La Presunta Posibilidad de Nosotros

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Quería constatar que los más tristes finales siempre tienen un complicado inicio. Contigo, fue como debía ser, pero más que "lo que podría haber sido", duele la presunta posibilidad de No ser.

"Es lo que pasa después de medianoche: Los sentimientos no expresados, las palabras no sentidas, los vacíos encontrados, las realidades no previstas, tú..."

Ahora bien, está esa posibilidad de que podamos existirnos, que lográsemos realmente captar la esencia del otro y eso se convierta en bellos momentos compartidos; sería captarlos en fotografías memorables en donde tu sonrisa es tan amplia que concentra tus virtudes y las buenas prácticas. Tendría dentro de mi cada parte de ti que te hace mío de alguna forma, es casi sospechar que puedo quererte lo suficiente para dejarte entrar por completo a descubrir mis secretos y mi razón de ahora ser y estar ¡Imagina algo así! Que supieras qué es lo que realmente me hace quedarme a tu lado teniendo el pie tan incierto, realmente no culpo por ello a tus canciones generales.

Con la sinceridad en las teclas, siempre ha sido un gusto mío disfrutar de tu presencia porque era misteriosa, incluso llegué a condenarla de imposible y ahora que estás aquí, tal vez leyendo, tal vez jugando, tal vez observando, se siente liviana. Pero también se siente pesada, es extraño, es un sentir así de contradictorio, como si dejara de respirar cuando te vas y a su vez pudiera sentir tranquilidad con cada paso.

Sin embargo, hay otro lado, la otra cara. Cuando tiramos una moneda en una decisión tan poco importante, la probabilidad igualmente se inclina hacia un lado, y de pronto si no ha sido el que elegimos nos sentiríamos internamente frustrados; ¿Qué tiene que ver contigo? ¿Con nosotros? Posiblemente todo y a la vez nada, como cuando intentas leer en braille y tus dedos no conocen y tus ojos pueden ver; al final, en ningún caso lo entiendes. La oscuridad va más allá que en los pensamientos, va con los sentimientos y luego no las tengo nada en claro, me refiero a las ideas. A todas ellas. No las puedo tener claras cuando se trata de ti y es porque sé cuál es el final de todo, y supe también cuál fue el inicio. Los espectadores lo entienden y lo llaman spoiler, yo lo llamo presentimiento. Sin embargo, es mucho más fácil que eso, es solo saber cómo abre el telón y como cierra, sin aplausos al final.

¡Una tragedia!¡Oh gran Shakespeare!, que se enamorasen éstos, que no entienden lo que pasa. Pero no hace falta hacerlo, no se puede forzar lo que no es para estar hecho.

¡Tragicomedia! Gritarán por ahí, y la verdad, no culpo a la idea ni tampoco al que sabe, he sido muy feliz a su lado y entre sonrisas, bromas, ideas vulgares, hemos sido felices hasta con la sonrisa en el corazón...

Ahora está roto. Lágrimas, tormento... ¿Está la lluvia cayendo? ¿O simplemente no importa? ¿Por qué lo haría? Si ya sabía lo que iba a pasar, pero entonces me adelanto.

La verdad es que te estoy conociendo ahora. Te he estado conociendo siempre, y, sin embargo, desconfío.

Sería, el destino... Qué terrible me siento al pensar que eso de que algo está escrito deba cumplirse. Jodido, jodido realmente. Quiero sentir que saldremos de esta sanos, vivos, que podemos naufragar las inseguridades y que todo podría salir bien. Dar la cara a la realidad y demostrar que podemos ser nuestros y que nada estaría de intermedio, que no dirías una mañana que te arrepientes, que no puedes, que no debes. Que no dijeras lo mismo. ¡Es injusto! Porque siempre he de conservar ese atisbo de esperanza que me hace sentir viva contigo, que me dice que puedo confiar, que no me soltarás la mano cuando caigamos por el abismo.

Y luego, sería peor. Caer sola y contar las piedrecillas del fondo por si alguna sabe su razón de ser. Mirar el reloj a contratiempo. Sentir que me equivoqué y sentir que lo sabía.

Pero me niego casi rotundamente a pensar en esa probabilidad tan realista. ¿Para qué serían los sueños? ¿Para tenerte cuando te pierda?

Sabes que hay la posibilidad de que no dijésemos nada y nos escabulléramos entre las rosas a besarnos las palabras. Nos ocultásemos del destino, de la verdad, de tus mentiras, de tu pasado, ¿De que serviría? Porque tú eres diferente a los chicos de siempre y si eres existencialista no mentirías... Si supiera que esto terminará bien, me arriesgaría.

Pero ninguno se cumple. ¿Quién diría? A su tiempo, las mejores de mis obras fueron contigo. Así, de alguna forma, te escribía más para sentir menos. ¿Y lo logre? Joder, que lío esto de los amores flacos. Al menos te supe querer cuando no había nada que perder.

¡Larga vida al Rey! Que pinta a sus damas para ganar el juego. Los plebeyos observaremos desde lejos al imperio, cuando la última estrella caiga a sus pies.

La Presunta Posibilidad de ConocernosWhere stories live. Discover now