Now I know what love is (JJBA)

27. Mierda

{Narra Kakyoin}

Llegué a mi casa sumamente alterado por lo que había pasado momentos atrás, mis manos temblaban al igual que mis piernas. Entré a mi habitación, puse el seguro y me quedé ahí por largo rato, no quería ver a nadie.

¿Qué demonios le pasaba a Jotaro? ¿cual era su problema? un día me decía que no somos nada, casi que me quiere lejos de su vida y al otro golpea a Dio de esa manera. Como agradezco que Dio también tuviera un stand, sino no habría podido defenderse de Jotaro.

¿Qué mierda es lo que le sucede a ese chico? de verdad no entiendo, no entiendo su comportamiento, por más que trato no logro entender.

Tengo tanta rabia e impotencia...

Lo único que quiero es dormirme por un par de semanas y olvidarme de todo esto, pero no puedo, porque claro, tengo mis malditos exámenes finales en menos de dos semanas y necesito estudiar.

No quiero estudiar.

No quiero pensar.

No quiero ir a la universidad y encontrarme con Jotaro.

No quiero ver más a Jotaro.

No quiero saber más de Dio ni de la universidad.

No quiero nada.

Nada...

(...)

Mismo día, 7.00 p.m.

POR-QUÉ-CARAJO-NO-PUEDO-MEMORIZAR-NADA -decía una y otra vez golpeando mi libro contra la cabeza.

De todas esas horas que estuve intentando leer no pude aprender NADA, nada de nada.

Voy a reprobar, lo sé.

¿Cómo se supone que estudie así? no puedo aprender siquiera una maldita frase. -sujeté mi cabeza con desesperación, estaba muy frustrado.

Soy un imbécil

Jamás seré un buen abogado si sigo así

Soy un inútil

No sirvo para nada

Te detesto tanto, Jotaro...

{Narrador}

El menor estaba sumamente consumido por la situación en la que estaba viviendo, literalmente quería morir en ese minuto. Todo el estrés de los exámenes sumado a su reciente 'rompimiento' con Jotaro lo tenían al borde del colapso, haciéndolo pensar muchas cosas sin sentido.

Se recostó en su cama un rato a fin de poder 'descansar' un poco su mente, pero es lo que menos pudo hacer. Avalanchas de imágenes se le venían a la cabeza sobre lo ocurrido estos últimos meses... partiendo desde el instante en que comenzó a hablar con el ojiazul, pasando después por momentos lindos entre ambos, para finalizar en ese catastrófico día que parecía no acabar nunca.

Lágrimas de ira comenzaron a brotar de sus ojos, una tras otra, de manera inconsciente, simplemente no paraban de salir.

De pronto comenzó a sentir una angustia enorme, como si el mundo se fuese a acabar en ese mismo momento. Su pecho se había apretado, no podía respirar con normalidad

Quería llorar, gritar, golpear a alguien, todo al mismo tiempo, no sabía que demonios le estaba pasando...

(...)

—¿Kakyoin? la cena está lista— escuchó a su madre llamarle desde el otro lado de la puerta, pero él no fue capaz de responder.

Usualmente su madre iba a buscarle a su habitación cuando era hora de cenar, y siempre era lo mismo: golpeaba la puerta, le avisaba a Kakyoin de la cena, y este le respondía de inmediato que ya iría o simplemente que estaba algo ocupado y que comería después. Ahora, al no escuchar respuesta por parte de su hijo, le extrañó bastante.
Pensó que quizá se había quedado dormido, así que quiso abrir para ir a despertarle, pero cuando intentó hacerlo, la puerta estaba con seguro.