• I was happy • 14

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—No es nada —musité sonriendo lo más que podía—, no es nada. —repetí incorporándome del suelo.

El oficial Lee se aproximó a sostenerme al ver que mis piernas volvían al flaquear. Mi mundo —literalmente— daba tantos giros borrosos, que me sorprendía el hecho de que no estuviera vomitando. Era como una incesante debilidad mezclada con el mareo.

Mis oídos volvían a jugarme una mala pasada.

—Sí, y yo no me llamo Rock Lee el maestro de la juventud... ¿Te doy un vaso de agua? —Preguntó haciendo que me sentara en el escritorio— ¿Llamo a algún doctor?

Me apresuré a negar con la cabeza mientras miraba directo al suelo sintiendo la venida de un nuevo colapso.

—Solo déjame descansar un poco, y me voy. —pedí poniendo mi cabeza sobre mis manos y respirando con una tremenda dificultad.

Creo que el hecho de haberlo visto, había calmado un poco aquellos nervios que me consumían como se consume a un cigarro. Me estaba volviendo marchita, más enferma.

No habíamos siquiera ido a un juicio y ya estaba terriblemente mal. Como si admitiera el hecho de mi derrota.

Y no.

Me incorporé suavemente, el oficial Lee me tendió la mano para poder sostenerme mientras intentaba caminar de nuevo.

Ya cuando estuve en la salida, los rayos del sol carmesí al terminar el atardecer me azotaron sin compasión alguna. Sentía como centenares de baterías tocaban en mi cabeza, pero eso no impidió que siguiera el camino hasta la parada de autobús más cercana.

—Vaya... ¿Estás tan mal? —me preguntó alguien.

Me giré a ver quién era, y al ver a la oficial No Sabaku mirándome un poco preocupada, suspire cansada.

—¿Alguna vez has bailado con alguien que te ha dado tantas vueltas que no puedes siquiera mantenerte en pie? —le pregunté subiendo al bus que acababa de parar.

—Mmm... Pues, en realidad sí. Aunque también estaba terriblemente borracha y feliz. —sonrió posiblemente recordando un buen suceso del pasado—. ¿Vives en Kumogakure? —preguntó curiosa al ver el letrero del bus.

Inmediatamente salté de nuevo al pavimento cayendo de rodillas mientras que el bus arrancaba haciendo que el conductor comenzara a soltar algunos improperios para luego seguir su camino.

La oficial se apresuró a tenderme la mano a pesar de que no dejaba de reírse. Menos mal éramos las únicas personas que se encontraban esperando el bus.

—Gracias —le dije tomando su cálida mano—. Estoy tan dormida que no me di cuenta.

Temari no dejaba de reírse y no pude evitar hacerlo con ella. ¡¿Por qué?! Mujer idiota.

—Ja, ja, ja, tu caída fue épica ja, ja, ja. —y se seguía burlando. Eh...

—¿A dónde te diriges? —pregunté sentándome e intentando cambiar de tema ya que mis mejillas estaban completamente rojas por la vergüenza.

—Estoy esperando a...

—Pues no esperes mucho, problemática. —dijo una voz a nuestras espaldas.

Me giré a ver quién era, y abrí tan grande la boca que sentía la barbilla rozando el suelo.

—¡¿Agente Nara!? —pregunté levantándome precipitadamente.

Él me extendió la mano, y yo la apreté anonadada. Su historia es magnífica... todos los giros y retos que tuvo que dar para poder llegar hasta donde se encontraba...

—Señorita Ama, él como ya sabes, es Shikamaru "bebé llorón" Nara, Shikamaru ella es Tenten Ama, una abogada novata que está trabajando en el caso de los Hyūga en la cárcel —nos presentó Temari, y me sentí algo desprotegida ya que me pareció que le proporcionó demasiada información.

—¡Oh! Qué vueltas da la vida... Justo me dirigía a hablar contigo. Tenemos muchos asuntos pendientes.

 Tenemos muchos asuntos pendientes

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Estoy emocionada :3

All I Wanted ➳ NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora