• Mr Inuzuka • 34

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—Definitivamente no te voy a responder eso, Gaara. —reí mientras negaba con la cabeza y tomaba mi jugo de naranja.

—Fue solo una pregunta casual, pero como quieras... ¿Qué vas a pedir de co-?

De repente el celular sonó ofuscado nuestra amena charla. Le sonreí al pelirrojo a modo de disculpa y lo saqué del bolso para ver quién era.

Un número desconocido.

Fruncí el ceño, y nuevamente los nervios y la tristeza de ayer se fundieron en mí. ¡Mierda! Otra vez ese jodido presentimiento que no me dejaba siquiera respirar. Contesté la llamada sin pensarlo más, pero sentía que la mirada que Gaara tenía puesta en mí me pesaba horrible. Así que me levanté rápidamente y le hice una seña para que supiera que estaría  afuera.

Él solo se limitó a asentir seriamente.

—¿¡Tenten!? —reconocí aquella voz al instante. Era Lee algo conmocionado.

—Sí, soy yo. ¿Qué pasó? —pregunté lo más calmada que podía.

—¿Estás sola?

—Eh... Pues salí con un amigo —sentí que me ruboricé. Aquello se escuchó tan jodidamente irresponsable—. Pero él no está aquí conmigo.

—No importa quién sea. Recuerda, no puedes confiar en nadie. —me repitió y ahora sí comencé a asustarme— cuando tu amigo te pregunte con quién estabas hablando, inventale una excusa ¿está bien?

—Maldita sea, Lee. Ve al grano. —mascullé temblando. En mi cabeza solo había lugar para una persona.

—Bueno. Según  lo que me dijeron, Neji tuvo una fuerte pelea con un recluso a la hora del almuerzo, ayer en la tarde. Más o menos a la hora que te di la carta...—comenzó a relatarme en un susurro, aunque con la voz rota. Parecía asustado— Eran mayoría, o eso creo. Lo ataron, porque en sus muñecas tiene unas marcas horribles. También le partieron tres dedos del pie, le dislocaron un codo y su rostro está hecho... mierda.

—¿Q-Qué? —si antes el aire me faltaba, ahora sentía que iba a morir de una dolorosa asfixia.

—Y eso no es todo, Tenten. —agregó pasando saliva— Lo de sus compañeros es falso, estoy más que seguro. Cuando yo lo dejé, la hora del almuerzo ya había pasado. Me ordenaron llevarlo hacia las salas de interrogatorios. A mí no me dejaron pasar, pero tengo un nombre...

—¿Q-Quién?

—Kiba Inuzuka.

De repente alguien me apretó el hombro y me giré asustada tan sólo para ver a Gaara quien me observaba preocupado.

—Te llamo después, Sasori. Duerme bien y recuerda cuidar de mi hermana hasta que llegue allá . En serio es una tonta.

—Tienes que venir, él te necesita. —Fue lo único que alcancé a escuchar antes de que colgara.

Apreté mi celular con fuerza, pero intenté calmarme lo más que pude antes de sonreír forzudamente hacia Gaara.

—Estás demasiado pálida. ¿Qué pasó? —preguntó preocupado tocándome la frente.

Yo me alejé bruscamente y en cambio hice una gran reverencia.

—Me tengo que ir. Mi hermana se cortó un dedo haciendo la comida y nadie más que mi pequeño me llamó a avisarme. Lo siento. La próxima vez llamo yo.

—¿Te llevo? —preguntó sin saber qué hacer.

—Eh... No, gracias.  En verdad lo siento. —salí corriendo mientras le estiraba la mano a un taxi.

Justo estábamos en un restaurante al otro lado de la ciudad.

[...]

Las piernas ya no me respondían de haber corrido tanto. Mi garganta estaba tan reseca y mi ojos me picaban. Llegué a la entrada de la prisión y allí estaba Lee quien me recibió con una sonrisa melancólica.

—Tercera puerta a la derecha por el último pasillo está la enfermería. Aprovecha que creo que está solo.

Inmediatamente salí corriendo, escuchaba los fuertes latidos de mi corazón y por nada me y me tiraba al suelo a llorar.

Estaba cerca, tan cerca...

—Es que acabo de despertarme y quería saber si ese tarado no me había hecho alguna mierda en la cabeza que ya no me dejara escribir o cosas así... —escuché la voz de Neji y algo me hizo detenerme abruptamente al frente de la puerta.

—Pero estás vuelto nada. Mejor descansa. —esa voz se me hacía conocida. Aunque no sé de dónde— Ino, ¿puedes salir? Tengo  que hablar algo con Neji en privado.

—¿Te han dicho que por escuchar lo que no se debe, te puede ir mal?

Inmediatamente me giré abriendo los ojos enormemente. No sé de qué parte había aparecido, pero él estaba ahí de lo más normal fumándose un cigarro.

—Señor Inuzuka...

—Prefiero que me digas Kiba.

______________
Perdón  la demora u.u ahora que estoy en último grado no les miento. TODO se ha vuelto jodidamente pesado. No entiendo absolutamente nada de química y ya vamos a empezar a ver química orgánica o algo así... Sin contar a Física  y cálculo... En verdad lo siento.


Gracia por leer... y por todo u.u son los mejores ♡

All I Wanted ➳ NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora