Tu Presunta Existencia

56 3 0
                                    

"Buona notte a chi ancora non ho incontrato"

Buenas noches, a ti, que sigues lejos. Aun no puedo descubrirte si sigues oculto entre otros mundos o simplemente apareciste un día junto a la ventana en el bus de media tarde.

No sé si ya te miré pisando el mundo con tu carisma tan radiante y con esa sonrisa que conquista hasta el pétalo caído. No sé si esto es volver a encontrarte porque te conocí antes o si esta es una nueva forma de descubrirte tan cierto, tan seguro de ti mismo.

Estás ahora dormido entre los recuerdos, y mañana planificarás tu futuro inmediato, dirás que quieres vivir el presente y te dirigirás hacia las nubes invitado por el viento. Eres de esos que aprecia la noche porque mira las estrellas. Eres de esos que se recuesta en el césped en vez de buscar una botella. Eres ese pequeño cosmos que combinaría entre galaxias, y no lo sabes. Eres de los que no lo saben.

No sabes, por ejemplo, que realmente puedes impactarme, que si te encuentro dejarías marca desde la mirada hasta el alma. No sabes que estaba esperándote, y que llegas tarde. Pero a tu defensa, llegarás cuando debas hacerlo, cuando deje de escribir poesía nostálgica por aprender de tus palabras, por vivir de tus momentos.

¡Y que bellos sentimientos! Si tú eres de los que saben querer. De los de buena madera hasta para el herrero ardido, siento que contigo las obras y amores no son excusas porque puedes ser lo que sabes y haces realmente lo que dices. Tan franco, honesto, eres lo que sientes y sabes expresarlo, demuestras día a día que puedes cambiar tu destino y luego te darás cuenta que haciendo eso es como nos conocimos.

Es casi un arte hablar contigo en esta inversa. En esta cúpula paralela de no conocerte en nada pero simular que te se de todo. Podría leerte cada noche a través de tus lunares y después resumir por cada arruga una historia de nosotros, tal vez demasiado concentrada, tal vez perdida en ese mundo, y luego entre esas reuniones de secretos compartidos te diría que tus labios saben mejor después del café, o del amor, del todo que puedo sentir cuando estoy contigo.

¿Sabes? No hay por qué rehusarnos a complicarnos un poco, a vivir de las pequeñas peleas de quien se quiere más, porque te ganaría. ¡Es que imagina enamorarme de ti, que no te conozco y no estás! Pero no es mi idea de quien eres, ni de lo que quiero que seas, es porque sé que existes, que te he visto antes y te veré después porque así quedamos en el último soneto de sentirnos vivos.

Esperaría, cariño, una vida más por tus ojos de misterio, por tus cálidas canciones cuando cierro mis manos con las tuyas, por esos abrazos entre los malos días. Esperaría, cariño, atacando el miedo de nunca poder encontrarte y luego asumiendo que tú sabes como buscarme, que sabes que estamos aquí juntos, aunque lejos.

Y ya no importa este destiempo de ti, ni las Dulcineas de mi memoria cuando me pierdo. Se que estás, que existes, que cuando realmente pronuncie tu nombre por vez primera, dejaré de escribir a la ilusión ajena. Y luego estas letras serían provistas de grandes espacios que tú llenas y de pequeños retazos de lo que sentimos tener.

Además, claro, serías parte de mis bocetos mas osados, de mis escritos más rebeldes, de mis besos más ardientes. Serías parte del todo que representaría amarte, quererte, del caos que surgiría en mi alma tan solo al verte. Y diablos, de las malas cosas también. No quisiera advertirte lo mucho que ya te extraño, ni lo extraño que es no tenerte, ni lo poco convencida que podría estar de quererte a las primeras y es que sé que podrías ser tan solo tú siempre y a la vez, no te reconocería aún. Me hace falta conocerme para sentirme mía, y luego tuya, cuando compartamos la libertad de finalmente habernos encontrado.

Así que te invito a un café por la tarde para luego conocerte en la madrugada. Luego diría que quiero verte cada mañana y coincidir un sábado cualquiera para leernos realmente. Y descansar el domingo, de ti o de nosotros, o mejor aun... Contigo, del resto.

Creeme, que no cabría más duda cuando realmente sienta que te he hallado, te he conocido y he aceptado así como eres y como supones que debas ser. Por eso a veces pienso que esto puede ser un inicio, por mi parte al menos, de la presunta posibilidad de lo que podremos llegar a conocer, incluso de nosotros mismos o sólo de mi, al imaginarlo a usted.

La Presunta Posibilidad de ConocernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora