41. The one that got away (parte 1)

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{Narra Jotaro}

Conciliar el sueño jamás me había costado tanto trabajo como aquella noche. Las lágrimas brotaban sin detenerse una tras otra de mis ojos recordando todo lo que había pasado esa tarde, y no se detuvieron hasta cerca de las 4 de la mañana que fue cuando, no se si porque mis ojos se secaron o simplemente mi organismo estaba agotado después de tanto llorar, logré dormirme.

No fueron muchas las horas que conseguí dormir en realidad, pues a eso de las 8 a.m me encontraba nuevamente despierto, reviviendo una y otra vez el día de ayer. No lograba concebir el hecho de vivir sin Kakyoin, sin volver a besarlo o abrazarlo, es simplemente algo que no cabe en mi cabeza.

Encendí mi teléfono con la esperanza de encontrarme con un mensaje furtivo de Kakyoin, diciendo que estaba bien, que por algún extraño motivo no estaba en la Academia a esa hora y que solo le había sido difícil ponerse en contacto con el mundo... mas no fue así.
A penas la pantalla se encendió vi muchísimos mensajes, llamadas perdidas, whatsapp, corrreos, etc, sin embargo ninguno era de Kakyoin.
La mayoría eran de Polnareff, Avdol o mi madre preguntándome como estaba. Seguramente ya todos se habían enterado de lo que pasó y me hablaban para darme el "pésame" o algo así. No quería abrirlos. No quería que me recordaran que jamás en mi vida volvería a ver a Kakyoin, no lo iba a soportar.

No.

Simplemente no lo creía.

O más bien no lo quería creer.

Una parte de mi ansiaba que por alguna extraña razón Kakyoin se comunicara conmigo lo antes posible, diciéndome que no había podido ponerse en contacto con nadie, pero que estaba bien.

Con todas mis fuerzas deseaba que el estuviera vivo...

Mierda... como quería que pasara eso.






(...)

Las horas pasaron sin que me percatara, cuando a eso de las 11 a.m. escuché que alguien llamaba a mi puerta.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza... ¿qué tal si era Kakyoin?

Por un momento una sonrisa se dibujó en mi rostro ante la idea de que él apareciera justo frente a mi. Que me abrazara y me dijera que todo estaba bien, que había viajado a verme y que por eso no pudo comunicarse conmigo.

Si, si, ¡Kakyoin está aquí!

Corrí rápidamente a abrir la puerta, sin embargo todo mi entusiasmo se vino abajo al darme cuenta que la persona que estaba frente a mi no era Kakyoin, sino mi compañero de trabajo con el que había hablado aquella madrugada en el centro de investigación, Caesar.

—Jotaro, he estado intentando comunicarme contigo desde anoche pero no contestabas el teléfono— dijo Caesar, haciendo notar lo preocupado que estaba.

—Ah... si— suspiré —mi teléfono se apagó— miré al suelo por varios instantes, él no era precisamente a la persona que quería recibir en mi departamento. A quien engaño. No quería ver a nadie, pero no podía ser descortés y pedirle que se marchara si apenas había llegado, así que lo hice pasar. —adelante

Ambos entramos al departamento y nos sentamos en el sofá. Le ofrecí algo de beber y él aceptó un café, así que fui a la cocina a prepararlo y después de unos minutos se lo entregué.

—Averigué tu dirección en el centro de Investigación— comentó al tiempo que llevaba la taza de café a sus labios. Ni siquiera se me había ocurrido pensar en que ninguno de mis compañeros de trabajo sabían donde vivía, salvo claro mis jefes de la investigación quienes fueron los que consiguieron aquel lugar y pagaban todos los gastos.

Now I know what love is (JJBA)Where stories live. Discover now