Capítulo 9

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— Gianna — puedo escuchar mi nombre a lo lejos. — Gianna — la voz se siente más cercana, muevo mi cuerpo en la cama con pereza. — ¡Gianna! — el grito por un segundo ensordece mis oídos.

— ¡Quiero seguir durmiendo, joder! — exclamo con ira sentándome a la orilla de la cama, dispuesta a enfrentar a la persona que se ha encargado de arruinar mi sueño.

— Nada de eso, debemos ir a la universidad — al notar al chico de ojos azules y una pelirroja frente a mí la confusión rápidamente se arraiga en mi sistema.

— ¿Acaso han enloquecido? — mi voz explotando en molestia.

— Buenos días para ti también — dice Leah entre risas, la situación cae como un balde de agua fría sobre mí al darme cuenta de que apenas amanece y la chica no comparte mis cualidades físicas.

— ¿Cómo saben dónde vivo? — pregunto sorprendida, tomando la cobija para cubrir todo mi cuerpo con ella, obteniendo miradas graciosas de ambos chicos frente a mí.

— Allison me dijo antes de que sucediera aquello — responde el chico de cabello blanco.

— Pueden esperar abajo, gracias — menciono abriendo la puerta de mi habitación para sacar a ambos a la fuerza, segundos después dirigiéndome al cuarto de baño. Algún tiempo después de alistarme, bastó una mirada fugaz en el espejo de mi habitación para aprobar mi presencia, tomando mi celular dispuesta a bajar las escaleras y con una rápida despedida me dirigí con mi chofer.

— Buenos días Joseph — saludo al castaño en cuando subimos a los asientos traseros.

— Buenos días Gia — responde sonriente.

— Éstos son Kyle y Leah — presento a mis acompañantes, quienes con tan solo señas saludan al piloto.

— Un placer chicos — responde él, minutos más tarde encontrándonos frente a la universidad nos despedimos del castaño, ingresando a los pasillos del establecimiento.

— ¿Cuál es la primera clase? — no pasó desapercibida para mí la debilidad en mi voz.

— Gimnasia — responde el ojiazul sonriente, un fallido intento de devolver el gesto desborda una mueca en mi rostro.

— No sé por qué demonios inician con esta clase — menciona Kyle irritado, las palabras no consiguen salir de mi boca y sintiendo como mi cuerpo se debilita con el pasar de los minutos solo puedo mantenerme en silencio, deseando que el malestar en mi cuerpo desaparezca. El entrenador inició con una práctica de voleibol, separando el número total de integrantes en dos grupos. Mujeres contra hombres. Los ligeros temblores en mi cuerpo solo aumentaban mis deseos de salir pronto de aquél lugar.

— Perfecto, tres puntos y las chicas ganan — anunció el señor Smith, seguido del sonido de silbato. El golpe en el balón anunciando el saque del equipo contrario es lo único que mi vista logra observar antes de que el panorama se torne oscuro.

~~~

Un punzante dolor en mi cienes es lo que provoca mi despertar, mis ojos abriéndose lentamente en un intento de acostumbrar mí vista a la nueva luz. Observando detenidamente el lugar donde me encuentro me doy cuenta de que ya no estoy en el salón de Gimnasia, me encuentro recostada en la camilla de la enfermería.

— ¿Qué hago aquí? — las palabras siendo arrastradas por mi tono ronco, notando la presencia de Kyle, Matías y Leah.

— ¡Estás bien! — exclama el chico de ojos azules, acercándose hasta dejar un intento de abrazo.

— Te desmayaste Gianna — explica Matías, la expresión de confusión en mi rostro no pasa desapercibida para los tres chicos.

— ¿Por qué? —

Jugadas Del Destino © | Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora