18. Dulces sueños

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Al cabo de unos minutos de estar contemplando al pelirrojo dormir tan plácidamente, finalmente Jotaro también fue víctima del cansancio y se quedó profundamente dormido.

Esa noche Jotaro, que había estado soñando constantemente con Kakyoin desde que lo había conocido, tuvo un sueño bastante particular. Se encontraba en una especie de playa, vestido de traje, observando los alrededores en busca de alguien.

A su derecha se encontraban sus abuelos, Holly y Polnareff sonriéndole ampliamente, sin comprender por qué.
A su izquierda, habían muchas personas que él no conocía, sin embargo pudo identificar a los padres de Kakyoin, quienes al igual que su madre y los demás, le sonreían bastante.

Todo estaba arreglado como si una ceremonia se fuese a llevar a cabo, era bastante lindo en realidad.

Alzó la vista hacia el frente y pudo divisar a su amado Kakyoin, usando al igual que él un traje blanco. Parecía ser un evento sumamente importante, hasta que cayó en cuenta que se trataba de su boda con el menor.
Jotaro, nunca había pensado la idea de casarse, sin embargo ese sueño le estaba siendo particularmente satisfactorio.

(...)

Fuera de su mundo onírico y producto de la satisfacción que le producía aquel sueño, el ojiazul comenzó a abrazar fuertemente a Kakyoin, quien había estado durmiendo hasta ese entonces, acurrucado en su pecho, y que se despertó de pronto al sentir a Jotaro estrecharlo de esa manera tan brusca.

—Jotaro... ¿estás bien?— no obtuvo más respuesta que ligeros quejidos por parte del mayor, el cual esbozaba una gran sonrisa que podía verse aun a pesar de la oscuridad del lugar.

(...)

De vuelta en los sueños del ojiazul, frente a él y Kakyoin se encontraba otro hombre, también vestido de traje, con una especie de "libro" en la mano. Parecía ser el típico juez que hacía las ceremonias por el civil, y comenzó a dar lectura de las típicas y algo tediosas oraciones que hay que decir antes de proceder al "los declaro marido y mujer en nombre de la ley"

Me haces tan feliz, Jotaro....

Al escuchar estas palabras en sus sueños, el mayor reaccionó nuevamente en la 'vida real', comenzando a decir frases inconexas que sólo para él tenían sentido.
Kakyoin, que ya había despertado completamente a raíz del fuerte abrazo del mayor, encendió la luz con algo de dificultad para poder observarle mejor. Se veía muy tierno con esa sonrisa en el rostro y hablando dormido, como si estuviese soñando algo realmente lindo.

(...)

Los declaro oficialmente casados en el nombre de la ley— decía aquel hombre cerrando el libro que sostenía, haciendo el ademán de que "podía besar al novio"

Todos aplaudían ante tan bello acontecimiento, y acto seguido, Jotaro tomaba a Kakyoin por su mentón y lo acercaba hacia su rostro, chocando su frente con la del menor, susurrando un adorable 'te amo, Kakyoin'...

(...)

8.30 a.m, Residencia de Kakyoin

[Suena el teléfono de Kakyoin, el cual es contestado inmediatamente por este]

—¡Mamá! que bueno saber de ustedes, ¿cómo llegaron?— el pelirrojo estaba muy entusiasmado de finalmente tener noticias de sus padres, los que habían tardado bastante en reportarse. El viaje era largo, eso es cierto, pero considerando las horas que habían pasado de ayer a hoy, ya debería haber tenido alguna señal de ellos. —sí, todo bien en casa, no hay mucho que contar... (salvo que invité a Jotaro a pasar la noche conmigo, le faltó decir) ¿qué tal todo por allá?

Now I know what love is (JJBA)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt