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—¿Vas a sentarte o te vas a quedar ahí mirándome hasta que se te pudran los ojos? —preguntó Kiba dedicándome una sonrisa perruna y con la pierna encima de la mesa.

—Prefiero que se me pudran los ojos a que un niño como usted me entreviste. —contesté secamente.

Él se levantó de su asiento y comenzó a dar pasos de un lado a otro negando con la cabeza, para después golpear la mesa, aunque eso ya me lo esperaba y no hice nada más que levantar una ceja.

—Puedo ser un niño, claro que sí —dijo mientras se acercaba a mí—. Pero aquí y en todas partes tengo el poder, Neji Hyūga y lastimosamente tú ya no tienes nada, así que ten más cuidado con las palabras que salen de tus labios —susurró acorralándome contra la pared. Este imbécil tan solo esperó a que estuviéramos solos para sacar a flote su verdadera identidad— Puedo sacarte de aquí si lo deseas, solo sé específico, Neji. ¿Qué razones tuviste para matar a... —se acercó más a mi oído — Hiashi?

Él solo quería incomodarme, y lo estaba consiguiendo, pero no me inmuté ni un solo segundo. Tan solo miré al frente, presintiendo que no había absolutamente nadie en la cabina en la que se supone que deberían observarlos.

—Me das asco, Inuzuka.

Él se volvió a reír mientras se alejaba.

—O coperas, o tendré que amenazarte con otra cosa.

Sonreí con ironía.

—Ya lo perdí todo, ¿con qué piensas que puedes lograrlo? —lo reté con la mirada. Sin embargo, un sentimiento amargo se instaló en mi pecho cuando él negó.

—Tengo más de lo que piensas, ¿sabes quién es Sasori? —Debí haber hecho una cara de no entender nada porque Kiba se giró aguantando una risa—. Bueno, es alguien muy, muy malo que está buscando a tu abogadita y al niño que tiene ella. Aunque tiene razón, esa perra no le deja ver a su propio hijo.

De repente el corazón se me quedó congelado, no sentía nada más que mi cerebro intentado procesar lo que acababa de decir.

—No le digas así. —salió de mis labios.

—¿Cómo? ¿Perra? Porque tengo una cantidad de insultos que serían perfectos para ella.

—Ni siquiera la conoces. Calla tu maldita boca, Inuzuka.

Mi boca decía una cosa, pero mi mente estaba en otra parte. ¿Tenten tenía un hijo? Y más que todo, ¿un hijo con un bastardo?

—La conozco lo suficiente para saber que te gusta, Hyūga —dijo guiñándome el ojo—. Y ¿en serio? ¿Tenten? Tienes una gran cantidad de mujeres hermosas detrás de ti, y tienes que escoger a la más simple.

—¡Que te calles de una maldita vez, imbécil! No sabes absolutamente una mierda —dije esta vez tirando la mesa hacia él, lo cual hizo que rompiera su fino traje gris al impactar contra su canilla.

La fuerza fue tan grande, que yo también me lastimé con las esposas.

Kiba levantó su mirada furioso, se acercó hacia mí y sin que pudiera hacer nada me jaló del cabello lanzándome al suelo.

—Te advertí que no te metieras conmigo.

—Tú empezaste, Inuzuka. —le dije con una sonrisa de suficiencia.

Me lanzó una patada hacía la cabeza con tal fuerza que inmediatamente perdí el conocimiento.

Pero ya no me importaba nada, por lo menos la había defendido.

Definitivamente sí. Me gustaba Tenten.

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7u7 último cap del añoooooooooooooo, mucho amor para todas ustedes, y que el próximo año sea lo mejor para cada uno. Que todas sus metas se cumplan

Saludes :')

All I Wanted ➳ NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora