Entonces sí, estuve ahí en el momento preciso junto con la acarreada de salir presurosa después del desayuno y también la posibilidad de llegar más temprano. En otro sentido, se concluyó en esperar conjuntamente con él unos minutos más antes de clase, los necesarios, para hablarnos.

Llegué presurosa y vi una larga fila extenderse a través de las gradas para las clases, así que asumí que sería por ellas la gran afluencia de gente del día de hoy, sin embargo, no quise preguntar. Hasta que inesperadamente, él llego un poco peripuesto plasmando una sonrisa perfecta. Su mirada confundida expresaba lo mismo que yo sentía, fue casi especial pero no le presté atención.

Él si lo hizo.

Me tocó suavemente el hombro y sonriendo acudió a la pregunta que yo tenía hace un rato deambulando por estos rostros impacientes. "Disculpa, ¿Para qué es la fila?" fue el inicio, con eso supe que había un punto de partida y con eso también la posibilidad de llegada. Entonces acudí a la chica frente a mí y le pregunté lo mismo con una sonrisa y ella fue recíproca. Al poco tiempo los tres nos enfrascamos en una conversación totalmente natural y sentí que había llegado a la hora precisa, el momento decisivo, para conocerle; cuando entramos nos sentamos uno tras otro -claro él a la mitad- y continuamos la conversación en voz baja hasta que iniciaron las clases de primeros auxilios.

Se podría afirmar que de haber sido otro sábado, otro curso, otra vida jamás lo hubiera conocido porque no compartíamos ni siquiera horarios, pero supe prontamente que así debía ser porque hay cosas que pasan porque sí, y porque es él. Y aunque el tiempo pasara lento sentía su presencia detrás y me aliviaba saber que ya tenía dos personas con las cuales podría pasar el receso, así que eso hicimos y entre tanta conversa concentrada en la otra chica, lo conocí superficialmente.

Él, pues... es distraído y desconoce muchas cosas, lo cual me sorprende aún. Jamás he concebido que alguien desconozca cosas básicas, al menos banales, pero él lo hacía y supuse que tampoco podía ser un defecto, sino más bien una posibilidad de formar parte de aquellas primeras veces cuando conoces algo nuevo que, en este caso, eran muchos lugares de nuestra ciudad que él afirmaba no haber escuchado antes.

Hablar de dulces, de Creppes and Waffles, de la Universidad e incluso conocer que, aunque vivimos en su posibilidad de cerca -casi el mismo tiempo que tomaría encontrarlo a través de un bus a mi Universidad- Él seguía desconocido incluso para mí.

Quiero pensar que es simplemente distraído, o que le gusta lo esencial más allá que lo normal, pero hay algo que no me permite concretar esas ideas y simplemente culpo a la necesidad de seguir hablando con él -aunque sea de la nada- para poder entender si podríamos coincidir alguna otra vez o simplemente existir como dos personas que alguna vez se conocieron.

Sin importar lo que haya pasado netamente, antes o después, sin ningún inconveniente de por medio como pensaría que me podría afectar otra presencia, llegué a la conclusión casi extensiva de que definitivamente quiero ser su amiga. No más y no menos ¿Por qué? Por el hecho de que hoy lo vi por primera vez y aún se guarda la posibilidad de que sea la última. Pero por eso somos un grupo ahora, de chicos, de amigos, que coincidimos un día cualquiera en una clase sin importancia y que, bajo una actividad recreativa de canto, logramos formar un grupo. Sin lugar a dudas, me gustó por completo y no por la especificidad de que él formara parte sino por un hecho mucho más simple y concreto: Que yo formo parte de ese grupo, de un grupo de personas que puedo conocer y que me gustaría hacerlo.

¿Y él?

Bueno, él vive cerca y tiene clases los fines de semana. Entre los amores de 18 se quedó impregnado de una chica espectacular de nuestro grupo que, en su casualidad, ahora también es mi amiga.

Y todo esto lo expreso por la sensación de que todo pertenece a las probabilidades de determinadas situaciones y casualidades, pero por el momento me reservo el comentario.

En su finalidad, me gustó el simple hecho de conocer, aunque él haya sido el inicio de todo. Por ahora también podría tener que ver con la continuidad de estas letras, que pueden resumirse en un determinado chico o simplemente en una experiencia gratificante con personas increíbles.

Es inverosimil en algún punto que es su hermosa sonrisa lo que me gusta tener "la posibilidad" de ver.

La Presunta Posibilidad de ConocernosWhere stories live. Discover now