Capítulo 30

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Desconectada. Es el adjetivo que le otorgaría a mi estado mental, incapaz de mantenerse presente en las entretenidas conversaciones. El intercambio de anécdotas robándonos risas, desde el viaje que han emprendido hasta la inconformidad expresada por nuestro amigo rubio respecto al idioma nativo. El recuerdo de aquellas fotografías hacía ecos en mi mente, provocándome arcadas e impidiéndome así finalizar con el delicioso platillo frente a mí, el tenedor moviéndose minuciosamente sobre las hebras de espagueti.

— Podríamos salir hoy — comento, abandonando por completo el utensilio al escuchar atentamente el deseo de ambas chicas por explorar la ciudad.

— ¿A dónde? — cuestiona Lucas, curioso mientras mis dedos plasman un texto en el celular.

— Al cine, me gustaría conocieran algunas personas — comento, obteniendo gestos confusos por parte de aquellos chicos, sin embargo, la emoción vislumbra en sus ojos.

— Iremos — afirma Diana.

— Espero que al menos hablen mejor — el preocupado comentario de Cristian consigue risas en todos.

Después de un leve interrogatorio que parecía interminable por parte del chico de cabello blanco, el punto de encuentro fue pautado, la emoción desbordando de su voz al obtener la planificación que desencadenaría el próximo acontecimiento.

— ¡Éste es el mejor helado que he probado en mi vida! — exclama Lucas con emoción, degustándose con el cono de helado, mi cabeza niega repetidas veces con gracia ante la actitud del castaño.

— Te noto diferente Gianna — comenta Abril, su paso siguiendo el mío a mi lado.

— ¿Diferente cómo? — pregunto.

— No sabría decirlo con precisión — responde, sumida en sus pensamientos.

— No sé por qué me dicen eso, que sigo siendo yo — digo, mis hombros alzándose para restarle importancia al tema. La notificación en mi celular provoca que detenga mis pasos.

                       Kyle: — Estamos aquí, mueve tú culo

El peculiar texto del chico de ojos azules provoca mi risa.

— Quizá lo americano se te está pegando — comenta Diana entre risas.

— Cállense y caminen — demando riendo.

Recorrer el inmenso lugar se convierte en una misión ante la actitud de aquellos chicos extranjeros, su curiosidad detonando en cada luz llamativa que podían apreciar en aquellas tiendas. Mi vista se barre con exasperación entre las personas que se detienen en el lugar, observando finalmente a Kyle y Matías mantener una conversación entretenida cercanos a las taquillas.

— Actúen con naturalidad, si no entienden algo yo traduciré — advierto, la última frase dirigida al rubio.

— ¡Gianna! — exclama Matías, aproximándose a paso apresurado hasta rodearme con sus brazos.

— Tú y tus peculiares recibimientos — comenta Allison entre risas detrás.

— Gracias a Dios que no eres mi hermano — argumenta Olivia con gracia — Aunque realmente tengo uno peor — Nicholas golpea levemente su hombro riendo, el carraspeo de Kyle acompañado de su inquisitiva mirada me hace reconocer la situación.

— Chicos, ellos son mis amistades en Venezuela — comento, la situación tornándose incómoda ante el intercambio de miradas. — Lucas, Cristian, Abril y Diana — introduzco respectivamente.

— Un placer, Olivia — dice la chica de ojos cafés ofreciendo su mano. Cristian es el primero en corresponderle con una sonrisa amable, siendo seguido por los demás.

Jugadas Del Destino © | Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora